Gerd Albrecht, un rebelde ante el atril
La carrera del innovador director de orquesta alem¨¢n estuvo acompa?ada por frecuentes pol¨¦micas pol¨ªticas
Gerd Albrecht (Essen, Alemania 1935), director de orquesta de amplias miras musicales cuya carrera estuvo acompa?ada por frecuentes pol¨¦micas extraart¨ªsticas, falleci¨® el pasado 2 de febrero en Berl¨ªn a los 78 a?os.
Albrecht dirigi¨® el estreno mundial de incontables partituras contempor¨¢neas y revitaliz¨® la obra de compositores desplazados del repertorio habitual, como Franz Schreker (1878- 1934) o Alexander Zemlinksy (1871- 1942). Destaca tambi¨¦n su labor para difundir la m¨²sica de compositores v¨ªctimas del Holocausto, como el austr¨ªaco Viktor Ullmann o los checos Hans Krasa, Gideon Klein o Pavel Haas, todos ellos asesinados en Auschwitz, o el tambi¨¦n checo Erwin Schulhoff, muerto unos a?os antes en el campo de W¨¹lzburg.
Hijo del catedr¨¢tico de Musicolog¨ªa Hans Albrecht, Gerd estudi¨® direcci¨®n orquestal con Wilhelm Br¨¹ckner-R¨¹ggeberg en el conservatorio de Hamburgo. Recibi¨® adem¨¢s una completa formaci¨®n como music¨®logo en las universidades de Kiel y Hamburgo. En 1957 gan¨® el concurso para j¨®venes directores de Besan?on (Francia) y en 1958 el de Hilversum (Pa¨ªses Bajos). A los 27 a?os ya era director general de m¨²sica en L¨¹beck, en aquella ¨¦poca la persona que hab¨ªa alcanzado esa posici¨®n en Alemania. Cuatro a?os m¨¢s tarde accedi¨® al puesto de director del teatro de Kassel, donde realiz¨® un memorable trabajo oper¨ªstico, en el que destaca un ciclo del Anillo wagneriano en colaboraci¨®n con Ulrich Melchinger. En 1972 se hizo cargo de la supervisi¨®n musical de la ?pera de Berl¨ªn y de 1975 a 1980 fue titular de la Orquesta Tonhalle de Z¨²rich, con la que en 1989 visit¨® el Teatro Real de Madrid.
Tras ocho a?os actuando en muchos de los m¨¢s prestigiosos podios mundiales, a finales de esa d¨¦cada Albrecht asumi¨® la direcci¨®n musical de la ?pera de Hamburgo, donde realiz¨® numerosos estrenos absolutos, entre ellos La peque?a cerillera, la m¨¢s c¨¦lebre obra de Helmut Lachenmann. Compositor e int¨¦rprete sintonizaban en su vocaci¨®n provocadora: en la versi¨®n de Lachenmann, el cuento de Andersen incorpora textos de una de las fundadoras de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo, Gudrun Ensslin.
En 1991, tras la Revoluci¨®n de Terciopelo checoslavaca, los m¨²sicos de la Filarm¨®nica Checa organizaron una revolucionaria votaci¨®n libre y secreta para elegir director. Jir¨ª Belohl¨¢vek, entonces titular, obtuvo 49 votos, Albrecht 17 m¨¢s. ¡°Trat¨¦ de disuadir a los m¨²sicos. Les dije: ¡®Est¨¢is locos si, de entre todos, me eleg¨ªs precisamente a m¨ª, un alem¨¢n¡¯. Ya en ese momento vi que aquello causar¨ªa controversia,¡± rememoraba a?os despu¨¦s Albrecht, a quien la ins¨®lita decisi¨®n de los filarm¨®nicos checos convirti¨® en el primer director extranjero de la centenaria agrupaci¨®n, una instituci¨®n cultural europea.
Efectivamente, la controversia no se hizo esperar. Albrecht ofreci¨® constantes flancos de ataque a la prensa checoslovaca. Rompedor en su selecci¨®n del repertorio y cerebral en su t¨¦cnica de direcci¨®n, no terminaba de agradar a cierto sector musical anclado en la calidez bohemia de Jan Dussek, Bedrich Smetana, o Antonin Dvorak. Y no es que el maestro, pese a su pasi¨®n por la m¨²sica contempor¨¢nea, descuidara en absoluto la gran tradici¨®n rom¨¢ntica, algunas de cuyas obras emblem¨¢ticas registr¨® de forma impecable con la formaci¨®n checa.
El punto culminante del enfrentamiento de Albrecht con el establishment musical y pol¨ªtico checoslovaco lleg¨® en 1994, cuando el director alem¨¢n, en nombre de la orquesta, rechaz¨® una invitaci¨®n a actuar en el Vaticano para conmemorar el reconocimiento oficial del Estado de Israel por parte de la Iglesia cat¨®lica, que se hab¨ªa formalizado el a?o previo.Albrecht declin¨® la invitaci¨®n porque el Vaticano hab¨ªa seleccionado para dirigir a la orquesta checa a Gilbert Levine, en mejor sinton¨ªa con la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. V¨¢clav Havel, entonces presidente de Checoslovaquia, terci¨® en la pol¨¦mica afirmando que la actitud de Albrecht ¡°da?aba los intereses de la Rep¨²blica Checoslovaca y de la Filarm¨®nica Checa.¡± Unos meses despu¨¦s, Albrecht dejaba la orquesta y se pon¨ªa al frente de la Orquesta Sinf¨®nica Yomiuri Nippon de Tokio, puesto que ocup¨® hasta 2007 y que simultane¨® a partir de 2000, y hasta 2004, con la titularidad de la Orquesta Sinf¨®nica de la Radio Danesa. En 2003, al frente de esta ¨²ltima agrupaci¨®n, interrumpi¨® un concierto en Copenhague para denunciar el apoyo de Dinamarca a la invasi¨®n de Irak por Estados Unidos.
El maestro alem¨¢n actu¨® frecuentemente en Espa?a, dirigiendo las formaciones de las que era titular o al frente de orquestas nacionales. Hace dos a?os dirigi¨® un ciclo de conciertos con la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi.
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