Robert Descharnes, el hombre que orden¨® la casa y las cosas del genio Dal¨ª
El artista y fot¨®grafo franc¨¦s fallece en Par¨ªs a los 88 a?os Mantuvo una intensa relaci¨®n con el pintor surrealista
Todo lo que envuelve a Salvador Dal¨ª es controvertido y pol¨¦mico. Muchas de las personas que estuvieron a su alrededor tambi¨¦n. Robert Descharnes (1926-2014), que colabor¨® como fot¨®grafo con el artista durante cuarenta a?os, muchos de los cuales fue su secretario y bi¨®grafo, tambi¨¦n ha disfrutado de esa etiqueta hasta el pasado s¨¢bado en que falleci¨® a los 88 a?os en su domicilio del centro de Francia, en el departamento de Indre et Loire.
La muerte de Dal¨ª en 1989 acab¨® con la intensa relaci¨®n entre Descharnes y el matrimonio del pintor y su musa Gala, al que se mantuvo fiel hasta el ¨²ltimo momento de los dos. No en vano Descharnes fue el que rescat¨® de las llamas y traslad¨® a Dal¨ª en 1984 al hospital tras el incendio que sufri¨® en el castillo de Pubol, que agrav¨® m¨¢s si cabe su delicado estado de salud. Este acto heroico pudo comportar que Dal¨ª cediera en 1986 los derechos intelectuales y de comercializaci¨®n de su obra a Demart Pro Arte, la empresa holandesa de Descharnes hasta 2004.
No cabe duda de que Dal¨ª fue pionero en muchas cosas, en comprender el potencial de la propiedad intelectual tambi¨¦n. El privilegio termin¨®, bruscamente, tras conocerse en 1989 que en su testamento, Dal¨ª dejaba como heredero ¨²nico al Estado que gestionar¨ªa los pingues beneficios de su obra. El Ministerio declar¨® extinguido el contrato con Demart en 1994, dando inicio a un enconado litigio entre Descharnes, el Gobierno y Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª. Descharnes llev¨® a los tribunales a todo el que aseguraba que su contrato no era v¨¢lido, convirti¨¦ndose en la bestia negra de la fundaci¨®n hasta que el contrato expir¨® en 2004.
Dal¨ª y Descharnes se conocieron en 1950, en un barco que les tra¨ªa de Estados Unidos. Sus im¨¢genes ¡ªse conservan m¨¢s de 60.000 negativos en la que est¨¢ considerada la documentaci¨®n m¨¢s completa del artista catal¨¢n¡ª se convirtieron en ic¨®nicas. Juntos colaboraron en proyectos como La aventura prodigiosa de la encajera y el rinoceronte, una pel¨ªcula fruto del m¨¦todo paranoico-cr¨ªtico que obsesionaba al pintor.
Estuvo con ¨¦l y lo retrat¨® en Par¨ªs, Nueva York y como no, en Cadaqu¨¦s, fotografiando no al genio pendiente de la pose, sino a la persona que pintaba o trabajaba. Descharnes era para Dal¨ª un amigo, no un ¡°saludado¡±, como a ¨¦l le gustaba calificar a muchas personas que le rodeaban.
El cr¨ªtico de arte Daniel Giralt-Miracle, tras reconocer que Descharnes ha sido un personaje controvertido, le achaca grandes aciertos. Uno de ellos, realizar en 1971 un libro fundamental para comprender a otro genio. ¡°La visi¨®n art¨ªstica y religiosa de Gaud¨ª fue un libro inteligent¨ªsimo que dio a conocer en Suiza y Francia a Gaud¨ª¡±. Para el experto Descharnes fue un hombre ¡°austero pero muy intuitivo para descubrir los filones del arte, tambi¨¦n los econ¨®micos¡±.
Para ¨¦l, su gran aportaci¨®n fue dirigir un nuevo ciclo relacionado, sobre todo, ¡°con poner orden en la casa de Dal¨ª, que qued¨® reflejado en forma de libro¡±. Fue en 1988 con la publicaci¨®n del gran Salvador Dal¨ª, la obra pict¨®rica que edit¨® Taschen. ¡°La primera gran aproximaci¨®n a todo Dal¨ª, hecha con rigor aunque luego se vieron algunas lagunas como observ¨® Santos Torroella¡±, explica. Eso y las exposiciones que hizo por todo el mundo representaron, a su juicio, un salto que no se hab¨ªa conseguido hasta ese momento con Dal¨ª. ¡°El problema vino cuando quiso mantener su hegemon¨ªa tras comenzar la Fundaci¨®n a trabajar, la ¨²nica que ha acabado con el desbarajuste que ha rodeado la obra de Dal¨ª¡±.
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