¡°Mis imitadores tienen m¨¢s ¨¦xito que yo¡±
Dan Graham, presente en Arco, es uno de los artistas estadounidenses vivos m¨¢s importantes,
Para Dan Graham los astros y el humor jud¨ªo son dos fuerzas mayores del planeta y de su car¨¢cter. Una personalidad poli¨¦drica que despeg¨® en los a?os sesenta con ideas conceptuales a golpe de p¨¢gina de revista y se hizo mundialmente famoso dos d¨¦cadas despu¨¦s con sus pabellones de cristal y espejo para espacios p¨²blicos. Nacido hace 71 a?os bajo el signo de aries en Urbana, Illinois, pero criado en New Jersey, Graham ¨Cuno de los artistas m¨¢s relevantes del ¨²ltimo medio siglo- combati¨® su desgraciada infancia con los programas de radio de comediantes jud¨ªos. ¡°Ejercieron una enorme influencia en m¨ª. Los jud¨ªos somos gente muy reprimida y la comedia ayuda. Pero si me pregunta por el nuevo humor jud¨ªo le dir¨¦ que no me gusta Seinfield y que me siento mucho m¨¢s cercano del humor canadiense de Martin Short, que no es jud¨ªo, o de Eugene Levi, que s¨ª lo es¡±. Lo explica sentado en el bar de un hotel cercano a la estaci¨®n de Atocha de Madrid, acompa?ado por su esposa japonesa, intrigado por el clima de la ciudad, la crisis econ¨®mica del pa¨ªs, la menguante inversi¨®n en arte de los grandes museos europeos y la ubicaci¨®n en el mapa de un edificio que le intriga: las Torres Blancas de Sa¨¦nz de Oiza.
¡°Quiero hacerle fotograf¨ªas. Lo descubr¨ª en Los l¨ªmites del control, la pel¨ªcula de Jim Jarmusch y me fascin¨®. Me gust¨® la pel¨ªcula porque se r¨ªe de gente como Hemingway y todos esos bohemios guays que llegaban Espa?a. Yo sol¨ªa coincidir con la novia de Jarmusch comprando cruasanes en el mismo caf¨¦ franc¨¦s. La conoc¨ªa porque ella hab¨ªa salido en el instituto con mi hermano. Habl¨¢bamos mucho, pero a Jarmusch no le gustaba. Es un rockero, un tipo duro, un controlador. Un acuario drag¨®n¡±.
A Graham le gusta utilizar el t¨¦rmino h¨ªbrido para calificar sus pabellones -¡°h¨ªbridos entre esculturas y construcciones arquitect¨®nicas¡±, seg¨²n ¨¦l-, sobre los que ayer habl¨® en La Casa Encendida de Madrid dentro del ciclo Artist Talks y que contar¨¢ con una pieza tra¨ªda a Arco por la galer¨ªa danesa Nicolai Wallner. ¡°Casualmente una de mis construcciones favoritas est¨¢ aqu¨ª en Espa?a, cerca de Extremadura¡±. Perteneciente a un coleccionista privado, el artista celebra que la obra est¨¦ en un precioso paraje, verde y con vacas ¡°portuguesas¡±. ¡°Hippy, ?no? Yo siempre me intereso mucho por el lugar donde se va a instalar mi obra, el paisaje forma una parte fundamental de ella. Estoy muy orgulloso de esta pieza y me alegra saber que est¨¢ en un lugar especial. ?Sabe? La compr¨® un leo¡±.
La casilla del zodiaco mover¨¢ la conversaci¨®n con esa misma intimidad de los bailes de m¨¢scaras. ¡°?Aries! Como yo, como Mir¨®¡ los aries tenemos mal genio pero nos gusta jugar y divertirnos como los ni?os. Yo cumplo un d¨ªa antes que Goya. Le prefiero a Vel¨¢zquez, que era brillante pero anhelaba demasiado pertenecer a la aristocracia. Vel¨¢zquez era de sangre jud¨ªa, muy jud¨ªa, y tambi¨¦n era muy brillante, pero el idealista, el verdadero idealista era Goya. Mi obra favorita de Goya es esa del ni?o con el gato y el p¨¢jaro con una nota [se refiere a Don Manuel Osorio Manrique de Z¨²?iga, ni?o, obra de Goya perteneciente a la colecci¨®n del Met] ?Sab¨ªa que la luz es muy importante para los aries? ?Y que Nagisha Oshima tambi¨¦n era aries?¡±
A los grupos pop les gustaba resaltar lo aburridos que eran los suburbios pero lo cierto es que el clich¨¦ del suburbio ha sido fundamental en toda mi obra¡±
Graham pertenece a esa escena neoyorquina en la que solo hab¨ªa artistas y no escritores, pintores o m¨²sicos. ¡°Pero en los ochenta las escuelas de arte profesionalizaron el arte matando la pasi¨®n", dice. Su influencia se nutre de una personalidad an¨¢rquica capaz de moverse entre el punk rock, el paisajismo, el cine, la televisi¨®n, la arquitectura y la cultura juvenil suburbial, donde la m¨²sica, el patinete y la alienaci¨®n urbana van de la mano. ¡°Mi infancia fue triste pero por alguna raz¨®n me siento muy patri¨®tico al hablar de Nueva Jersey. A los grupos pop les gustaba resaltar lo aburridos que eran los suburbios pero lo cierto es que el clich¨¦ del suburbio ha sido fundamental en toda mi obra¡±.
Ve el museo moderno como una prolongaci¨®n del jard¨ªn del renacimiento, ¡°donde conviv¨ªan alegor¨ªas y excavaciones arqueol¨®gicas, un parque Disney para la aristocracia. Los museos son mutantes y a m¨ª me interesan especialmente la entrada, la cafeter¨ªa y los talleres infantiles, donde ocurren las mejores cosas. En el museo de arte Carnegie, en Pitsburgh, pusieron una de mis obras en la entrada. Pitsburgh es un lugar duro y sentimental a la vez y el lobby del museo result¨® un lugar genial que provocaba situaciones inesperadas¡±.
Sus construcciones, minimal y ut¨®picas, est¨¢n conectadas con los pasajes parisinos del siglo XIX que fascinaron a Benjamin, los centros comerciales modernos y la arquitectura de las grandes corporaciones. Pero con un elemento infantil, los juegos de espejos y laberintos, que le otorgan otra dimensi¨®n. ¡°Parafraseando a Jeff Koons mi trabajo es sobre la diversi¨®n pero no cualquier diversi¨®n. Ahora preparo un pabell¨®n para la azotea del Metropolitan Museum para el verano. Me viene bien porque ¨²ltimamente me encargan mucho menos pabellones. Mis imitadores tienen m¨¢s ¨¦xito que yo y todo el mundo prefiere antes a Olafur Eliasson, con ese punto new age y casi un centenar de arquitectos trabajando para ¨¦l, que a m¨ª¡±.
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