Danza para olvidar el coraz¨®n herido
Keiin Yoshimura muestra en Madrid el m¨¦todo de trabajo de la antigua danza japonesa de mujeres ¡®Kamigata-mai¡¯
¡°Olvida tu ego, identifica tu ser con la armon¨ªa de la naturaleza¡±, esta ense?anza la recibi¨® Keiin Yoshumura de su sensei de teatro Noh Izumi Mikawa. Y ella, que ya es una veterana sensei (maestra), ense?a esa m¨¢xima a sus alumnos. La danza tradicional que ella interpreta y ense?a es Kamigata-mai. Surgida en el siglo XVI, en la zona de Kioto y Osaka, es una danza interpretada solo por mujeres que bebe de otras artes esc¨¦nicas japonesas, interpretadas generalmente por hombres, como el kabuki, el noh, el kyogen o las marionetas de bunraku. La sensibilidad es com¨²n a todas ellas, pero los grados de finura y energ¨ªa dependen de los argumentos y de los estilos interpretativos.
Pero Keiin Yoshimura es experta en numerosas disciplinas art¨ªsticas y de expresi¨®n corporal: kabuki, piano, teatro cl¨¢sico, ¨®pera, ikebana (arte floral), yoga (con larga experiencia en India) e incluso flamenco (¡°Estudi¨¦ cinco a?os en Jap¨®n¡±, dice con orgullo). Para ella, el alma es lo que mueve el cuerpo y este es el veh¨ªculo para transparentar los sentimientos. Su especialidad teatral, el Kamigata-mai, ¡°cuenta desde hace siglos lo que afecta al alma femenina¡±. Historias de amor y sobre todo desamor, redenci¨®n, liberaci¨®n y triunfo tras los avatares del coraz¨®n herido. ¡°Tiene la dramaturgia solemne del teatro Noh con el a?adido de un fuerte acento po¨¦tico¡±, indica. "Hay que olvidar el yo, el ego y elevarse, abrirse a los otros", suelta como una oraci¨®n.
¡°La mayor¨ªa de las historias de Kamigata reflejan la pena o la tristeza de las mujeres¡±, explica Yoshimura. La p¨¦rdida de un amor es un tema recurrente, relata. Igual que la b¨²squeda de la felicidad. ¡°Pero siempre hay una luz, una esperanza de que la tristeza se cura¡±. La propia ejecuci¨®n de la danza tiene un efecto curativo para los corazones heridos, piensa la artista.
Y para Keiin Yoshimura es la palabra japonesa kokoro, coraz¨®n, un s¨ªmbolo amplio y de potente expresividad: ¡°El coraz¨®n de la cultura japonesa desde los tiempos antiguos¡±. Y as¨ª, con un juego entre la denominaci¨®n de alma, ser y coraz¨®n, Wa no Kokoro, denomina a todos los espect¨¢culos que muestra por el mundo. ¡°La esencia de nuestra cultura tradicional¡±.
El yoga, la energ¨ªa, el pensamiento, son buenas herramientas, opina, para interpretar su danza. Tambi¨¦n ¡°es un buen ejercicio el arte marcial¡±. Aunque parezca contradictorio con la suavidad de los movimientos del kamigata. Todo el ejercicio que sea saludable para la mente abre la capacidad del movimiento y la expresi¨®n.
¡°A veces creo nuevas historias, mezcl¨¢ndolas con la m¨²sica antigua. En este caso estoy experimentando con ideas para un nuevo espect¨¢culo con una actriz de origen italiano residente en Madrid¡±, dice c¨®mplice al referirse a su anfitriona, Viviana Bovino. Yoshimura forma parte de la red internacional de mujeres dedicadas a las artes esc¨¦nicas Proyecto Magdalena. Con este paraguas art¨ªstico actu¨® el pasado a?o en los Teatros del Canal, y all¨ª conoci¨® a la actriz y bailarina, hoy convertida en su pupila, Viviana Bovino, que la ha fichado para realizar estos d¨ªas en Madrid (21, 22 y 23 de febrero) unos talleres de interpretaci¨®n y un espect¨¢culo en la sede de la compa?¨ªa que dirige, Residui Teatro.
En este espacio esc¨¦nico madrile?o (ubicado en el 48 de Ercilla, una calle de Arganzuela, Ercilla, abundante en salas de teatro experimental) Yoshimura transforma el aula en un escenario, incluso celebrar¨¢ una ceremonia del t¨¦ al final del espect¨¢culo.
Minimalismo y complejidad de sentimientos son ingredientes de la expresividad que logra la interpretaci¨®n del Kamigata-mai. El cosmos, atm¨®sfera, lo crean una bailarina y un m¨²sico, que toca el instrumento japon¨¦s samis¨¦n. Tiempo atr¨¢s era un int¨¦rprete ciego quien ejecutaba la m¨²sica, ahora es la m¨²sica ambiental grabada la banda sonora del espect¨¢culo. Una provocaci¨®n a la imaginaci¨®n de los oyentes, de los espectadores que contemplan los movimientos sinuosos, casi gatunos, a veces como el agua, como el viento, como la nieve¡ Son filigranas del cuerpo y de ese coraz¨®n que siempre nombra la bailarina Yoshimura.
¡°Me gusta mucho la cultura espa?ola. Jap¨®n y Espa?a tienen mucho intercambio desde los tiempos de Francisco Javier¡±, apunta. Para Yoshimura esta visita supone su tercera vez en Espa?a (en festivales esc¨¦nicos de en Pamplona y en Madrid).
Siento mucha energ¨ªa en las calles de Madrid, especialmente en el centro. Mi coraz¨®n late m¨¢s fuerte cuando estoy aqu¨ª¡±,? dice animosa la bailarina
¡°Siento mucha energ¨ªa en las calles de Madrid, especialmente en el centro. Mi coraz¨®n late m¨¢s fuerte cuando estoy aqu¨ª¡±, dice animosa. ¡°Espa?a me parece emocionante, disfruto cuando vengo aqu¨ª y me gusta ver los edificios antiguos. Ahora me alojo en un edificio centenario. Me gusta la mezcla de lo moderno y lo tradicional¡±.
Y ese gusto por la fusi¨®n de lo nuevo y lo secular, no lo ve muy extendido entre sus compatriotas. ¡°En Jap¨®n la cultura tradicional est¨¢ casi olvidada por los artistas contempor¨¢neos. La influencia de la cultura occidental, sobre todo americana, es muy fuerte¡±.
Lamenta que solo haya cuatro grandes compa?¨ªas de Kamigata-mai en Jap¨®n (en Tokio, Kioto y Osaka), entre ellas la suya. Tambi¨¦n son escasas, a su juicio, las compa?¨ªas devotas de otras artes. ¡°Son muy pocos los artistas que mantienen el arte de la m¨²sica tradicional, del teatro, de la caligraf¨ªa, aunque poco a poco hay gente joven que se va interesando¡±, dice optimista. ¡°Me gustar¨ªa que la gente sintiera m¨¢s curiosidad por el origen de su cultura¡±, comenta sobre la actitud de los artistas y el p¨²blico de su pa¨ªs, acostumbrada como est¨¢ a ser recibida con calor y entusiasmo en los espect¨¢culos que ejecuta por Occidente. ¡°Las culturas aut¨®ctonas pueden tener alcance global, todo el mundo las puede comprender¡±, dice. ¡°Mi esperanza es que se fundan en armon¨ªa distintos elementos de culturas diferentes¡±.
Viajera, embajadora de su cultura por la ¨®rbita occidental. Antes de recalar en Madrid, Keiin Yoshimura ha estado en Cuba y en Par¨ªs. En junio participar¨¢ en la Bienal de Danza de Venecia¡ Y los responsables de Residui Teatro no descartan invitarla m¨¢s veces a Madrid. En su programaci¨®n figura el objetivo de invitar cada mes a figuras de la escena que pueda aportar su filosof¨ªa y sus t¨¦cnicos a espectadores y profesionales. Adem¨¢s de la presencia de Yoshimura, tienen previstos este mes talleres de interpretaci¨®n con Ra¨²l Iaza (de Odint Teatret) y al clown italiano Ignazio Abbatepao.
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