¡°Sigmund Freud es el gran continuador de la novela g¨®tica¡±
El escritor brit¨¢nico Patrick McGrath presenta su nueva novela, 'Constance' Cuenta que el autor que m¨¢s influy¨® en sus comienzos fue John Hawkes
Las circunstancias que rodearon la infancia de Patrick McGrath (Londres, 1950) determinaron su futuro como escritor. Durante 25 a?os su padre estuvo a cargo de Broadmore, hospital psiqui¨¢trico de alta seguridad ubicado en el condado de Berkshire cuyos ocupantes eran recluidos all¨ª por haber perpetrado cr¨ªmenes atroces. La vivienda de los McGrath se encontraba en el interior del recinto hospitalario y ten¨ªa un jard¨ªn cuyo cuidado el padre de familia insist¨ªa en confiar a violadores y asesinos. Historias como la del vicario que le cort¨® la cabeza a su esposa y la meti¨® en el horno, que el peque?o McGrath escuch¨® de labios de su padre, alimentaron la imaginaci¨®n del futuro escritor.
Sentado en un sof¨¢ de su lujoso piso, situado en las inmediaciones de Wall Street, en Nueva York, Patrick McGrath, habla de su nueva novela Constance (Mondadori), la historia de una joven reci¨¦n casada que parece condenada a da?ar a cuantos se le acercan. ?l es un hombre afable y corpulento, de voz atiplada y gestos suaves dice: ¡°M¨¢s que las historias que le escuch¨¦ contar, me influy¨® el car¨¢cter de mi padre. Sent¨ªa fascinaci¨®n por la locura en sus formas m¨¢s extremas y violentas, pero aquellos enfermos a cuyo cuidado dedic¨® por completo su trabajo y su vida, le inspiraban una inmensa piedad. Como m¨¦dico, sent¨ªa una infinita compasi¨®n por hombres y mujeres que hab¨ªan cometido actos monstruosos y que estaban a su cargo. Esa misma fascinaci¨®n ocupa el centro de mi escritura¡±.
Desde que empez¨® a publicar, se encasill¨® a McGrath como escritor de g¨¦nero, a caballo entre la est¨¦tica g¨®tica y la indagaci¨®n psicol¨®gica. ¡°Hay un hilo conductor que va directamente de la novela g¨®tica del XIX, cuando a¨²n no exist¨ªa el psicoan¨¢lisis, a Freud. Las dos son formas v¨¢lidas de explorar el inconsciente, los sue?os o las perturbaciones de la mente. Los vampiros o la figura del doble, son maneras de adentrarse en lo m¨¢s recondito del yo. Sin duda, Sigmund Freud es el gran continuador de la novela g¨®tica¡±. ?Siente Patrick McGrath que encasillarlo como escritor de g¨¦nero es una manera de rebajar lo que hace? ¡°La literatura de g¨¦nero es un veh¨ªculo perfectamente adecuado para explorar la naturaleza humana o los problemas de la sociedad. Dr¨¢cula, de Bram Stoker o Frankenstein, de Mary Shelley, son, adem¨¢s de obras maestras, novelas de ideas. Eso s¨ª, no le pidas a los cr¨ªticos que las pongan a la altura de Dickens. En cuanto a m¨ª, lo g¨®tico no es el ¨²nico ingrediente de mi escritura. Me ocupo de muchas otras cosas, sobre todo en el plano de las relaciones entre hombre y mujer, o los traumas que padecen".
El novelista ingl¨¦s ahonda en la psiquis del individuo en ¡®Constance¡¯
Tras unos a?os en Canad¨¢, McGrath se traslad¨® a Nueva York, ciudad a la que, seg¨²n afirma, le debe haber llegado a ser novelista. El escritor que m¨¢s influy¨® en ¨¦l durante sus a?os de aprendizaje fue John Hawkes (1925-1998). ¡°Un d¨ªa cay¨® en mis manos un ejemplar de Travesti, una novela oscura, de estilo tenso y elegante. Cuando la termin¨¦ me dije: ¡®Quiero escribir as¨ª¡±. La revelaci¨®n de McGrath es, cuando menos, desconcertante. Su literatura est¨¢ en las ant¨ªpodas de la de John Hawkes, autor que cultivaba un experimentalismo radical que le llev¨® a proclamar, en un conocido manifiesto, que los enemigos de la ficci¨®n son el argumento, los personajes, el escenario y el tema. Entre risas, McGrath comenta: ¡°Es verdad que dijo eso, pero ning¨²n manifiesto puede quitarle a Hawkes la fuerza descomunal de su escritura¡±.
Aunque mucho m¨¢s convencionales que las de Hawkes, algunas de las obras de McGrath son considerablemente potentes y oscuras, como Spider (1990), novela narrada por un esquizofr¨¦nico que fue llevada al cine por David Cronenberg, Locura (1996) o la inquietante Port Mungo (2004). La recepci¨®n de Constance, su ¨²ltima novela, ha sido m¨¢s bien tibia. En ella, el autor trata de desvelar el enigma de esa joven casada que parece da?ar a la gente que se le aproxima. Ambientada en Nueva York y sus alrededores a mediados de la d¨¦cada de los sesenta, la trama que McGrath urde en torno a la inescrutable protagonista es de la m¨¢s pura raigambre g¨®tica. ¡°La novela naci¨® un d¨ªa que vi una casa muy extra?a a orillas del Hudson. No me pude quitar aquella imagen de la cabeza, y tuve que imaginar la historia de sus ocupantes. Tard¨¦ cinco a?os en escribirla y en cierto modo no la he terminado. Sigo sin entender a Constance¡±.
McGrath escribi¨® la novela tres veces. Primero lo hizo desde el punto de vista de la protagonista. ¡°Cuando termin¨¦ no estaba convencido. No me acababa de gustar la idea de que la narraci¨®n estuviera a merced de una mente tan fr¨ªa y tan extra?a como la de Constance, as¨ª que escrib¨ª una segunda versi¨®n desde el punto de vista de su marido. Cuando acab¨¦ me di cuenta de que echaba de menos a Constance, as¨ª que escrib¨ª una tercera versi¨®n d¨¢ndole la voz alternativamente a los dos¡±.
La fascinaci¨®n por quienes cometen actos monstruosos ocupa mi escritura¡±
El escritor asegura sentirse igualmente c¨®modo instalado en la psicolog¨ªa de un personaje masculino o femenino. Sin embargo, es un hecho que sus novelas tienen mucho m¨¢s ¨¦xito entre las mujeres. ¡°Cierto. El fen¨®meno es particularmente llamativo en Italia, donde el 70 por ciento de quienes leen mis libros son mujeres. Yo escribo acerca de asuntos como el matrimonio, la pareja, las relaciones rom¨¢nticas o sexuales. Creo que eso influye, aunque por otra parte es un dato objetivo que, se trate de la clase de literatura que sea, las mujeres leen m¨¢s que los hombres¡±.
Ocho t¨ªtulos para una bibliograf¨ªa
The Grotesque?(1989).
Spider (1990).
Dr. Haggard's Disease (1993).
Locura (1996).
Martha Peake (2000).
Port Mungo (2004).
Trauma(2008).
Constance (2013).
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