Mi hermano mayor
Muy pocos pueden presumir de su gigantesca estatura humana. Haber sido su amigo es el mayor orgullo de mi vida
En estos momentos tan dif¨ªciles, queda al menos un consuelo: Paco de Luc¨ªa ha muerto muy joven, pero ha vivido tres vidas al menos. Quiz¨¢ nadie ha tocado m¨¢s horas la guitarra que ¨¦l y desde luego muy pocos pueden presumir de su gigantesca estatura humana. Haber sido su amigo es el mayor orgullo de mi vida.
Para m¨ª, Paco empez¨® siendo un ¨ªdolo para convertirse en un maestro y acabar haciendo las veces de un hermano mayor. Era esa persona a la que siempre pod¨ªas acudir para preguntarle qu¨¦ era lo m¨¢s conveniente para tu carrera, porque ¨¦l hab¨ªa pasado por todas las etapas posibles. De ah¨ª que todos los flamencos hayan amanecido este d¨ªa tan gris hu¨¦rfanos del faro que nos indicaba el camino.
Era, muy probablemente, el mejor guitarrista de todos los tiempos. Y todos los int¨¦rpretes con los que yo me he cruzado en la vida, de Keith Richards a Pat Metheny, lo han reconocido. Pero no solo eso. Justo es recordar ahora su faceta como el gran productor y compositor del flamenco. Casi todos los elementos que definen el g¨¦nero desde un punto de vista contempor¨¢neo, desde los coros hasta el caj¨®n o ciertos toques y modos de hacer, se los debemos a ¨¦l.
Quiz¨¢ eso se deba a que siempre estuvo en contacto con las nuevas generaciones y era el m¨¢s joven de todos los guitarristas flamencos. Aquellos que asistieron a su investidura como doctor honoris causa por el Berklee College of Music lo recordar¨¢n a buen seguro con esa vitalidad contagiosa, que era capaz de hechizar tambi¨¦n a leyendas como el pianista Chick Corea.
Recuerdo una an¨¦cdota entre ambos que explica bien el magnetismo que era capaz de desplegar Paco: en cierta ocasi¨®n Corea le dijo: ¡®Paco, salgamos de gira con mi banda y t¨² tocas. O vamos con tu banda y yo toco. O sino, toca t¨² y yo bailo¡¯. Chick, como todos los m¨²sicos del mundo, se conformaba con cualquier cosa, siempre que fuese tocar con ¨¦l.
Hoy, llena de tristeza a m¨²sicos y aficionados de todo el mundo saber que viv¨ªa lleno de proyectos. Hab¨ªa ido a pasar unos meses en La Habana, quer¨ªa que sus hijos, Antonia y Diego, conocieran aquello. Fue a ver tres veces a Los Van Van, el legendario grupo cubano, y pensaban trabajar juntos en una pr¨®xima colaboraci¨®n. En Canc¨²n estaba porque quer¨ªa grabar un disco de flamenco.
Desgraciadamente, nunca lo escucharemos.
Javier Lim¨®n es m¨²sico y productor
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