C¨®mo ser cordero en un mundo de lobos
La compa?¨ªa 13 entre L y M lleva 'El alma buena de Se-Chuan', de Bertolt Brecht, al Matadero La obra cuestiona si es posible la bondad en un mundo de capitalismo salvaje
?Es posible ser bueno en un mundo obligado a la mezquindad para sobrevivir? Es la pregunta que se planteaba el dramaturgo alem¨¢n Bertolt Brecht cuando comenz¨® a escribir El alma buena de Se-Chuan en 1938. El escritor lleg¨® al ep¨ªlogo de la obra sin hallar una soluci¨®n. M¨¢s de tres cuartos de siglo despu¨¦s, con el capitalismo convertido en posici¨®n hegem¨®nica, en una Europa basada (te¨®ricamente) en la colaboraci¨®n y no el conflicto b¨¦lico, en el mundo sin fronteras de Internet, la pregunta sigue estando vigente. La compa?¨ªa 13 entre L y M plantea su propia versi¨®n del texto de Brecht ¡ªen las madrile?as Naves del Espa?ol, en el Matadero, entre el 26 de febrero y 16 de marzo¡ª y tampoco encuentra una respuesta.?
Informaci¨®n ¨²til
'El alma buena de Se-Chuan', de la compa?¨ªa 13 entre L y M
D¨®nde: Sala 1 de las Naves del Espa?ol, Matadero. Paseo de la Chopera, s/n, Madrid. Metro Legazpi.
Cu¨¢ndo: del 26 de febrero al 16 de marzo de 2014.?De martes a s¨¢bado a las 20.00 y domingo a las 19.00.
Precio: 18 €. Martes, mi¨¦rcoles y jueves 25% de descuento.
Duraci¨®n: 1h50min.
"Esta sociedad ha llegado a un momento en el que cierto valores, como el altruismo, se conciben como un lujo", explica el director del montaje, Vladimir Cruz. La protagonista de la obra, la prostituta Shen-T¨¦ (Raquel Ramos), la mejor persona del pueblo m¨ªtico de Se-Chuan, no puede permitirse seguir siendo buena si quiere conservar el negocio con el que los dioses han premiado su pureza. Para mantener la moral intacta, se inventa un alter ego, su primo Shui-T, que se hace respetar gracias a su falta de humanidad. Tras la f¨¢bula, un "cuento chino", la revuelta de Brecht ante dos evidencias pol¨ªticas. Por una parte, el capitalismo salvaje no parece permitir prebendas como la bondad. Adem¨¢s, los dioses (o los poderosos, o la sociedad) parecen premiar a los buenos, pero no les explican c¨®mo conservar su virtud en mitad de un mundo despiadado. Como resume Cruz: "Si ganas 500 euros, no puedes ir dando dinero en el metro, por mucho que quieras y aunque haya gente peor que t¨²".
?El alma buena de Se-Chuan se representa en un momento en que las condiciones materiales (siguiendo la l¨®gica marxista del propio Brecht) parecen imponerse sobre cualquier otra consideraci¨®n ¨¦tica. La obra parece, como resume el director, "escrita ayer por la tarde". La producci¨®n de 13 entre L y M (formaci¨®n internacional afincada en Madrid integrada por cubanos, espa?oles y un colombiano) est¨¢ tambi¨¦n directamente afectada por el contexto.?"Todo lo que utilizamos se puede meter en una maleta", explica Jes¨²s Prieto, director de la compa?¨ªa, que no del montaje. Los materiales utilizados son elementos de almacenaje y pl¨¢sticos ("la envoltura de todos los productos de consumo") y los 22 personajes del montaje son representados por tan solo ocho actores (Raquel Ramos, Jordi Soler, Ana Hern¨¢ndez Sanchiz, Juan Pablo Shuk, Jes¨²s Prieto, Rafael Ramos de Castro, Dayana Contreras y el propio Vladimir Cruz). Nada que ver con la ¨²ltima versi¨®n de la obra escenificada en Madrid, estrenada por el Centro Dram¨¢tico Nacional en 2006. La crisis ni siquiera parec¨ªa probable entonces y la direcci¨®n de Luis Blat contaba con 26 actores, vestuario de ¨¦poca y una escenograf¨ªa con mastod¨®nticas ilustraciones japonesas originales. Otro mundo.
Trailer de 'El alma buena de Se-Chuan', de la compa?¨ªa 13 entre L y M.?
Hay m¨¢s dificultades, adem¨¢s de las monetarias, para enfrentarse al texto brechtiano, de una complejidad mec¨¢nica (m¨²sica, interludios, letreros, efectos de iluminaci¨®n y escenograf¨ªa descritos en minuciosas acotaciones) dif¨ªcil de reproducir. "Los cl¨¢sicos no tienen que mostrarse como un museo, una cosa empolvada. A m¨ª lo que me interesa es el di¨¢logo con ellos. Intentamos hacer una versi¨®n para nuestros d¨ªas, adecuada a la cultura visual y pol¨ªtica de nuestros d¨ªas. La versi¨®n original dura tres horas, y hemos suprimido partes demasiado did¨¢cticas, o explicaciones que el p¨²blico ya no necesita", explica Cruz.
Por lo dem¨¢s, defiende el director cubano, Brecht sigue tan fresco como hace 70 a?os. "Todo arte, si es bueno, es tambi¨¦n entretenimiento", recuerda parafraseando al maestro alem¨¢n. El consabido distanciamiento propuesto por Brecht se sostiene en los n¨²meros musicales (con la m¨²sical original de Paul Dessau versionada para piano) y se mantiene el desparpajo de la acci¨®n narrada. Los personajes no solo hacen, sino que cuentan lo que ha ocurrido pasando de la narraci¨®n a la actuaci¨®n. Como lo har¨ªa, en resumen, el pescadero o la vecina de enfrente.
Todo sea por quitar "la mala fama" de encima al autor alem¨¢n, considerado fr¨ªo, dif¨ªcil o incluso ingenuo en determinados c¨ªrculos teatrales. "En Am¨¦rica Latina es otra cosa lo que pasa con Brecht, se ha representado mucho m¨¢s que aqu¨ª", cuenta Vladimir Cruz. "Sin embargo, cuando yo hice la tesis sobre esta obra solo hab¨ªa un ejemplar en la Biblioteca Nacional. ?Los alumnos ten¨ªamos que copiar el texto a mano!".
"Ante la frivolidad de nuestra muchas veces adormecida pr¨¢ctica teatral sentimos la necesidad de un teatro que refleje al ser humano como ser social", explica el director en su declaraci¨®n de intenciones. O, en palabras de Brecht, "El que quiera ver s¨®lo las cosas que entiende no debe ir al teatro, sino al ba?o".
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