Y el invento cuaj¨®

Cuando cumpl¨ª mi primer contrato con Paco de Luc¨ªa deb¨ªa de tener unos 18 a?os. Aterrizamos en Bruselas para el concierto. Era ya tarde, y el taxista, que nos llevaba directamente al teatro, quiso que conoci¨¦ramos mejor la ciudad. Cuando al fin llegamos Paco estaba a punto de salir al escenario. Se dice que el flamenco es m¨¢s espont¨¢neo que ensayado. As¨ª que ¨¦l, consciente o no, no nos hab¨ªa dado demasiadas instrucciones. Ya en el escenario, cuando ¨ªbamos a tocar el arreglo de la Danza del fuegode Falla, va y me dice Paco: ¡°?Solo de flauta!¡±. Y yo: ¡°?C¨®mo?¡±. Y ¨¦l: ¡°?Que toques algo solo!¡±. As¨ª que en ese momento no me qued¨® otra que buscarme la vida.

?Antes de aquella noche inolvidable, nos hab¨ªamos encontrado en 1979 en los estudios de la Philips en Madrid, donde empez¨¢bamos a grabar, con el grupo Dolores, el disco Asa-Nisi-Masa, mientras ¨¦l ultimaba su homenaje discogr¨¢fico a Manuel de Falla. Nos invit¨® a grabar con ¨¦l la Danza del fuego y La canci¨®n del fuego fatuo. ?l registr¨® para nosotros un tema titulado ?Por d¨®nde caminas? Ah¨ª comenz¨® una relaci¨®n que se extendi¨® durante a?os de giras, grabaciones, conciertos y dem¨¢s juergas.

Son cientos las an¨¦cdotas que se atropellan en mis recuerdos. Paco, a sabiendas de que parte de la tradici¨®n flamenca iba a rechazar el nuevo sonido que surg¨ªa, fue fiel a su tiempo y a lo que le toc¨® vivir. Y aire¨® por el mundo un concepto diferente del flamenco hasta entonces conocido. Recuerdo otra noche de 20 a?os despu¨¦s, con Rubem Dantas, Carles Benavent, Joaqu¨ªn Grilo, Duquende y Ram¨®n de Algeciras. Est¨¢bamos en Jap¨®n, durante una gira del sexteto. ?l dijo que ninguno de los que est¨¢bamos all¨ª, ni ¨¦l mismo, ten¨ªamos, dos d¨¦cadas atr¨¢s, la conciencia de estar creando nada tan duradero. Y que tan solo trat¨¢bamos de vivir el presente con ilusi¨®n y buena energ¨ªa.

Pero el invento cuaj¨®. Y disfrutamos de hacer m¨²sica juntos durante todo ese tiempo, en el que ¨¦ramos como una verdadera familia. Aunque en estos momentos, obviamente, me tengo que acordar de su familia m¨¢s cercana, que sufren su m¨¢s aut¨¦ntica ausencia.

La ¨²ltima vez que lo vi fue el pasado diciembre, en su casa de Yucat¨¢n, disfrutamos de unas tardes charlando de la m¨²sica, de los compa?eros¡­.

Comparto con muchos aficionados a la m¨²sica y al flamenco, adem¨¢s del duelo, que para m¨ª Paco tambi¨¦n ha sido un faro que no se extingue con su desaparici¨®n de este mundo, aunque yo adem¨¢s lo disfrut¨¦ como un hermano mayor, tambi¨¦n disfrut¨¦ con su salero especial de su humanidad contradictoria, su pausado inconformismo, su rebeld¨ªa conservadora y su imaginaci¨®n realista.

As¨ª que: ?Paco!, sin prisa, m¨ªrate a ver un bolito all¨¢ donde est¨¦s.

Jorge Pardo es saxofonista y premio al mejor m¨²sico de jazz europeo de 2013. Fue miembro del Paco de Luc¨ªa Sextet.