Alejandro Rica?o: ¡°Shakespeare no escrib¨ªa sobre Iztapalapa¡±

En los teatros de M¨¦xico su nombre se distingue en medio de una cartelera llena de escritores extranjeros. El joven dramaturgo Alejandro Rica?o (Xalapa, 1983) ha logrado llevar a los escenarios del teatro mexicano exitosas obras que apuestan a que el p¨²blico se reconozca en ellas, a trav¨¦s de la exposici¨®n de la idiosincrasia de su pa¨ªs. Apenas hace un mes termin¨® la exhibici¨®n de Cada vez nos despedimos mejor, un mon¨®logo protagonizado por Diego Luna, y en la ¨²ltima semana ha estrenado Un hombre ajeno, tambi¨¦n la historia de un solo hombre contada por tres actores: Jos¨¦ Mar¨ªa Jazpik, Osvaldo Benavides y Adri¨¢n V¨¢zquez.

Pero el camino de Rica?o comenz¨® hace unos a?os en Xalapa (Estado de Veracruz, este de M¨¦xico) cuando con poco dinero y lejos de los reflectores escribi¨® y mont¨® M¨¢s peque?os que el Guggenheim, la historia de dos dramaturgos que con una beca de estudios se van a Espa?a y sue?an con montar una obra de teatro que est¨¢ incompleta. Un poco autobiogr¨¢fica y a la vez no. M¨¢s peque?os que el Guggenheim contaba tambi¨¦n el drama de los j¨®venes reci¨¦n egresados de la facultad que no logran cristalizar sus sue?os laborales. A Rica?o le consigui¨® el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido en 2008 y lo catapult¨® al circuito del teatro comercial.

¡°Creo que debemos de escribir de lo que sabemos. Mis textos funcionan en el rango de edad de entre 20 y 40 a?os porque estoy all¨ª, y trato de ser muy honesto con lo siento y con lo que pienso, a riesgo de perder mi reputaci¨®n. Siempre trato de ser muy franco en el texto y creo que esa honestidad hace que el espectador, sobre todo de mi generaci¨®n, se sienta identificado¡±, explica Rica?o en entrevista con EL PA?S.

Nacido en una familia de ingenieros y bi¨®logos, Rica?o se describe como un dramaturgo ¡°clase mediero con una vida ordinaria¡±, de la que ha tomado experiencias para contar sobre las tablas. No niega que algunos de sus personajes est¨¢n creados con base en an¨¦cdotas de sus amigos y familia, e incluso que algunos de ellos se reconocen en sus obras. Sus influencias, asegura, van desde las obras de Samuel Beckett y Moli¨¨re, pasando por la literatura de Albert Camus y Paul Auster hasta llegar a las pel¨ªculas de Wes Anderson y Paul Thomas Anderson, pero nunca sin dejar pasar el d¨ªa a d¨ªa en M¨¦xico.

Est¨¢, por ejemplo, Tom¨¢s ¨Cel protagonista de Un hombre ajeno¡ªun hombre que a sus 40 a?os decide ponerse en contacto con un viejo amor de la primaria para tratar de encontrarse y cuestionar su mundo. Un personaje que, seg¨²n Rica?o, est¨¢ inspirado de alguna forma en El extranjero de Camus, pero cuya historia se desarrolla en la ciudad de Tijuana. Tambi¨¦n est¨¢ Mateo en Cada vez nos despedimos mejor, un joven de 30 a?os que rememora al amor de su vida a trav¨¦s de episodios de la historia contempor¨¢nea de M¨¦xico. En ella, igual recuerda el terremoto de 1985 y la matanza de Acteal en 1997 hasta las elecciones presidenciales de 2012.

Para contar estas historias, Rica?o recurre al humor negro y tambi¨¦n a tocar las situaciones y emociones m¨¢s primarias para crear empat¨ªa con el espectador. Las risas en la sala de teatro van a veces acompa?adas de un sabor a amarga realidad, que seg¨²n el dramaturgo, desarma a su p¨²blico para tocar temas como el desamor, el suicidio, la infidelidad o la muerte. Sobre escena los actores requieren de un alto nivel de concentraci¨®n para dar fluidez a los textos de Rica?o que tienen una importante base narrativa.

¡°Apelo mucho a la narraci¨®n frontal, a coreografiar, a estar moviendo la composici¨®n esc¨¦nica conforme va a pasando. Voy encontrando la forma de contar contextos que no son convencionales, que no son del todo narrados, ni del todo dialogados¡±, describe el tambi¨¦n director, que reconoce que la clave del ¨¦xito de sus montajes ha sido sumergirse completamente en la producci¨®n de cada una de sus obras. En la noche del estreno de Un hombre ajeno, por ejemplo, Rica?o afinaba detalles tanto con los actores como con los iluminadores.

La entrada del dramaturgo al circuito del teatro comercial en M¨¦xico le ha permitido observar la carencia de producciones contempor¨¢neas hechas en el pa¨ªs que son superadas por adaptaciones de f¨®rmulas extranjeras que ya han probado su ¨¦xito en Broadway y el West End. Rica?o apunta a que ahora mismo el teatro en M¨¦xico est¨¢ resurgiendo lentamente para contar historias m¨¢s cercanas al entorno actual de los espectadores. ¡°Shakespeare no escrib¨ªa sobre Iztapalapa¡±, sentencia el dramaturgo sobre uno de los barrios m¨¢s populares de la Ciudad de M¨¦xico.

Y explica que existe una brecha entre quienes escriben teatro contempor¨¢neo y quienes montan el cl¨¢sico en la capital del pa¨ªs. ¡°Tenemos una escuela viejita de teatro. A los directores les ense?aron a montar cl¨¢sicos, no les ense?aron a montar textos contempor¨¢neos, de hecho con los actores la queja de los directores j¨®venes es que los reci¨¦n egresados de las escuelas de teatro en M¨¦xico no saben interpretar textos contempor¨¢neos, entonces de entrada tenemos que luchar con eso¡±. Rica?o reconoce que el reto del teatro mexicano es descartar un poco lo cl¨¢sico y arriesgarse a contar lo que a¨²n no se ha dicho.