Montaje
Ten¨ªa conocimiento de que iban a exhibir un programa especial de Jordi ?vole sobre el 23-F. Y aclaro que no me importa que me manipulen a condici¨®n de que me crea lo que est¨¢n contando
No he o¨ªdo nunca la grabaci¨®n completa del programa radiof¨®nico que perpetr¨® el juguet¨®n Orson Welles y en el que convenci¨® a infinitos y aterrorizados oyentes de que los marcianos estaban invadiendo Estados Unidos, pero estoy convencido que en ese momento me hubiera escondido en el fondo de un armario o debajo de la cama. Lo asegura alguien especialmente miedoso, pero que no cree en los encuentros en la tercera fase, ni en primera, ni en segunda con los amigos o los enemigos de otros planetas, ni en dioses, ni en diablos (s¨ª en el mal, pero sus atributos no son et¨¦reos sino salvajemente terrenales), ni en el m¨¢s all¨¢, ni en la reencarnaci¨®n. Solo en la certidumbre de que todo acaba con la muerte. Me hubiera ocultado o suplicado auxilio porque la voz de Welles y su grandiosa capacidad art¨ªstica me pod¨ªan hacer creer, alterar, cuestionarme lo que a ¨¦l le diera la gana.
Ten¨ªa conocimiento de que iban a exhibir un programa especial de Jordi ?vole sobre el 23-F. Suelo ver el trabajo de este hombre. Ha hecho cosas distintas, inteligentes, necesarias. Desde hace un tiempo tengo la sensaci¨®n en Salvados de que solo voy a escuchar lo que yo deseo o¨ªr, que se sacrifican o se eluden los matices y el reverso. Y aclaro que no me importa que me manipulen a condici¨®n de que me crea lo que est¨¢n contando. Llego tarde y me encuentro con secuencias de una pel¨ªcula de Garci que me resulta especialmente estomagante titulada Volver a empezar. Cuentan que en los nombres de los personajes est¨¢n las claves de un montaje sobre el 23-F. Apago la tele, me tomo mis pastillas, me voy a la cama, duermo.
Una hora m¨¢s tarde me llama un amigo en estado alterado. Es el mismo que me dio la noticia del golpe aquel abyecto d¨ªa de 1981. Entonces ¨¦l cre¨ªa haber escuchado en la radio que los esperpentos armados hab¨ªan asaltado el Parlamento matando a gente. Ahora me asegura que en el programa de ?vole se demuestra que todo fue un montaje. Le pido que me deje dormir, que me da igual, que paso. No le di tiempo a ?vole ni para sentirme fascinado ni estafado. No sab¨ªa que I?aki Gabilondo se hab¨ªa prestado al juego. Para m¨ª, es alguien que posee autoridad profesional y moral. Por no llegar a escucharle gan¨¦ varias horas de sue?o. Me alegro. Tampoco recupero el programa.
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