El cine franc¨¦s pierde a su patriarca
Alain Resnais fallece en Par¨ªs a los 91 a?os Autor de cl¨¢sicos como ¡®Hiroshima mon amour¡¯ nunca perdi¨® el compromiso con la b¨²squeda de nuevos caminos
Alain Resnais, fallecido ayer en Par¨ªs a los 91 a?os, fue, junto con Jean-Luc Godard, el m¨¢s innovador o experimental cineasta surgido de la nueva ola francesa. A diferencia de sus colegas, frecuent¨® las aulas acad¨¦micas del IDHEC (Instituto Estatal de Cine) y desde 1947 realiz¨® documentales tan deslumbrantes como Van Gogh (1950), coronado con un Oscar, Guernica (1950) y Noche y niebla (1956), sobre los campos de exterminio nazis. Ingres¨® en el largometraje con el apoyo textual de dos figuras centrales del nouveau roman franc¨¦s: Marguerite Duras (Hiroshima mon amour, 1959), un cine-poema r¨ªtmico sobre las intolerancias personales derivadas de las guerras, y Alain Robbe-Grillet (El a?o pasado en Marienbad, 1961), suntuoso experimento laber¨ªntico y herm¨¦tico premiado en Venecia, que el realizador mostr¨® en privado a Andr¨¦ Breton, pero al que este neg¨® su estatuto surrealista, seg¨²n me cont¨® Robbe-Grillet. Busc¨® luego la colaboraci¨®n de Jorge Sempr¨²n como guionista para La guerre es finie (1966), de aliento pol¨ªtico autobiogr¨¢fico para el escritor y ajuste de cuentas con su pasado clandestino como militante comunista, y Stavisky (1974), sobre la vida y entuertos de este famoso estafador de origen ruso que hizo tambalear en 1934 al mundo financiero franc¨¦s. Por entonces ya Resnais hab¨ªa demostrado su capacidad de diversificaci¨®n tem¨¢tica, con la incursi¨®n en el universo fantacient¨ªfico de Je t?aime, je t?aime (1968), una deriva muy imaginativa que no debe poco a la afici¨®n del director al universo de los c¨®mics, territorio gr¨¢fico en el que Resnais descoll¨® como una verdadera autoridad. Esta huella se hall¨® tambi¨¦n en Muriel (1963), saturado por un cromatismo kitsch propio del universo provinciano en el que transcurre la acci¨®n.
Intelectual l¨²cido, sab¨ªa que la esperanza no espera al girar la esquina
En la segunda mitad de la d¨¦cada, cuando muchos j¨®venes realizadores que aspiraban a consagrarse en la nueva ola hab¨ªan perecido en el intento, tan solo quedaban en pie de aquel renovador empuje creativo Fran?ois Truffat, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Jacques Rivette, Louis Malle y Alain Resnais. Este, nacido en 1922, era el mayor de todos ¡ªllevaba 10 a?os o m¨¢s a casi todos ellos¡ª y era contemplado como el maestro por antonomasia, casado por dem¨¢s con su ayudante Florence Malraux, hija del ilustre autor de La condici¨®n humana. Su universo carec¨ªa de las turbulencias experimentales de Godard o del sentimentalismo romanesque de Truffaut, pese a un t¨ªtulo suyo como La vie est un roman (1983), que dio la vuelta a las convenciones sentimentales m¨¢s banales. Su impulso experimentalista volvi¨® a demostrarse con el original d¨ªptico Smoking/No smoking (1993), en donde demostr¨® que ofrecer o rehusar fuego a un fumador o fumadora desconocidos puede cambiar el curso de nuestras vidas. Le sigui¨® el homenaje musical de On connait la chanson (1996). Fue premiado en Venecia por su seguimiento de las vidas heterog¨¦neas de seis personajes en Par¨ªs, en Coeurs, que en Espa?a se titul¨® Asuntos privados en lugares p¨²blicos. Y en Cannes se galardon¨® el conjunto de su obra al presentar all¨ª Las malas hierbas (2009). Convertido en un cineasta nonagenario, tuvo todav¨ªa el empuje de ofrecernos el ¨ªmpetu de Vous n?avez encore rien vu (2012) y Amar, beber, cantar (2014), un buen t¨ªtulo hedonista para despedirse de este mundo.
Alain Resnais reanud¨® con originalidad la tradici¨®n del cine-poema, que hab¨ªa declinado desde los inicios del cine sonoro, lo que no le impidi¨® incursiones en territorios m¨¢s ¨¢speros y prosaicos, como el de las luchas pol¨ªticas desesperanzadas o los desencuentros amorosos. Como intelectual l¨²cido, sab¨ªa que la esperanza no siempre nos espera a la vuelta de la esquina. Desaparecida su gigantesca figura, ya solo permanece vivo un realizador de aquella explosi¨®n creativa producida en Par¨ªs en 1959 ¡ªbautizada como nueva ola¡ª y que inaugur¨® el cine de autor sobre el que se ha edificado nuestra modernidad audiovisual.
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