La huella de la sospecha
Alexandre Postel retrata en su primera novela, premio Goncourt, la transformaci¨®n psicol¨®gica de un personaje acusado de pedofilia
"Pocas horas antes de que se le vinieran encima el espanto y la verg¨¹enza¡". As¨ª comienza la novela Un hombre al margen, opera prima del escritor y profesor de literatura franc¨¦s Alexandre Postel (Colombes, 1982). La obra, editada por N¨®rdica en castellano, recibi¨® el premio Goncourt a la mejor primera novela, lo que le permiti¨® ser publicada en su prestigiosa colecci¨®n blanca.
?Como la portada de la edici¨®n francesa (Un homme effac¨¦, 2013), la novela de Postel est¨¢ llena de s¨ªmbolos y falsas apariencias. El t¨ªtulo original de la obra es Un hombre borrado. En el dise?o de la colecci¨®n fundada por Gaston Gallimard no aparece ninguna imagen: tan solo figuran, en un triple recuadro, el nombre del autor, el t¨ªtulo, las siglas NRF ¡ªalusi¨®n al nombre original de la editorial, Nouvelle Revue Fran?aise¡ª y el editor. Ni siquiera el fondo de la cubierta es realmente blanco, sino beige.
?De forma paralela, en la novela de Postel casi nada es lo que parece. Su protagonista, Damien North, es un profesor retra¨ªdo que ense?a filosof¨ªa en la universidad. Un enredo inform¨¢tico lo envuelve en una trama policiaca que ir¨¢ pelando las sucesivas capas del personaje y exponiendo el lado oscuro (pedofilia, envidias, paranoia) de una microsociedad neurotizada e hip¨®crita.
"Para escribir el libro me inspir¨¦ en la actualidad y en la existencia de un mundo virtual m¨¢s all¨¢ del aspecto criminal", explica Postel. "La naturaleza particular de los hechos descritos provoca el aislamiento y la soledad del protagonista, pero, sobre todo, me interesa c¨®mo la evoluci¨®n de la trama lleva al personaje a interrogarse sobre s¨ª mismo, un proceso esencial en el g¨¦nero novelesco".
Para el autor, la omnipresencia de Internet en nuestras vidas ha entra?ado "una modificaci¨®n antropol¨®gica en las relaciones humanas" que estimulan la curiosidad, la investigaci¨®n e incluso la caza del otro. La confusi¨®n entre inocencia y culpabilidad y la reinterpretaci¨®n del pasado a trav¨¦s de una memoria contaminada por la sospecha son empleadas por el novelista para reflejar, con abundancia de notas psicol¨®gicas y descriptivas, el proceso interno al que se ven sometidos el protagonista y su entorno inmediato.
Postel, de padre franc¨¦s y madre inglesa, admite la influencia de Alfred Hitchcock, un cineasta al que admira. Como en las pel¨ªculas del realizador brit¨¢nico, la narraci¨®n utiliza el simbolismo (el inter¨¦s de Damien North por Descartes y la ¨®ptica, un polic¨ªa que se llama Delenda y necesita verificar las huellas incriminatorias) y, en ocasiones, el humor para intentar que el autor se introduzca en la atormentada mente del protagonista.
La narraci¨®n conjuga "la melancol¨ªa y la amargura" que desencadenan los hechos y revuelven al protagonista con una sutil cr¨ªtica social, desde la demonizaci¨®n de la homosexualidad a la p¨¦rdida de libertades. Y ofrece una reflexi¨®n sobre "la persistencia retiniana" de las im¨¢genes, el sensacionalismo medi¨¢tico y la rapidez con la que la sociedad puede juzgar a las personas con meros indicios de culpabilidad. Como buen profesor de filosof¨ªa, el protagonista ofrece, a trav¨¦s de su voz interior, un ejercicio de reflexi¨®n plat¨®nica en torno a la verosimilitud. ?D¨®nde reposa nuestra percepci¨®n de la verdad? ?C¨®mo nos afecta la percepci¨®n, fundada o infundada, que tiene el entorno de nosotros mismos?
Algunas de esas cuestiones son vehiculadas por la referencia a la ¨®ptica, "un elemento que atraviesa toda la novela", seg¨²n Postel. El motivo es que "es una obra que habla de la mirada de los otros, y de c¨®mo esa mirada incide tambi¨¦n en el 'ojo interior' de la persona".
En ese proceso de verificaci¨®n surge la introspecci¨®n dolorosa, se instala la duda y se ponen en tela de juicio las ideas preconcebidas. El lector se encuentra ante una realidad "opaca", seg¨²n el autor, que entronca con el tratamiento de los personajes creados por Georges Simenon. "No tanto el del detective Maigret, como el de otras obras en las que el escritor sale a la b¨²squeda del 'hombre desnudo': el individuo que afronta una crisis y se ve despojado de esa opacidad misteriosa", afirma Postel.
La obra tiene tambi¨¦n elementos que se refieren de forma sat¨ªrica a la psiquiatr¨ªa y "a la instrumentalizaci¨®n del discurso cient¨ªfico sobre el alma", seg¨²n el autor. Al mismo tiempo, "el personaje se ve conducido a realizar un psicoan¨¢lisis sobre s¨ª mismo", analizado a su vez por el lector. Al final de Un hombre al margen, se hace evidente, a trav¨¦s de las l¨ªneas trazadas entre diferentes personajes del relato, que la ambig¨¹edad de sus protagonistas es un trasunto confuso de la vida real.
As¨ª concluye un personaje de la novela: "Todas las sociedades descansan sobre un conjunto de ficciones ¡ªsobre todo jur¨ªdicas¡ª destinadas a dotar de coherencia y continuidad a un mundo que carece cruelmente de ellas".
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