Energ¨ªa ¡®soul¡¯ contra el c¨¢ncer

M¨¢s que nunca, luchar se ha convertido en un modo de existencia para Sharon Jones. Esta cantante de 58 a?os, que empez¨® a vivir de la m¨²sica apenas superado el medio siglo de vida, tras trabajar como funcionaria en una c¨¢rcel, se ha tenido que enfrentar a un enorme reto inesperado: el c¨¢ncer. ¡°Sent¨ª que me mor¨ªa cuando me lo dijeron¡±, asegura por tel¨¦fono desde su casa en Sharon Springs, en el Estado de Nueva York. ¡°Tuve que hacerme a la idea de a todo lo que me enfrentaba: la operaci¨®n, la quimioterapia, el reposo en casa...¡±, explica.

El calvario empez¨® antes. Tal y como cuenta la propia Jones con todo detalle, arrastraba unos fuertes dolores en la espalda, que se acentuaban cuando, en su vibrante y peculiar contoneo al m¨¢s puro estilo James Brown, se mov¨ªa sin parar sobre un escenario. Al principio, acudi¨® a masajistas, pero no se quitaban. Luego, las se?ales que le mandaba su cuerpo fueron muy preocupantes. Adelgaz¨® y sus ojos amarillearon. El m¨¦dico le confirm¨® lo peor: ten¨ªa c¨¢ncer de p¨¢ncreas en estado 2. ¡°Fue horrible. Era muy agresivo. En tres semanas, era otra persona¡±. En sus planes estaba la grabaci¨®n de un disco, pero tuvo que cancelarlo. Su vida se centr¨® en luchar contra la enfermedad. De nuevo, no se anda con remilgos al contarlo con su caracter¨ªstica voz grave, masticando cada palabra: ¡°He sentido como mis manos temblaban por la quimioterapia, como mis piernas no me sosten¨ªan, solo pensaba en la enfermedad¡±.

La cantante, una de las voces m¨¢s excitantes del g¨¦nero, publica nuevo disco

Tras un duro tratamiento de varias semanas, pudo finalmente reponerse y en verano acudi¨® al estudio de grabaci¨®n. El resultado: Give the people what they want (Daptone / Promola), otro notable disco que bebe de las fuentes primarias del soul de los sesenta, cargando m¨¢s que nunca las canciones de un delicioso funky bajo la encomiable labor de los Dap-Kings, ese combo de blancos que con sus metales escudan a la perfecci¨®n el arrebato vocal de Jones. La cantante no duda en reivindicar el soul como una m¨²sica que ¡°reconforta el coraz¨®n, cuenta buenas historias y hace bailar al mismo tiempo¡± sin necesidad de ser patrimonio de m¨²sicos negros. Y pone un ejemplo muy cercano. ¡°Los Pepper Pots. Esos chicos de Barcelona son j¨®venes y conocen el soul de siempre¡±.

Dice que todav¨ªa no sabe si est¨¢ preparada para la gira de presentaci¨®n del nuevo disco. Sometida a una dieta especial y a revisiones peri¨®dicas, su cuerpo no es el de antes, algo que se constata a primera vista por su cabeza rapada al cero, tal y como ya se la ha visto en alg¨²n programa de televisi¨®n, dejando atr¨¢s su peinado de trenzas. ¡°Estoy nerviosa. Tengo que enfrentarme a una situaci¨®n nueva en mi vida. Pero he estado varios meses sin salir de casa y no quiero seguir as¨ª. Necesito volver a la carretera¡±, explica. Mientras la medicina y su propio vitalismo hacen lo suyo, tal vez, esta indomable cantante encuentre sobre un escenario una raz¨®n m¨¢s, sino la mayor de todas, para superar el c¨¢ncer. ¡°La m¨²sica es mi felicidad, es mi alegr¨ªa¡±, dice. ¡°Cuando te centras en ella, tu esp¨ªritu y tu cuerpo entran en comuni¨®n¡±.