Despertar en una dulce pesadilla
El autor Juande Gardu?o visita el plat¨® de 'Welcome to Harmony', primer filme del fant¨¢stico espa?ol cofinanciado por Hollywood

Le ha costado casi la vida, literaria y literalmente. Pero Juan De Dios Gardu?o (Sevilla, 1980) ya vive su pesadilla. Con una sonrisa. En dos visitas al set de Welcome to Harmony en Budapest Gardu?o ha cumplido el sue?o de todo novelista, ver los personajes y escenarios de su imaginaci¨®n recreados por el mundo del cine con Matthew Fox a la cabeza del reparto. Y lo cumple haciendo historia: es el primer escritor del fant¨¢stico literario espa?ol que ve su pel¨ªcula realizada con un reparto internacional y con una major de por medio, Sony / Columbia Pictures ¡ªque ha asumido un tercio de los 4,5 millones de euros dejando completa libertad creativa a Vaca Films, cabeza visible del proyecto¡ª, en un momento de auge in¨¦dito para los autores nacionales del g¨¦nero.

La primera vez que Gardu?o mira el plat¨® de su criatura ¡ªla novela apocal¨ªptica con unos zombis a su manera Y pese a todo (Dolmen, 2011)¡ª, lo sobrecoge el silencio. Sonr¨ªe, pero no dice mucho. Alg¨²n: "Joe, joe" y poco m¨¢s. Ante ¨¦l tiene dos enormes casas cercadas por alambre de espino y con una l¨ªnea de estacas por si los monstruos, que los hay, con una carretera enterrada en la nieve (artificial) de la que medio asoman un par de coches y una motonieve que profetiza una futura huida al l¨ªmite. Matthew Fox est¨¢ al llegar, pero Gardu?o tiene tiempo para pasear por los 2.500 metros cuadrados de plat¨®, en el que una docena de t¨¦cnicos hormiguean aqu¨ª y all¨¢, con las caras cubiertas por mascarillas porque la nieve en polvo tiene la man¨ªa de queda suspendida y molestar la respiraci¨®n. Le da tiempo a brujulear en las casas de sus personajes, dos vecinos de una peque?a ciudad estadounidense que no pueden ni verse y se ver¨¢n obligados a convivir puerta con puerta con el postapocalipsis, uno con su perro (Matthew Fox) el otro con su hija. Dentro de una de las casas, la del Patrick de Matthew Fox ¡ªpolvo, botellas de whisky, un estudio radiof¨®nico, un candil, un mando de Playstation y m¨¢s polvo¡ª exclama por primera vez: ¡°Es igual que lo imaginaba. ?Calcado!¡±. No ser¨¢ la ¨²ltima.
De la nada al todo
"?ramos pobres, sin m¨¢s". As¨ª se encontr¨® Juande Gardu?o cuando escribi¨® Y pese a todo. Frisando los 30, con su primer matrimonio y de vuelta al hogar paterno en las monta?as cordobesas, sin euros que rascar en el bolsillo. "Era bastante desesperante. Mi familia siempre hab¨ªa cre¨ªdo que eso de escribir no me llevar¨ªa a nada. Y parec¨ªa que iban a tener raz¨®n".
Gardu?o escribi¨® muchas veces con el port¨¢til en las rodillas, sin apenas espacio en la habitaci¨®n que le ced¨ªan sus padres, que los mantuvieron a ¨¦l y a su mujer durante varios y duros meses. "No se pudieron portar mejor conmigo, pero la situaci¨®n era muy dura. Est¨¢bamos sin trabajo y sin muchas perspectivas de encontrar uno. Como est¨¢n tantos espa?oles hoy en d¨ªa".
Pero la novela se termin¨®. Aunque con un susto final. A poco de salir a la venta, Juande Gardu?o ingres¨® en el hospital de Urgencias. De m¨¢xima gravedad. "No sab¨ªan qu¨¦ ten¨ªa. Pero me estaba muriendo. No contaban conque la contara. Pero la cont¨®, y la ¨²ltima broma macabra del destino le mostr¨® la cara. La novela fue un ¨¦xito de p¨²blico y de cr¨ªtica (gan¨® el Premio Nocte a la Mejor Novela de Terror de 2011), confirm¨® el ¨¦xito de la editorial Dolmen al apostar por novelistas espa?oles para el terror (de ellos el descubrimiento de Carlos Sis¨ª y Manel Loureiro) y fue r¨¢pidamente comprada por Vaca Films cuando Miguel ?ngel Vivas decidi¨® que ese era su pr¨®ximo proyecto.
El primer encuentro con Matthew Fox, breve, para una foto de tr¨ªo junto con el director, el tambi¨¦n espa?ol Miguel ?ngel Vivas, no le hace decir lo mismo: ¡°A ver, la barba est¨¢ muy bien, pero ese pelo corto no me acaba de convencer. Siempre me lo he imaginado como el Mel Gibson de Arma Letal, con el pelo largo y desgre?ado¡±. Fox luce el mismo rapado de Perdidos que contrasta con una espesa barba canosa, suya, no con extensiones. En su primer bis a bis Gardu?o y su Patrick cruzan un abrazo, un par de palabras ¡ªFox le dice lo que toca, que ¡°gracias por haber escrito un personaje tan maravilloso¡±¡ª, el posado y vuelta al camerino para terminar de maquillarse.
Cuando llega el momento de rodar, el ¡°?Quiet Please!¡± y el ¡°?Action!¡± y las primeras secuencias del d¨ªa, con la joven actriz Quinn McColgan, que interpreta el v¨¦rtice infantil del complicado cuadrado afectivo perro/vecinos que se odian/ni?a. Armada con un candil, se cuela por una verja y cruza los poco m¨¢s de diez pasos que median entre puerta y puerta. All¨ª se detiene y espera. Lo siguiente ser¨¢ verse con la criatura. En el descanso antes del combate, Gardu?o recibe sus dos primeras sorpresas. La primera es ver al primero de los infectados del filme. Calvo, con el pecho y el abdomen hundidos, una nariz chata de reptil o vampiro, una dentadura a juego con su aspecto y completamente albino. Eso s¨ª, con pantal¨®n de ch¨¢ndal, que a¨²n no tocaba rodar. El escritor se queda con la boca abierta: ¡°?Es tal cual el de mi portada!¡±. La segunda le llega el coraz¨®n. Aparece McColgan, ya sin su bello abrigo rojo borgo?a, y se acerca t¨ªmida a Gardu?o, al que el ingl¨¦s a¨²n no se la da muy bien. ¡°?Qu¨¦ quiere?¡±, pregunta. Y mediado el int¨¦rprete, se entera que lo que quiere la ni?a de su novela es que le firme el guion.?McColgan no se contiene: ¡°Gracias por esta historia tan maravillosa, eres alguien de mucho talento e imaginaci¨®n¡±. Gardu?o, emocionado, lo firma y luego le pide a la ni?a que haga lo propio en un ejemplar de su novela, el que guardar¨¢ como oro en pa?o. Ya tiene uno de tres.

Antes de conseguir el segundo, varias sesiones de dailies, las tomas a¨²n sin el retoque fotogr¨¢fico, los efectos de sonido y visuales, y dem¨¢s etc¨¦teras de la postproducci¨®n. Ah¨ª ese Matthew Fox rapado tan lejano al kamikaze Martin Riggs de Arma letal demuestra su val¨ªa. Fox aparece en escena con una melena leonina, la de un hombre que lleva siete a?os dej¨¢ndose llevar. Gardu?o, ahora s¨ª, lo dice: ¡°Es tal como me imaginaba¡±. Se sobrecoge al ver el lento plano secuencia con gr¨²a de uno de los momentos ¨¢lgidos de la trama: El Patrick de Fox cargando en sus brazos a su perro, bajo una nieve inclemente. Y se sonr¨ªe cuando ve la interacci¨®n entre Jeffrey Donnovan (padre) y Quinn McColgan (hija). Hay frialdad entre ellos, sobre todo por parte del padre, y Gardu?o cree que es justo lo que esos dos personajes necesitan para crecer seg¨²n avance la trama.

Un caf¨¦ con Matthew Fox le sirve para sumar otra r¨²brica a Y pese a todo y para hablarle tambi¨¦n de El arte sombr¨ªo (Dolmen, 2013), su otra novela de horror yanqui, porque la ocasi¨®n la pintan calva. Con McColgan y Fox en el bolsillo, solo faltaba la de Donovan para completar el hattrick. Pero los d¨ªas vuelan y Gardu?o se encuentra apurando sus ¨²ltimos minutos en el set con la espinita de perder a su tercer protagonista. Pero se intenta olvidar viendo una emocionante escena entre padre e hija, una que hace saltar de entusiasmo a Miguel ?ngel Vivas de su silla de director. De pronto, Ana Coto Fern¨¢ndez, la prometida de Gardu?o ¡ªla tambi¨¦n escritora y coeditora junto con ¨¦l de Palabras de Agua¡ª, desaparece del escenario por media hora. Desaparece tambi¨¦n el ejemplar con las dos firmas. Y vuelve, 30 minutos despu¨¦s, con tres. Coto le ha conseguido el aut¨®grafo de Donovan.
Es hora de partir. Pero Gardu?o no quiere irse. Cuando vuelva describir¨¢ con sencillez, para unas memorias que publica la revista de cine fant¨¢stico Scifiworld, la emoci¨®n de esos momentos: "Estoy triste, han sido d¨ªas muy especiales y no quiero que se acabe". Gardu?o se agacha, toma un pu?ado de nieve artificial y se la guarda en el bolsillo.
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