La Fiesta del Cine brinda con txakol¨ª

Ha habido pleno. 436.000 personas se acercaron el lunes hasta las salas del cine de toda Espa?a para ver una pel¨ªcula. Esto es, un 366% m¨¢s que el mismo d¨ªa de la semana pasada, seg¨²n datos de la consultora Rentrak. Si en 2013 con 335.000 espectadores durante la primera jornada ya se consider¨® un ¨¦xito en esta se han roto todas previsiones. ?Y qu¨¦ vieron la mayor¨ªa de los espectadores? El fen¨®meno cinematogr¨¢fico del a?o: Ocho apellidos vascos. Si el lunes pasado esta peque?a comedia arras¨® en las salas, en esta ocasi¨®n la apuesta se ha incrementado en un 145%.

Ayer las cifras siguieron creciendo: se vendieron 514.000 entradas (datos provisionales, que posiblemente aumenten), superando los n¨²meros del martes de la pasada edici¨®n: 495.415 espectadores. Las 514.000 entradas suponen un 511% de asistentes m¨¢s que el martes pasado. A su vez se supo que la taquilla del pasado fin de semana de Ocho apellidos vascos, su tercero en cartel, la colocaba como la segunda pel¨ªcula m¨¢s taquillera en Europa esos tres d¨ªas -y eso que solo se proyecta en Espa?a-, por detr¨¢s de Capit¨¢n Am¨¦rica: el soldado de invierno, que est¨¢ estrenada en varios territorios.

Hace seis meses, a finales de octubre, la Fiesta del Cine levant¨® la moral a la industria cinematogr¨¢fica espa?ola en medio de un aroma a entierro, a dolor de pla?ideras y chirriar de dientes. En aquellos tres d¨ªas se vendieron 1.573.412 entradas de lunes a mi¨¦rcoles a 2,90 euros, es decir, hubo siete veces m¨¢s espectadores que los mismos tres d¨ªas de la semana precedente, y el doble de asistentes que en la Fiesta del Cine de 2012.

A continuaci¨®n empez¨® el debate: ?por qu¨¦ no se bajaba el precio del cine? ?Qui¨¦n lo imped¨ªa? Y en una charla realizada por este peri¨®dico tres d¨ªas despu¨¦s con los principales l¨ªderes de la industria surgieron algunas iniciativas, y se desvelaron algunas pistas (como que el Tribunal de la Competencia impide acuerdos m¨¢s prolongados en el tiempo con promociones generales). Entre esas iniciativas sali¨® la necesidad de repetir la Fiesta del Cine m¨¢s a menudo, de recompensar y fidelizar al p¨²blico que a¨²n va a las salas a ver una pel¨ªcula en el sitio para el que fue pensada: la gran pantalla.

Ayer, seis meses despu¨¦s del anterior evento, comenz¨® la VI edici¨®n con dos millones de acreditados en su web. Siguen con entradas a 2,90 euros, han aumentado los cines (350 complejos con 3.038 pantallas, el 95% de la cuota de mercado), y por fin se pueden adquirir los tickets por Internet y tel¨¦fono, lo que permit¨ªa a las taquillas eludir las aglomeraciones. Pero, sobre todo, ha llegado en un momento muy distinto, en realidad, en el opuesto. El pasado fin de semana ha sido el m¨¢s taquillero en Espa?a de los ¨²ltimos dos a?os: el top 20 de las pel¨ªculas que m¨¢s recaudan han sumado 10,5 millones gracias al tir¨®n de los 5,5 millones de euros de Ocho apellidos vascos, una comedia de la que por ahora nadie encuentra su l¨ªmite monetario (cada semana gana m¨¢s que la anterior y eso puede llevarles a 25 e incluso 30 millones de euros) y los dos millones de Capit¨¢n Am¨¦rica: el soldado de invierno.

En ese clima de felicidad algunos organizadores avisaban: si tanta gente fue a las salas el fin de semana, era complicado que la Fiesta del Cine igualara las cifras de su anterior edici¨®n. Los primeros n¨²meros se har¨¢n p¨²blicos esta ma?ana, cuando acabe la recolecci¨®n de datos inform¨¢ticos, pero ayer hab¨ªa sensaciones para todos los gustos en las salas, aunque s¨ª dos tendencias generales: menos colas porque el p¨²blico hab¨ªa aprovechado las ventajas tecnol¨®gicas y una vuelta al cine espa?ol: el ¨¦xito de Ocho apellidos vascos ha tirado de otras producciones patrias como Kamikaze; Dos francos, 40 pesetas y Vivir es f¨¢cil con los ojos cerrados.

Tarde de lluvia. La jornada cinematogr¨¢fica empezaba en el madrile?o complejo Cinesa Las Rosas, en el l¨ªmite del barrio madrile?o de San Blas con poco movimiento. Un taquillero avisaba: ¡°Mucha gente ha comprado por Internet. Yo veo en mi pantalla salas casi llenas desde las seis, pero ese p¨²blico no va a pasar por aqu¨ª¡±. A esa misma hora, en los c¨¦ntricos Yelmo Ideal, Teresa Bahillo se preparaba para su propia marat¨®n. Ayer Ocho apellidos vascos y luego Philomena. Y entre hoy y ma?ana, al menos El gran hotel Budapest y Vivir es f¨¢cil con los ojos cerrados. Habitual de los madrile?os cines Dor¨¦, esta mujer de 65 a?os se declara aficionada de ¡°la gran pantalla¡± y elogia la iniciativa. Prueba de ello es el peri¨®dico que lleva entre manos: cual mapa de batalla, la cartelera aparece con horarios y pel¨ªculas subrayadas o dentro de un c¨ªrculo.

El azar, en cambio, atrajo al mismo cine a Peter Brett. De hecho, al principio, el hombre se qued¨® algo sorprendido con el precio: 9,20 euros, tristemente familiar a los 14 d¨®lares que paga en su Australia natal. Pero el susto le dur¨® el tiempo suficiente para que en la taquilla le explicaran que su estancia en Madrid coincid¨ªa con una promoci¨®n y que su entrada para Enemy iba a costar 2,90. Adem¨¢s del descuento, Brett aprovech¨® la vista gorda que hac¨ªan los taquilleros en algunos casos ante la falta de acreditaci¨®n. ¡°Es solo por ser el primer d¨ªa¡±.

En Madrid comenzaba a llover a esas horas y a las seis tambi¨¦n aparec¨ªan aglomeraciones en multicines de Alcal¨¢ de Henares o en un complejo como el Cinesa M¨¦ndez ?lvaro, pegada a la M-30, donde la cola de acceso a la sala ¡ªtras un r¨¢pido paso por taquilla o cajeros de entradas¡ª iba de punta a punta de su largu¨ªsimo vest¨ªbulo, m¨¢s de ochenta metros seg¨²n un empleado. ¡°Igual que ayer domingo¡±. Por all¨ª sal¨ªan Lola Nieto y Susana Mart¨ªnez: la primera iba a hacerse un doblete, su amiga sal¨ªa de completarlo con Una vida en tres d¨ªas y Kamikaze. ¡°Queremos acabar la Fiesta con seis pel¨ªculas vistas cada una¡±. En las mesas de la cafeter¨ªas, bastantes madres con ni?os haciendo los deberes antes de entrar a la sesi¨®n de las 18.30.

Promociones. Tal vez los hechos de que haya bastantes promociones y de que la Fiesta ya no sea tan especial, como explicaba un taquillero en el epicentro de Madrid del cine en versi¨®n original subtitulada, provocaban que la sesi¨®n de las 18.00 en tres complejos de la zona de Plaza de Espa?a regalaba menos sonrisas y colas de las esperadas. Nada que ver con la anterior edici¨®n, aseguraban los empleados. A la sorpresa de los trabajadores se sumaba la de descubrir que, por lo visto, la Fiesta del cine despierta la pasi¨®n por el cine espa?ol. Ya no solo Ocho apellidos vascos, que todo el mundo inclu¨ªa en su plan, sino tambi¨¦n Kamikaze y Dos pesetas, 40 francos destacaban entre las elecciones m¨¢s frecuentes. Ambas pensaba ver Carmen Hern¨¢ndez, de 58 a?os, convencida de que el cine espa?ol es ¡°buen¨ªsimo¡±.

Juan Luis Mart¨ªnez, 25 a?os y mucha hambre de cine, protestaba sobre el coste habitual de las entradas. ¡°Escandaloso¡±, ¡°desastroso¡± eran los calificativos que se o¨ªan al preguntar por el coste habitual de las entradas.

Entre el bullicio de transe¨²ntes que copaban a media tarde las calles colindantes a la plaza de Catalu?a, en el centro de Barcelona, Mari Carmen y Natividad se colaban, a paso ligero, entre las columnas que levantan la fachada de los cines Lauren Universitat. Indecisas, las se?oras cuchichearon unos minutos ante la cartelera de los multicines, se acercaron a la taquilla y mostraron su felicidad por el precio. ¡°Tendr¨ªa que ser siempre as¨ª, nena¡±, comentaba Mari Carmen a la dependienta. ¡°Tal y como est¨¢n los precios, no se puede venir siempre que queremos. Es un lujo¡±.

Tras la primera sesi¨®n de la tarde, los dependientes de las taquillas de algunos cines barceloneses ya auguraban gran ¨¦xito a la iniciativa. ¡°El lunes siempre es el d¨ªa m¨¢s flojo y hoy tuvimos colas para entrar desde la primera sesi¨®n¡±, explicaba un trabajador.

Noche y ¨¦xito. A las 8 de la tarde se cumpl¨ªan las expectativas y en los Aribau, en el centro de Barcelona, medio centenar de personas se apostaban a las puertas de la sala. Las colas para entrar a la proyecci¨®n de Ocho apellidos vascos, ¡°la estrella de la cartelera¡±, seg¨²n los dependientes de varios cines, casi daban la vuelta a la esquina de la calle. En medio de la cola, Guillermo reconoc¨ªa: ¡°Solo voy cuatro o cinco veces al a?o porque es caro¡±.

A esa hora, en Madrid, en los Princesa, Renoir Plaza de Espa?a y Golem la sensaci¨®n era bastante mejor que un lunes normal, y bastante peor que en la anterior edici¨®n de la fiesta. Eso s¨ª, se hab¨ªan multiplicado los estajanovistas decididos a ver hasta ocho pel¨ªculas en tres d¨ªas. ¡°100¡± al a?o aseguraba ver Jes¨²s de las Heras, que ayer opt¨® por Ocho apellidos vascos. Este trabajador del metro de 48 a?os era de los pocos en cantar fuera del rabioso coro general: la entrada habitual no es tan cara, seg¨²n ¨¦l, al menos comparada con los c¨®cteles.

Con informaci¨®n de Jessica Mouzo (Barcelona).