La literatura reescribe el Nuevo Testamento
Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n y Colm T¨®ib¨ªn abordan las historias de Jes¨²s (infancia) y Mar¨ªa (vejez) Con 'Ni?os en el tiempo' y 'El Testamento de Mar¨ªa' desaf¨ªan la leyenda b¨ªblica que sigue inspirando en el siglo XXI Se suman a una tradici¨®n de autores que han abordado la Biblia como Kazantzakis, Graves, Mann, Borges, Saramago¡
?Sabr¨ªa ese ni?o Dios que sobrevivi¨® a su hermano mellizo que su madre lo abandonar¨ªa en el momento de su paso a la eternidad, y que por ello morir¨ªa asediada de remordimientos? Todos son voces alrededor de la leyenda b¨ªblica. Una historia que no descansa en paz.
Veinti¨²n siglos despu¨¦s las voces siguen alrededor de Jes¨²s y Mar¨ªa. Voces que van y vienen, que entran y salen del mito para agrandarlo y volverlo m¨¢s enigm¨¢tico. Aunque sea desde la desacralizaci¨®n. Los ¨²ltimos en hacerlo han sido Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n en Ni?os en el tiempo (Seix Barral), con un cap¨ªtulo clave de la infancia de Jes¨²s, y Colm T¨®ib¨ªn en El testamento de Mar¨ªa (Lumen), con una ancianidad de la virgen que ¡°va contra el mito¡±, seg¨²n el propio autor irland¨¦s.
Dos novelas aplaudidas por la cr¨ªtica que reescriben el Nuevo Testamento al a?adir episodios y coincidir en un Jes¨²s y Mar¨ªa (respectivamente) en uso del mayor regalo dado por su Dios: la racionalidad. Hijo y madre en los laberintos de la mortalidad y enfrentados de verdad a la muerte. El amor. El tiempo. Y en ambas obras el amor y la creaci¨®n literaria imbricadas para cuestionar ¡°destinos¡± y verdades, a la vez que se muestran como salvadoras. Y, de paso, confirmar al cristianismo como eterna fuente de inspiraci¨®n.
Silencio y ruido milenarios. Soledad y murmullo perpetuo.
Las nuevas versiones de viejos personajes b¨ªblicos o semib¨ªblicos no son desmitificadoras, sino todo lo contrario
Lo cierto ¡°es que las nuevas versiones de viejos personajes b¨ªblicos o semib¨ªblicos no son desmitificadoras, sino todo lo contrario¡±, asegura F¨¦lix de Az¨²a; ¡°gracias a ellas se mantiene vivo el mito. Jes¨²s es inagotable y seguir¨¢ dando pie a la escritura mientras el cristianismo tenga la funci¨®n de simular una religi¨®n occidental¡±.
Men¨¦ndez Salm¨®n y T¨®ib¨ªn entran as¨ª en la tradici¨®n literaria de llevar luz a zonas oscuras de la Biblia, a crear pasajes negados, hurtados o ignorados de las escrituras; o para completar o complementar los conocidos de aquel mundo lleno de sombras.
Aqu¨ª los juegos de un ni?o mellizo cuyo hermano mayor muri¨® al nacer...
...All¨ª, media vida despu¨¦s, una virgen que hace o¨ªr su voz...
Miradas impensables hace un par de siglos pero hoy con nombres que van desde Nikos Kazantzakis hasta Jos¨¦ Saramago, desde Robert Graves hasta Jorge Luis Borges, desde Thomas Mann hasta Normal Mailer.
Hay partes tanto de la vida de Jes¨²s (la infancia en este caso) como de su car¨¢cter (sus afectos o su sexualidad, por ejemplo) que no eran relevantes para esa transmisi¨®n, bien porque resultaban inc¨®modas o incluso porque eran her¨¦ticas
El principio y el final de esas vidas no se conoc¨ªan as¨ª. La infancia hurtada a Jes¨²s forma parte de un pasaje clave de la novela de Men¨¦ndez Salm¨®n (Gij¨®n, 1971) que trata sobre la ruptura de un matrimonio y la muerte de su hijo. El motivo de ese ocultamiento b¨ªblico, seg¨²n el escritor asturiano, podr¨ªa estar en que era algo que no interesaba para los fines ¨²ltimos. ¡°Jes¨²s es una construcci¨®n m¨¢s o menos afortunada de una personalidad puntual¡ Hecha por una serie de narradores, desde los evangelistas a Pablo, que realmente es quien inventa el cristianismo, se orienta a la implantaci¨®n de una fe y a la consolidaci¨®n de determinada visi¨®n del mundo. Supongo que hay partes tanto de la vida de Jes¨²s (la infancia en este caso) como de su car¨¢cter (sus afectos o su sexualidad, por ejemplo) que no eran relevantes para esa transmisi¨®n, bien porque resultaban inc¨®modas o incluso porque eran her¨¦ticas¡±.
Pasadas las orillas religiosas, Men¨¦ndez Salm¨®n reconoce la fuerza y el primer orden literario de una figura como Jes¨²s, ¡°nacido de distintas plumas y sensibilidades, y cuya vida se organiza con vistas a un fin propagand¨ªstico. Que esa aventura careciera de una infancia propia, de una narraci¨®n que se asomara a ese instante en el tiempo¡± fue lo que le pareci¨® m¨¢s sugestivo al escritor.
Rodeado de tentadores demonios literarios, Men¨¦ndez Salm¨®n prefiri¨® ¡°pecar de ingenuo antes que beber de otras fuentes¡±. Conoc¨ªa los libros de Saramago, Kazantzakis, Bauer, Renan o Mailer sobre Jes¨²s, pero no siente que hayan influido en el resultado final.
La novedad y esencia diferenciadora del cristianismo, explica el autor, ¡°es el amor al pr¨®jimo. Es decir, el Serm¨®n de la monta?a¡±. Lo dem¨¢s, un mosaico de creencias jud¨ªas o paganas.
En Ni?os en el tiempo aparece la PALABRA escrita como elemento verdaderamente creador del mundo y de la vida, que, incluso, aspira a enmendar. Y Men¨¦ndez Salm¨®n se pregunta: ¡°?En qu¨¦ puede creer un escritor con m¨¢s fuerza que en la palabra? La palabra es capaz de destruir mundos y de salvar vidas. La palabra puede conducir a la locura o a la felicidad. En ese sentido, las religiones han sido siempre muy sagaces. Han sabido del poder consolador pero tambi¨¦n del poder manipulador de la palabra¡±.
Esa misma palabra que tambi¨¦n ha servido a Colm T¨®ib¨ªn (Enniscorthy, Irlanda, 1955), en El testamento de Mar¨ªa (nominada al Booker y en audiolibro con la voz de Meryl Streep), para darle voz a la madre de Jes¨²s en su ancianidad. Y, a su vez, mostrar c¨®mo la palabra sirve para manipular. Junto a Mar¨ªa, mientras ella cuenta y evoca, est¨¢n dos de los evangelistas que escriben el Nuevo Testamento. A su antojo. Sordos a los verdaderos hechos presenciados y sentidos por ella en los ¨²ltimos d¨ªas de Jes¨²s que, definitivamente, habr¨ªan alterado la historia que ha atravesado 21 siglos.
Nada.
Hay algo que ella no hizo. Ese hueco en su tiempo la desvela. Siente culpa, remordimiento. Mar¨ªa habla, y habla, y en ese torrente conmovedor de palabras pone a personas, sentimientos, ideas y creencias en su sitio. Se lamenta. Desaf¨ªa.
Pide un milagro. Todo es en vano. Dios solo hace milagros para su propio beneficio.
El origen de la novela es una obra de teatro que T¨®ib¨ªn escribi¨® y se represent¨® en Dubl¨ªn en 2011. Todo se remonta al d¨ªa en que vio a Fiona Shaw como Medea. Tambi¨¦n, hace 15 a?os, en Nueva York, asisti¨® a un curso en la Escuela Nueva que inclu¨ªa Medea, Electra y Ant¨ªgona. Fue el chispazo y se interes¨® en la idea de ¡°insertar un tono griego, lleno de ira y dolor reprimido en la figura de Mar¨ªa¡±. Una voz, enraizada, tambi¨¦n, en La Pasi¨®n seg¨²n San Juan, de Bach, algunas cantatas de Bach, el canto de la mezzosoprano Lorraine Hunt Lieberson, y varios textos sobre el trauma. Y, ¡°tal vez la novela de J. M. Coetzee La Edad de Hierro, por su tono¡±.
Silencio, grito y susurro. Soledad en duelo.
La idea de ¨¦l como Dios estaba m¨¢s all¨¢ de ella. La idea del futuro no le interesaba. Ella est¨¢ encerrada en el pasado
La Mar¨ªa de T¨®ib¨ªn es completamente humana: ¡°Lo que ella vivi¨® fue algo personal. Era su hijo. Ella lo conoc¨ªa como un ser humano. La idea de ¨¦l como Dios estaba m¨¢s all¨¢ de ella. La idea del futuro no le interesaba. Ella est¨¢ encerrada en el pasado¡±.
El testamento de Mar¨ªa, o algo as¨ª como ¡°el legado de Mar¨ªa¡±, tambi¨¦n habla de la forma como se escribe la Realidad o la Historia. Aqu¨ª con unos evangelistas escribiendo la vida de Jes¨²s a su acomodo. Para T¨®ib¨ªn, ¡°la tarea del novelista es crear drama¡±. Y el drama para ¨¦l fue la creaci¨®n de una Mar¨ªa in¨¦dita ¡°con voz desafiante, con una mente racional, inteligente y una aguda forma de darse cuenta de las cosas. Era consciente de que esto iba contra el mito de su suavidad, su sufrimiento pasivo¡±.
Su novela, afirma, ¡°es realmente acerca de la narrativa en s¨ª, de dos tipos de narrativa, una que se ordena, escrita de manera estructurada. Eso es lo que escriben los hombres en la novela. Por otro lado, el discruso de Mar¨ªa es toda voz, es urgente y espont¨¢nea, se trata de su cuerpo, se trata del silencio y de la necesidad de romper el silencio¡±.
Un misterio. Eso es para Colm T¨®ib¨ªn, uno de los autores contempor¨¢neos m¨¢s importantes, la fuerza del mito b¨ªblico en el siglo XXI ¡°donde el cristianismo se sigue propagando con fuerza en lugar de otras religiones o sectas¡±. Tal vez se deba¡°al hecho de que no tuviera sacrificios humanos y que incluy¨® milagros y habl¨® sobre el amor. Adem¨¢s, la forma en que el Nuevo Testamento fue escrito como historia¡±.
Veinti¨²n siglos despu¨¦s, ni los dioses ni sus sombras dejan en paz a los mortales.
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