La palabra, el amor, el desencuentro
Llega a Madrid uno de los ¨²ltimos ¨¦xitos del teatro en Barcelona: 'S¨¦ de un lugar', de Morales

Dicen que es dif¨ªcil ver ya un ¨¦xito en la cartelera. Pero llevamos varios a?os que desde proyectos austeros que surgen en halls de teatros medianos o en peque?as salas de barrio est¨¢n saltando obras que tienen una gran aceptaci¨®n de p¨²blico y cr¨ªtica. En Barcelona, el ejemplo m¨¢s claro ocurri¨® en el a?o 2012, y se llama: S¨¦ de un lugar. Su teatro ¨ªntimo, la cercan¨ªa absoluta con el actor y la cotidianeidad verborreica de Eric Rohmer trasladada a la generaci¨®n treinta?era actual barrieron de elogios la ciudad condal. Casi 200 funciones despu¨¦s, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, llega a Madrid esta ¨®pera prima de Iv¨¢n Morales y su compa?¨ªa Prisamata para quedarse dos semanas. La Cuarta Pared se convertir¨¢ en el piso de Sim¨®, treinta?ero de incontinencia verbal, guionista y dibujante de c¨®mics encerrado en casa. Sim¨® recibe visitas de Ber¨¦, mujer inquieta, drogata, acelerada y fuerte. Todo comenz¨® una noche bajo el rock sinf¨®nico andalus¨ª de Triana.
La obra vio la luz a comienzos del 2011 en el espacio independiente La Caldera en Barcelona. Se hicieron diez funciones, hubo buena respuesta de p¨²blico pero nada, ni un triste bolo. ¡°Fue un estreno digamos que ¡°alegal¡±, no se pod¨ªa publicitar, la gente no pagaba entrada, daba una ¡°ayuda¡±, pactamos que nos conform¨¢bamos con que nos diera para cenar a la compa?¨ªa, la verdad es que estamos muy agradecidos de c¨®mo nos acogieron. All¨ª vimos que la respuesta del p¨²blico fue muy buena, eso nos anim¨® a seguir, y despu¨¦s de casi un a?o de no conseguirlo llamamos a Hernan Bon¨ªn y Silvia P¨¦rez de La Seca Espai Brossa y les invitamos a una funci¨®n a mi casa. Aquella funci¨®n les convenci¨®¡±, recuerda Morales. ¡°Ah¨ª lleg¨® mucho m¨¢s p¨²blico, adem¨¢s gente con peso de la cultura, sin tener necesidad, nos empez¨® a apoyar y se fueron abriendo las puertas. Por ejemplo, la cr¨ªtica de Marcos Ordo?ez tuvo mucha importancia, apunta Morales.
La historia de Sim¨®n y Ber¨¦, dos j¨®venes con h¨¢bitos de clase privilegiada viviendo con econom¨ªas de subsistencia, con mala conciencia primermundista y con los treinta ya pasados, convenci¨® y encandil¨® al mundo teatral de Barcelona. Su historia de amor, la interpretaci¨®n de dos actores veteranos e implicados hasta el cuello en el proyecto ¡ªAnna Alarc¨®n y Xavier S¨¢ez¡ª, y la capacidad de mostrar una generaci¨®n poco y mal representada en nuestro teatro hicieron funcionar vertiginosamente el boca a boca. La obra, despu¨¦s de mes y medio en La Seca, pas¨® a estar casi otros dos meses en el Teatre Romea, luego otro mes y medio en La Villaroel (ambas del grupo Focus). M¨¢s tarde lleg¨® una gira que les ha llevado por todo el interior de Catalu?a, por Valencia, Sevilla, Granada, Pa¨ªs Vasco, Tenerife, etc. Y hace dos meses escasos estuvieron dentro de la programaci¨®n de teatro catal¨¢n que organiza el festival Temporada Alta en el teatro de Claudio Tolcachir en Buenos Aires, Timbre 4.
¡°Aqu¨ª, en Espa?a, nos han dicho mucho que parec¨ªa una propuesta argentina. En Buenos Aires, que les gust¨® e incluso prorrogamos en un teatro de la provincia de Buenos Aires llamado Banfield Teatro Ensemble, nos dijeron por el contrario que les parec¨ªa muy espa?ol y catal¨¢n. Es as¨ª, la verdad es que las dos obras que hemos hecho luego en la compa?¨ªa no tienen nada que ver¡±, aclara Morales que tras el ¨¦xito de S¨¦ de un lugar estren¨® con el gran Jordi Vilches y Bruno Bergonzini, en la Sala Atrium, una pieza g¨®tica sobre dos payasos can¨ªbales en un circo abandonado, Els desgraciats (2012) ; y este a?o estrenaron en el Teatre Lliure de Gr¨¤cia otra pieza con actores n¨®veles y banda punk al fondo llamada Jo mai (2014) que ya tiene proyecto para estrenarse en castellano en Logro?o.
¡°Creo, por situar las cosas, que nosotros somos un teatro de compa?¨ªa, algo que en Catalu?a tiene un larga tradici¨®n. El sonido ha de encontrarse entre todos aunque haya una batuta. Queremos recuperar la experiencia por encima del mensaje intelectual. Una experiencia que cambie la vida, aunque esto pueda sonar tonto. Y en proyectos tan distintos como las tres obras que ya hemos hecho buscamos siempre el ritual. Es decir, los actores han de calentar dos horas antes del estreno, yo como director debo seguir cada funci¨®n, nunca hay que dejar de ensayar, aunque como en el caso de S¨¦ de un lugar llevemos ya m¨¢s de tres a?os¡ Todo intentando buscar que ocurra alg¨²n tipo de catarsis en escena. Creo que esta manera de hacer es la que ha conseguido que esta pieza siga viva. Por otro lado, hacemos marketing de guerrilla, videos promocionales en facebook, escribimos cartas de amor entre los personajes y las dejamos en la calle por si alguien las lee y se acerca a vernos... Ya pas¨® la fantas¨ªa de voy a ser el nuevo Lluis Paqual y ganar¨¦ dinero en esto del teatro. Esa ilusi¨®n pas¨®, estamos en otra realidad y ahora lo importante es que puedes hacerlo a tu manera y con libertad. Hay que ver la precariedad como una posibilidad, no como un problema. El teatro tiene que ser las termitas del siglo XXI como dice Xavier S¨¢ez. Est¨¢ claro que los estadios de f¨²tbol son las c¨¢rceles. Estamos hartos del discurso victimista¡±, se explaya Morales que comenz¨® a hacer fanzines a los diez a?os y no ha parado de trabajar en el teatro desde los doce. ¡°Estamos en un momento muy excitante donde poder replantearnos por qu¨¦ hacemos teatro, la ¨¦tica en el trabajo, nuevas metodolog¨ªas¡ Quiz¨¢s en todo esto nos acercamos m¨¢s como proyecto a lo que ha sido y es el teatro argentino. Ha sido aleccionador estar en Timbre 4, con la gente de Banfield y poder ver c¨®mo funcionan all¨¢¡±, explica Morales.
La obra, primera escrita por Morales, nace emparentada con la ¨²nica obra de teatro que escribiera el cineasta franc¨¦s ?ric Rohmer El tr¨ªo en mi bemol, ¡°Esta obra nace hace muchos a?os, de un d¨ªa de cine en Madrid con amigos, sal¨ª flipando con la pel¨ªcula de Rohmer y vi que mis amigos no tanto, que no conectaban. La pieza nace de la frustraci¨®n al ver que mis amigos no ve¨ªan ah¨ª nuestra vida reflejada y yo s¨ª. Percib¨ªa que las razones de que no lo vieran eran m¨¢s est¨¦ticas que de contenido. A?os m¨¢s tarde, me hice con el texto de Rohmer y al leerlo comenc¨¦ a anotar. Ah¨ª comenz¨® la escritura de esta pieza. No hay ni una palabra de Rohmer pero s¨ª que est¨¢ influenciado por esa estructura de encuentros y desencuentros en siete cuadros¡±, explica Morales. ¡°L¨®gicamente estoy hablando de un proceso de a?os, tambi¨¦n est¨¢ muy presente en esta pieza John Cassavetes, que creo que con un lenguaje m¨¢s ebrio, no tan cat¨®lico como el de Rohmer, trata sobre lo mismo: hablamos y hablamos para encontrarnos y son esas mismas palabras las que provocan el desencuentro. De esto mismo trata S¨¦ de un lugar¡±, afirma Morales.
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