Tsunami po¨¦tico

Nadie puede controlar hoy la poes¨ªa en Catalu?a por lo plural que es, por la explosi¨®n brutal de creatividad¡±. Para que eso lo diga un veterano de la cr¨ªtica y estudioso del g¨¦nero como Sam Abrams es que la cosa es seria. En su opini¨®n, ese big bang arranc¨® sobre 2000 cuando, en su expresi¨®n, ¡°salt¨® el tap¨®n¡± que se ven¨ªa creando desde los a?os setenta. ¡°Hab¨ªa un triple muro: uno, el de la generaci¨®n de los setenta, con nombres como Miquel de Palol, Xavier Bru de Sala o Ramon Pinyol Balasch, que alrededor del sello Llibres del Mall, rompi¨® con la est¨¦tica de la poes¨ªa civil tipo Espriu; otro, el formado por una generaci¨®n que podr¨ªamos ejemplificar en Francesc Parcerisas, y un tercero que formaron una generaci¨®n que estall¨® en los ochenta, como Carles Torner, Jaume Subirana y David Castillo, entre otros; esos tres muros hicieron de dique de contenci¨®n hasta hace muy poco¡±.

El tsunami po¨¦tico no sabe de edades. Va desde el estallido de una generaci¨®n reflotada que qued¨® silenciada entre el primer y el segundo muro, y que hoy son los dioses vivos de los ultim¨ªsimos (M¨¤rius Sampere, Francesc Garriga Barata¡­, nacidos en los a?os veinte; Montserrat Abell¨® lo hizo en 1918; su dios muerto es Joan Vinyoli, frente al Josep Carner de los ochenta) a Eduard Escoffet (de 1979) o Anna Gual (de 1986). Lista imposible: V¨ªctor Sunyol, Josep Pedrals, Llu¨ªs Sol¨¤, Blanca Llum Vidal, Montse Rod¨¦s¡­ Un cat¨¢logo que, adem¨¢s, ofrece como nunca una notable presencia de calidad y cantidad de mujeres, como ocurre tambi¨¦n en narrativa.

¡°Tampoco hay una est¨¦tica predominante, est¨¢ todo atomizado: desde la herencia de la radicalidad heredera de las vanguardias hist¨®ricas como Carles Hac Mor, a poes¨ªa m¨¢s narrativa o todo lo contrario, muy cl¨¢sica de forma y fondo; eso ha generado que no haya, ni habr¨¢, un poeta nacional en Catalu?a como se entroniz¨® a Riba o Espriu¡±, sentencia Abrams. Tanta pluralidad (dispersi¨®n) tendr¨ªa un inconveniente claro: ¡°No hay una compresi¨®n completa de la poes¨ªa catalana hoy y eso a la larga se traducir¨¢ en una poes¨ªa demasiado desvinculada de la tradici¨®n, sin la poes¨ªa que deber¨ªa justificar su evoluci¨®n; si todo es tan individual y atomizado no s¨¦ si esta poes¨ªa servir¨¢ para una sociedad con la que no tiene v¨ªnculos¡±, reflexiona agudo Jordi Marrugat, profesor de Literatura de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.

La vitalidad po¨¦tica contrasta con la situaci¨®n del ensayo, casi un erial. Los ¡®instant-book¡¯ y lo pol¨ªtico copan esa parcela

¡°Son autores que han buscado donde les ha interesado, y eso est¨¢ bien, pero no han mirado tanto en la tradici¨®n de aqu¨ª¡±, completa Marrugat. Y a lo mejor eso explica que su catal¨¢n tenga ¡°mucho menos riqueza verbal que la de autores como Espriu, Joan Teixidor o Josep Maria de Sagarra¡­ Y eso pasa porque los poetas de hoy los han le¨ªdo menos seriamente¡±, refuerza Abrams.

La obvia p¨¦rdida del centro de gravedad de Barcelona como vivero po¨¦tico ¡ª¡°Catalu?a debe ser la zona del mundo con mayor densidad de poetas por cent¨ªmetro cuadrado¡±, bromea Marrugat¡ª se explica en parte tambi¨¦n por un fen¨®meno industrial: el escaso peso de la poes¨ªa en las grandes editoriales. ¡°Por su fuerza de arrastre comercial, en los a?os ochenta los grandes sellos apostaron ya por la narrativa; y ese espacio ha sido ocupado por las microeditoriales, algunas de las cuales solo publican este g¨¦nero, como Terr¨ªcola, en Granollers¡±. Hay muchas, claro: Labreu, Llibres del Segle (en Girona)¡­

La vitalidad po¨¦tica contrasta con la situaci¨®n del ensayo en catal¨¢n, pr¨¢cticamente un erial. Salvo excepciones (Fragmenta, pero para tema religiosos; la peque?a Arc¨¤dia, m¨¢s de ensayo literario breve¡­), los sellos editoriales son escasos y los autores o son minor¨ªa o no encuentran d¨®nde publicar. ¡°La moda del instant-book, con temas muy oportunistas y en formato breve est¨¢ bloqueando otro tipo de ensayo m¨¢s serio¡±, opina la editora Eug¨¨nia Broggi, que tambi¨¦n ve en las librer¨ªas ¡°demasiada socioling¨¹¨ªstica y pol¨ªtica catalana¡±. ¡°Es bastante insalvable: no hay una gran tradici¨®n, la fuerza del mundo universitario es menor, han desaparecido revistas que acog¨ªan ese g¨¦nero y se hace dif¨ªcil que la traducci¨®n al catal¨¢n no sea redundante con la oferta que ofrecen los sellos de ensayo en castellano, la mayor¨ªa fuertes en Madrid¡±, apunta el excr¨ªtico y exresponsable de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes, Oriol Izquierdo. ¡°A todo ello se une que las editoriales grandes cada vez publican m¨¢s de lo mismo para garantizar sus ventas, con lo que sacar a la luz seg¨²n qu¨¦ ensayos o poes¨ªa es casi imposible¡±, remacha. ¡°Excepto en alg¨²n ¨¢mbito como el ensayo, estamos en un gran momento literario en Catalu?a; la ¨²nica inc¨®gnita temible es c¨®mo impedir que la crisis econ¨®mica destroce este sistema, porque de afectarlo lo har¨¢ seguro¡±, resume Marrugat.