Peregrinando hacia El Pedregal
La ¨²ltima vez que su editor lo vio, hace cuatro meses, decidieron las nuevas portadas de sus libros
La ¨²ltima vez que vi al Gabo fue hace cuatro meses, en su casa del barrio del Pedregal, en el sur de la Ciudad de M¨¦xico. Cumpl¨ªa un rito, el que me llevaba cada a?o, y desde hace m¨¢s de diez, a almorzar con los Garc¨ªa M¨¢rquez el d¨ªa antes de viajar a la Feria del Libro de Guadalajara. Eran comidas largas y pausadas, como suelen ser las comidas en M¨¦xico, con aperitivo y sobremesa, conversadas y entregadas al recuerdo, a responder a todas las preguntas de Mercedes, deseosa de saber de sus amigos de Barcelona, de la situaci¨®n pol¨ªtica, del mercado o del estado de la industria editorial. Y se trataba tambi¨¦n de una suerte de celebraci¨®n anticipatoria, una especie de previa a la Navidad en la que yo ejerc¨ªa de Santa Claus por v¨ªa interpuesta. Alimentos, complementos, libros, documentos, regalos para las nietas, contratos para firmar¡ Tal era la cantidad de presentes que invariablemente les tra¨ªa desde Barcelona de parte de Carmen Balcells.
Pero este encuentro del pasado mes de noviembre llevaba incorporado un punto importante en el guion. Fue la ocasi¨®n de presentarles a Mercedes y al Gabo las nuevas cubiertas que hab¨ªamos preparado para la Biblioteca Garc¨ªa M¨¢rquez (cuyos primeros seis t¨ªtulos saldr¨¢n a la venta en los pr¨®ximos d¨ªas). Los dise?os que realiz¨® Sabat para Literatura Mondadori llevaban m¨¢s de una d¨¦cada en circulaci¨®n, e igual que hab¨ªamos hecho pocos a?os atr¨¢s con las ediciones de bolsillo, cre¨ªamos que era el momento de darles un aire nuevo, y decidimos aprovechar el cambio de nombre del sello para volver a remarcar el papel de buque insignia que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez iba a seguir desempe?ando en la nueva andadura bajo Literatura Random House.
Eran comidas largas, conversadas, pausadas, entregadas a los recuerdos
Meses antes planteamos la idea a Carmen Balcells, y el departamento de dise?o de Penguin Random House present¨® tres propuestas: recurrir al trabajo de un reputado fot¨®grafo, trabajar con la obra de un pintor latinoamericano o encargar nuevos dise?os a un ilustrador. Finalmente el autor y su agente literaria optaron por esta tercera v¨ªa, y fue as¨ª como acabamos encargando los dise?os al estupendo ilustrador mexicano Alejandro Magallanes. Somos rendidos admiradores del trabajo de Magallanes, de sus libros infantiles ilustrados para el Fondo de Cultura Econ¨®mica, de la l¨ªnea de dise?o que ha desarrollado para la editorial Almad¨ªa, de sus carteles. Todo lo que ¨¦l imagina tiene una fuerza expresiva notable, por lo que nos parec¨ªa el candidato m¨¢s adecuado. Y el resultado no nos defraud¨®. Su lectura de los textos de Garc¨ªa M¨¢rquez, la interpretaci¨®n que dio a los mismos, escueta y contundente a un tiempo, directa y simb¨®lica, resultaba admirable y en perfecta sinton¨ªa con el mundo literario del autor colombiano.
Estos d¨ªas se ha hablado mucho de la pulcritud y la meticulosidad de Garc¨ªa M¨¢rquez. Todos los que hemos tenido la fortuna de trabajar con ¨¦l hemos recordado su prolijidad a la hora de entregar un original, la atenci¨®n al detalle, c¨®mo supervisaba todos los aspectos del libro, desde la imagen de cubierta hasta los textos de contra. Recuerdo, por ejemplo, aquella vez en que le present¨¦ una propuesta de texto de contra que arrancaba as¨ª: ¡°Este es el ¨²ltimo libro de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez¡¡±, y c¨®mo al d¨ªa siguiente recib¨ª ese mismo texto tachado con la siguiente anotaci¨®n al margen: ¡°??ltimo? ?Por qu¨¦ ¨²ltimo? ?Es que ya no voy a escribir m¨¢s libros?...¡± O aquella otra en la que, cuestionado acerca de la conveniencia gramatical de titular Vivir para contarla el primer volumen de sus memorias, a?adi¨® esta aclaraci¨®n a modo de ep¨ªgrafe memorable: ¡°La vida no es la que uno vivi¨®, sino la que uno recuerda y c¨®mo la recuerda para contarla¡±.
Supervisaba todos los aspectos del libro: desde la cubierta a los textos de contra
Ese d¨ªa de hace cuatro meses, a finales de noviembre, mostramos la propuesta de cubiertas a Mercedes y Gabo, y constatamos con satisfacci¨®n que a ellos les gustaban tanto como a nosotros. S¨®lo un par de puntualizaciones: no les convenc¨ªa el color de Relato de una n¨¢ufrago y los bigotes de Vivir para contarla les resultaban demasiado exagerados. Dos detalles sueltos, s¨ª, pero en sinton¨ªa con una forma de trabajar, la suya, atenta a todos los detalles. Las portadas que los lectores ver¨¢n a partir de la semana que viene llevan incorporadas esas correcciones: el azul del "relato" es un azul m¨¢s turquesa que el original, y los bigotes que ilustran la cubierta de su libro de memorias, los bigotes del Gabo, son igual de contundentes pero ligeramente m¨¢s escuetos que los primeros.
Cuando estos d¨ªas he vuelto a ver en la televisi¨®n las im¨¢genes de Gabo en la puerta de su casa de El Pedregal recibiendo las felicitaciones por su ¨²ltimo cumplea?os, no he podido por menos que recordar con emoci¨®n y gratitud todas esas otras despedidas en noviembre. Del brazo de M¨®nica su secretaria, nos acompa?aba hasta la mera puerta a Crist¨®bal Pera y a m¨ª, con ese cari?o sincero y esa hospitalidad c¨¢lida, sin l¨ªmites ni horarios, marca de la casa. La cercan¨ªa y amistad con Garc¨ªa M¨¢rquez es uno de los mayores privilegios de mi carrera profesional, pero es un privilegio que no se hubiera dado sin la confianza y la amistad con su agente, Carmen Balcells. Gabo se ha ido y lo obvio es decir que nos quedan sus libros, pero a m¨ª me queda adem¨¢s visitar a Mercedes y su familia cada a?o en noviembre, para llevarles los presentes que Carmen les seguir¨¢ enviando y compartir con ellos los recuerdos un d¨ªa antes de que empiece la Feria del Libro de Guadalajara.
Claudio L¨®pez de Lamadrid es Director Literario de Penguin Random House.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.