Para los que no tienen ni burro
La escritora Elena Poniatowska recibe el mi¨¦rcoles el premio Cervantes La mexicana pronunciar¨¢ un discurso sobre Am¨¦rica Latina y los desfavorecidos
La abuela Elena Poniatowska llega sonriendo con siete nietos, repasa la cartilla a la cultura, la pol¨ªtica, Am¨¦rica Latina y reivindica su profesi¨®n de periodista, y se va escoltada por dos de sus nietos, uno en cada mano.
En el aire quedan sus palabras sobre el discurso que dar¨¢ al recibir el premio Cervantes, ma?ana. Hablar¨¢ por aquellos latinoamericanos ¡°que van a pie, que no tienen voz y que por no tener no tienen ni un burro porque ya no hay¡±. Lo har¨¢ vestida con un bonito traje rojo ¡°?con un amarillo chill¨®n, chill¨®n, chill¨®n!¡± que le regalaron hace unos a?os las mujeres de Juchit¨¢n, de Oaxaca, con la petici¨®n de que lo usara cada vez que fuera a recibir un premio. Y ella cumple. Por cuarta vez.
Hoy va vestida como las tradicionales mujeres de su pa¨ªs, de falda larga y blusa rosa mexicano (casi chicle). Se re¨²ne en la Biblioteca Nacional de Espa?a, en Madrid, para charlar con sus colegas periodistas.
En menos de una hora, Elena Poniatowska responde a las preguntas, repetidas a su lado por el secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lasalle, al reconocer que se est¨¢ quedando sorda y ya va siendo hora de comprar un aparato.
Su cabeza, intacta.
El periodismo, empieza, ¡°es muy ¨²til porque es una gran lecci¨®n de humildad, al menos en M¨¦xico, donde es la profesi¨®n m¨¢s peligrosa del mundo por culpa del narcotr¨¢fico y las drogas¡±.
La escritora hablar¨¢ por los latinoamericanos ¡°que van a pie, que no tienen voz¡±
Ella, que se considera periodista antes que nada, con obras como La noche de Tlatelolco y Las soldaderas, cuenta que en Latinoam¨¦rica ¡°el periodismo entra en tu casa. Te ahorca. Escribes solo. Es una cosa de dentro hacia fuera, y, en general, es de indignaci¨®n y denuncia. El compromiso es una de las grandes causas. Uno no puede ser un amanuense de un empresario, esa es una forma de venderse horripilante¡±.
Su voz se apaga cuando recuerda que la cultura es desde?ada. ¡°En M¨¦xico hay mucho analfabetismo. La gente debe tener acceso a la cultura¡±. Ella bajar¨ªa el IVA a la cultura y los libros. No duda que lo que se debe hacer es poner el libro al alcance de todos. ¡°?Lo que puede ofrecer M¨¦xico no es petr¨®leo, sino su cultura! Es esencial que lo hagamos. Los libros son caros y hay que ense?ar a leer. Incluso hacerlo por la televisi¨®n, en lugar de dar esas telenovelas que imbecibilizan¡±.
El periodismo es una cosa de dentro hacia fuera, y, en general, es de indignaci¨®n y denuncia
Periodismo y literatura en una mujer menuda de ojos inquietos, autora de novelas como Hasta no verte, Jes¨²s m¨ªo y La piel del cielo. Apenada por la muerte reciente de dos colegas que admiraba y quer¨ªa: Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y Jos¨¦ Emilio Pacheco. La Poniatowska m¨¢s l¨ªrica aparece al recordar al Nobel colombiano: ¡°Hizo despegar Am¨¦rica Latina. Que volara por el mundo como Remedios la Bella se elev¨® a los cielos. Y, sobre todo, es un autor que, cuando el lector cierra el libro, sabe que va a amarlo siempre¡±. De su amigo Pacheco recuerda que era una fuente de informaci¨®n: ¡°En M¨¦xico se ha producido un agujero negro¡±.
Eso es ella. Sentimiento, pasi¨®n. Por eso su discurso ser¨¢ un retrato oral de esa gente que va a pie a todos lados y no tiene ni un burro. ?Y Cervantes? ¡°Es de una importancia inmensa. Querr¨ªamos ser Sancho¡±.
La verdad es que leer¨¢ la segunda versi¨®n de su discurso. En la primera estaba m¨¢s presente el autor de Don Quijote. Le pidi¨® una opini¨®n a su gran amiga Marta. Le vino a decir que era ¡°de la patada¡± (por no decir de la chingada). En esos folios no estaba Elena Poniatowska, su mirada del mundo desde la uni¨®n periodismo-literatura.
Ma?ana ser¨¢ ella. Aunque es la cuarta mujer en ser distinguida con el m¨¢ximo galard¨®n de las letras en espa?ol, recuerda que ser¨¢ la primera en subir al p¨²lpito del paraninfo: ¡°Ana Mar¨ªa Matute estaba en silla de ruedas, Mar¨ªa Zambrano no pudo asistir y Dulce Mar¨ªa Loynaz envi¨® a una persona¡±.
¡°Toco madera¡±, dice.
Subir¨¢ a leer sus sentimientos por ¡°este honor inmerecido, sorpresivo¡±. Creyendo que otras mujeres lo han podido merecer o merecen m¨¢s que ella. Pero ha sido ella la elegida, seg¨²n el jurado, por ¡°una brillante trayectoria literaria en diversos g¨¦neros, de manera particular en la narrativa y en su dedicaci¨®n ejemplar al periodismo. Su obra destaca por su firme compromiso con la historia contempor¨¢nea...¡±.
Poniatowska es la cuarta mujer en ser distinguida con el m¨¢ximo galard¨®n de las letras en espa?ol
No lo termina de creer.
Y no ha tenido m¨¢s remedio porque ha tra¨ªdo tres de sus joyas para legar en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes: la primera edici¨®n censurada de La noche de Tlatelolco, un manuscrito in¨¦dito en papel revoluci¨®n y una pulsera que perteneci¨® a su padre, el pr¨ªncipe polaco Jean Poniatowska, que llev¨® en la mu?eca en la II Guerra.
La periodista y escritora llegar¨¢ ma?ana a Alcal¨¢ de Henares con sus tres hijos y nietos. Sonriendo. Vestida con su traje rojo con amarillo chill¨®n, chill¨®n. Solo le faltar¨¢ una cosa: los arreglos florales en la cabeza, ¡°para no parecer una pi?a o la India Mar¨ªa¡±.
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