El derecho cervantino a fallar
Mar¨ªa Irazusta y su equipo de periodistas publican un libro sobre el buen uso del lenguaje para un p¨²blico generalista
Cervantes la cagaba. Lope tambi¨¦n. Y Ballester, Delibes o Umbral, confundiendo, por ejemplo, esp¨²reo, barbarismo del correcto espurio. Da miedo poner la siguiente palabra cuando se sabe que, inevitablemente, llegar¨¢ el momento de cagarla. Como manual para salvarse de pisar estas deyecciones del lenguaje nace Las 101 cagadas del espa?ol (Espasa, 2014) del equipo de periodistas de Irazusta Comunicaci¨®n, un compendio que pretende divertir y advertir de c¨®mo tratar bellamente al castellano. Asumiendo, eso s¨ª, que, como dice el verso, de cagar nadie se escapa, como recuerda Mar¨ªa Irazusta, cabeza visible de este libro: "Todo el mundo tiene derecho a cagarla. Y todos lo hacemos. Solo que hay que intentar hacerlo lo menos posible".
El recorrido por estos deslices o errores garrafales es atrevido en c¨®mo titula sus cap¨ªtulos. Femeninos travestidos, Anglicismos a full, No te comas la coma o La Pacheca por el corral y la Bernarda por... son solo algunos de los 101 con los que estos periodistas han buscado la complicidad de un p¨²blico m¨¢s general, que quizas sienta pereza de ponerse ante un manual. Claro que cuando el primer cap¨ªtulo se llama Sin eufemismos: Obama es negro, a lo mejor la cosa cambia: ""Nuestro lenguaje es un reflejo de la sociedad. Y nos estamos volviendo, con perd¨®n, un poquito tontos. A la gente no se la despide, se la 'desvincula'. No hay pobres, solo 'desfavorecidos'. Y claro, no hay negros, solo personas 'de color'. ?De qu¨¦ color? Llegamos al rid¨ªculo", subraya Irazusta.
Que se tomen un poco a guasa la caterva de desmanes en castellano no es ¨®bice para que la RAE haya sido la Biblia que seguir para el rigor de estas lecciones. Aunque tambi¨¦n carraspeen ante algunas decisiones de los acad¨¦micos: "?C¨®mo no pueden reconocer el superlativo negr¨ªsimo y admitir alm¨®ndiga o madalena? Voy a decir una cosa un poco irreverente, sobre la tilde del solo: Yo hago el amor los fines de semana solo [risas]. ?A que puede significar dos cosas?". Hasta hay una enmienda, con el actual panorama, al fallecido autor de 100 a?os de soledad en el cap¨ªtulo Para evitar malentendidos, usa la tilde: "Querid¨ªsimo y admirad¨ªsimo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en qu¨¦ pensaste cuando llegaste a abogar por la desaparici¨®n de las tildes, t¨² que tantos acad¨¦micos has presidido? ?Es lo mismo presidi¨® que presidio?".
Las redes sociales han sido puntal esencial en esta cruzada por el buen hablar. El origen del libro est¨¢ en Facebook, en un hilo titulado Reaprende espa?ol en el que fueron colgando entradas como estas 101. De ah¨ª a una fugaz publicaci¨®n en digital y a los tres d¨ªas, la llamada de Espasa: "Nos pas¨® lo que parece que no pasa nunca", asevera Irazusta. Pero las redes sociales les han servido para algo m¨¢s que ganarse a un p¨²blico: "Es una estupenda herramienta de diagnosis. De hecho todo el proyecto se me ocurri¨® al ver los errores que se cometen todos los d¨ªas por Facebook o Twitter".?
La cuesti¨®n relevante, si los lectores tienen ganas de mejorar su castellano con algo m¨¢s llevadero que un tratado cl¨¢sico, est¨¢ fuera de duda para esta autora: "No hab¨ªa nicho, pero sin duda se est¨¢ creando. Nosotros hemos visto en Facebook que la gente tiene ganas de aprender a usar el castellano mejor. Por ahora, hay m¨¢s demanda de libros as¨ª que oferta. Y, de momento, nos dicen que las ventas van muy bien". Pero Irazusta no quiere agobiar al lector pensando que pasar por su libro es un examen previo a convertirse en un sill¨®n de la RAE: "Si uno se queda en este pelda?o, hablar¨¢ muy bien. Mucho mejor que la mayor¨ªa de empresarios y pol¨ªticos".
Babelia
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