Los que se juegan la vida por la verdad
La compa?ia Kamikaze llega a Madrid con su versi¨®n libre de 'El mis¨¢ntropo' de Moli¨¨re, el callej¨®n de una fiesta del siglo XXI
En forma de energ¨ªa imparable y a la vez como un grupo de alumnos aplicados pero nada empollones, con la creatividad a toda m¨¢quina, sin distinciones entre el que aprende y el que ense?a. Y con ganas de innovar. Esta son algunas de las sensaciones tras un primer encuentro con la compa?¨ªa Kamikaze formada hace cinco a?os, ya establecida como s¨®lido clan de teatro, una familia art¨ªstica que se re¨²ne alrededor de una mesa y de un balc¨®n abierto que da a la plaza Santa Ana de Madrid para contar el proyecto que iniciaron en octubre de 2013 con el estreno de Mis¨¢ntropo, versi¨®n libre de la obra de Moli¨¨re, en Avil¨¦s, y que ahora llega a ¡°la santa casa¡±, como la describe el director y dramaturgo Miguel del Arco. Entra el aire como lo hacen las ideas. La Sala Principal del Teatro Espa?ol desde el 23 de abril se transforma en un callej¨®n fuera de una fiesta, en el que se formulan ya en el siglo XXI las siguientes preguntas¡ las mismas que se hizo el dramaturgo franc¨¦s en el XVII, y que llegan en una versi¨®n desprovista de miri?aques y pelucas.
Ha sido dolorosamente sencillo trasladar el texto al siglo XXI.
Miguel del Arco
?Qu¨¦ es verdad? ?Es rentable la verdad? Alcestes (Israel Elejalde), el mis¨¢ntropo, desea vivir en ella, que su existencia sea honesta, pero es incapaz de dar con los t¨¦rminos, ese adaptarse a la ficci¨®n que construye la cotidianidad; ni halla las relaciones que lo hagan posible. Y ese choque, y la b¨²squeda por la que pone en jaque su propia integridad, lo llevar¨¢n posteriormente al retiro en el desierto. Cuenta del Arco, alma junto con Aitor Tejada de Kamikaze Producciones, que El mis¨¢ntropo de Moli¨¨re ha sido una obra de teatro ¡°siempre enredada¡± en su propia biograf¨ªa, ¡°casi una falsa comedia¡± con ese protagonista ¡°tr¨¢gico¡± que despierta rechazo, ¡°repel¨²s¡±. Y esa fue una de las tareas que se marc¨® al acometer la versi¨®n de este cl¨¢sico: ¡°Me atrap¨® el dolor brutal de Alcestes y he querido desentra?arlo, ver de qu¨¦ manera pod¨ªa llegar al p¨²blico¡±.
Los actores y todo el equipo creativo participaron en el proceso que del Arco describe como uno de los m¨¢s felices de su vida. Todos leyeron El Mis¨¢ntropo (que Moli¨¨re escribi¨® en 1666), juntos lo comentaron y discutieron sobre la verdad y Discurso y verdad en la antigua Grecia, del fil¨®sofo franc¨¦s Michel Foucault, como rememora la actriz Manuela Paso (que encarna a Arsino¨¦), un tratado que versa sobre la parres¨ªa, t¨¦rmino griego traducido por ¡°franqueza¡±. La biograf¨ªa del dramaturgo franc¨¦s, escrita por Mija¨ªl Bulg¨¢kov, Vida del se?or Moli¨¨re, form¨® parte de ese esfuerzo colectivo por lograr llegar a la esencia de la obra y que sus sonidos golpearan con fuerza hoy.
Si la acci¨®n original transcurre en la casa de Celimena (B¨¢rbara Lennie) y en sus salones paseados por una clase privilegiada, en Mis¨¢ntropo de Kamikaze los personajes se mueven en el callej¨®n en el que salen a fumar ¡ªy a beber y drogarse¡ª de la fiesta de una corporaci¨®n. De ella solo llega la m¨²sica vibrante ¡ª¡°ese h¨®rror vacui que tenemos de estar permanentemente movidos por estos hilos musicales o estas bases r¨ªtmicas que te impulsan a continuar¡±, describe del Arco¡ª y los destellos de luces y sombras que se proyectan en la pared como ecos de la caverna de Plat¨®n. ¡°Ha sido dolorosamente sencillo trasladar el texto al siglo XXI¡±, prosigue el director del montaje. ¡°Esos personajes que se dedicaban a mandar, a despreciar a toda la gente que est¨¢ por abajo, a intentar ficcionar la verdades de alrededor, algo que parece lo ¨²nico posible: nos tenemos que acostumbrar a la clase pol¨ªtica, a la corrupci¨®n, a los eufemismos para presentar las situaciones¡¡±.
La adaptaci¨®n ha sido un proceso colectivo, en el que se ha discutido la obra, su vigor y qu¨¦ es la verdad
Elejalde, conocido por Amar en tiempos revueltos (2005), Morir, dormir, so?ar (2005) y Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® (2001), ve as¨ª la actualidad de la obra de Moli¨¨re: ¡°Estos son tiempos misantr¨®picos en los que es dif¨ªcil creer en el g¨¦nero humano, hay que hacer un esfuerzo. Es dif¨ªcil reconocerse en el espejo¡±. Porque, a?ade, la verdad es solicitada, pero no est¨¢ de moda. Aunque sepamos d¨®nde est¨¢, provoca incomodidad su descubrimiento, el vac¨ªo se le abre a ¡°quien grita las verdades¡±. Miguel del Arco reconoce que las respuestas del p¨²blico, a la vez que ha re¨ªdo en estos meses de representaciones, pueden ir en la direcci¨®n del agobio, por ese reconocimiento ¡°en apuntes de los personajes¡± sobre qu¨¦ supone la honestidad del d¨ªa a d¨ªa: ¡°Si est¨¢ la caja abierta, ?por qu¨¦ no vas a meter la mano?¡±.
Este es el tercer montaje teatral de Kamikaze despu¨¦s de Veraneantes y la premiad¨ªsima La funci¨®n por hacer con la que la compa?¨ªa se ech¨® a andar. La ilusi¨®n contin¨²a entre ensayos en los que aseguran que impera el esp¨ªritu l¨²dico que permite encontrar nuevos caminos y lo que se perfila como un proyecto cada vez m¨¢s estable ¡°para llevar la contraria en la inestabilidad de estos tiempos¡±, recalca del Arco. Sus integrantes vienen y van a otros proyectos, todos han regresado ahora de representar La funci¨®n por hacer en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogot¨¢, pero siempre vuelven a ¡°casa¡±. ¡°Hemos compartido la alegr¨ªa de estar juntos, de probar, de meternos en muchos jaleos, muchos problemas¡¡±, se enorgullece el dramaturgo. Y lo que les queda a estos artistas dedicados a la acci¨®n temeraria.?
Babelia
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