Las otras monedas del ¡®caso Odissey¡¯
Un tribunal condena a la compa?¨ªa a pagar a Espa?a 717.000 euros por las costas judiciales Arranca en Madrid un congreso sobre arqueolog¨ªa subacu¨¢tica
La ¨²ltima batalla judicial del caso Odyssey ha sido m¨¢s bien una escaramuza que ha pasado inadvertida. En octubre pasado, la empresa pag¨® un mill¨®n de d¨®lares (717.000 euros) al Estado espa?ol por orden judicial, seg¨²n consta en el informe anual que la compa?¨ªa ha presentado ante la SEC, el organismo que supervisa a las empresas que cotizan en Wall Street. Una vez resuelto el pleito en Florida por la propiedad de las monedas de la fragata Nuestra Se?ora de la Mercedes,en abril de 2012 la administraci¨®n espa?ola reclam¨® ante los tribunales 3,2 millones de d¨®lares (2,3 millones de euros) a Oddysey por los costes judiciales. Finalmente, el tribunal estadounidense orden¨® en septiembre de 2013 a la compa?¨ªa de cazatesoros que abonase un tercio de lo reclamado (1,07 millones de d¨®lares, 767.000 euros). Cultura confirm¨® ayer que se hab¨ªa producido el pago a la Hacienda espa?ola, aunque no desvel¨® la cantidad.
El expolio de La Mercedes ha sido un punto de inflexi¨®n en la sensibilizaci¨®n social respecto a la protecci¨®n del patrimonio submarino destacado ayer por la mayor¨ªa de los participantes en las jornadas sobre arqueolog¨ªa subacu¨¢tica, que se celebran en Casa del Lector, en Madrid. ¡°Sirvi¨® para generar una conciencia p¨²blica¡±, se?al¨® Jes¨²s Garc¨ªa Calero, redactor jefe de Abc y coordinador de las sesiones. Aunque no todos naden en optimismo. ¡°La Mercedes ha sido un caso aislado. Puede ocurrir ma?ana otra vez. No puede ir el ministro de turno a hacerse la foto buceando junto al barco hundido, no tiene rentabilidad electoral. No hay futuro si depende de las personas que est¨¦n¡±, lament¨® el escritor Arturo P¨¦rez-Reverte. ¡°Hasta que un ni?o espa?ol no sepa qui¨¦nes fueron Jorge Juan o Blas de Lezo no cambiar¨¢ nada¡±, a?adi¨® el autor de El asedio, muy cr¨ªtico con ¡°la notable incultura de nuestra clase pol¨ªtica¡±.
Las dos muestras que preparan Cultura y Defensa hablar¨¢ de un ¡°doble agravio¡±
A la difusi¨®n de la historia de La Mercedes, la fragata hundida el 5 de octubre de 1804 por el ca?onazo de un barco ingl¨¦s frente al Algarve y olvidada hasta que dos siglos despu¨¦s Odyssey se sumergi¨® en el pecio para extraer su cargamento de monedas de plata y oro, contribuir¨¢ la doble exposici¨®n que preparan los ministerios de Defensa y Cultura. Carlos Le¨®n, director t¨¦cnico de la muestra, adelant¨® que El ¨²ltimo viaje de la fragata Mercedes contar¨¢ la historia de ¡°dos agravios¡± y ¡°un ¨¦xito judicial¡±. ¡°La primera injusticia se cometi¨® al volar la fragata y la segunda, en 2007, por unos traficantes de bienes culturales a los que no me gusta llamar cazatesoros porque es buc¨®lico y suena bien. Odyssey minti¨® desde el primer momento en casi todo¡±, cont¨®.
¡°Las monedas deben ser contempladas como bienes culturales y no bienes de mercado¡±, subray¨® Carmen Marcos, subdirectora del Museo Arqueol¨®gico Nacional, una de las comisarias de la muestra y una de la especialistas enviadas a Sarasota para el juicio. Odyssey devolvi¨® 595.000 monedas de oro y plata impresas en Potos¨ª, Lima, Popay¨¢n y Santiago de Chile, que se depositaron en el Museo Nacional de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica (ARQUA) para su restauraci¨®n, estudio, conservaci¨®n y difusi¨®n. Seg¨²n las estimaciones hechas por el Ministerio cuando recibieron el cargamento ¡ªen noviembre de 2012¡ª de 14,5 toneladas, hab¨ªa 574.553 piezas, divididas en 212 monedas de oro (de ocho escudos), 309.184 de plata (con valores acu?ados de 8, 4, 2, y 1 reales) y otras 265.157 de plata fusionadas en bloques. A ellas hab¨ªa que sumar las 5.138 monedas que en aquel momento ya estaban en el Museo Arqueol¨®gico Nacional.
La Mercedes¡¯ no es solo un barco hundido: es historia¡±,
dice P¨¦rez-Reverte
Una peque?a parte se mostrar¨¢ en la exposici¨®n de Madrid, que se dividir¨¢ entre el Museo Arqueol¨®gico y el Museo Naval, cuyo taller ha creado una maqueta de La Mercedes emulando t¨¦cnicas y materiales del siglo XVIII, cuando se construy¨® en los astilleros de La Habana.
¡°La investigaci¨®n y la difusi¨®n del patrimonio arqueol¨®gico subacu¨¢tico es un acto patri¨®tico en el sentido m¨¢s noble y existe un desconocimiento entre la sociedad de esta realidad hist¨®rica. La Mercedes no es solo un barco hundido; es la historia, es el siglo XVIII, es el castellano¡¡±, defendi¨® P¨¦rez-Reverte, que confes¨® la melancol¨ªa que le causa el olvido que rodea a grandes marinos y cient¨ªficos de la edad moderna. ¡°Cuando los ingleses apresan a Antonio de Ulloa, al regresar de medir el meridiano con La Condamine, y descubren qui¨¦n es, lo agasajan. Sin embargo, al llegar a Espa?a ya casi se han olvidado de qui¨¦n fue¡±.
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