El arte se inspira en los datos masivos

Si alguien est¨¢ preocupado por el futuro del Bar?a, ya puede dejar de sufrir. En el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) se distribuye un peri¨®dico deportivo de 2018, que avanza la situaci¨®n del f¨²tbol dentro de cuatro a?os a partir de los m¨²ltiples datos que este mundo, y todo lo que le rodea a nivel econ¨®mico y social, genera. Winning Formula, de Fabien Girardin, es uno de los cuatro proyectos producidos por el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) para la muestra Big Bang Data, que ocupa toda una planta del centro hasta el 26 de octubre.

Los comisarios del proyecto, Jos¨¦ Luis de Vicente y Olga Subiros, combinan programas estad¨ªsticos y de visualizaci¨®n en una serie de instalaciones que ofrecen una lectura de los grandes procesos globales y su influencia en todos los ¨¢mbitos de la vida privada y p¨²blica. Algo as¨ª como un intento de explicar el mundo en que estamos ya totalmente sumergidos desde la perspectiva art¨ªstica. Aunque, con un enfoque did¨¢ctico, el montaje est¨¢ m¨¢s cerca de un museo de ciencia que de arte contempor¨¢neo, lo que resta cierto protagonismo a las obras.

Las piezas expuestas son capaces de proporcionar entidad, personalidad e incluso alma a n¨²meros y estad¨ªsticas que de tanto o¨ªrlos ya no nos dicen nada. Es el caso de la imagen de Chris Jordan que abre el recorrido, enfrentando el visitante a 2,3 millones de uniformes de presos, que representan el n¨²mero de encarcelados en Estados Unidos en 2005. El alud de datos en todos los campos que caracteriza nuestra ¨¦poca se traduce en diversas acumulaciones: Jaime Serra ha documentado sus pr¨¢cticas sexuales a lo largo de un a?o, Eric Kessels ha esparcido en el suelo todas las fotograf¨ªas que se subieron a Flickr un d¨ªa de 2009, mientras que Aaron Koblin convierte los 205.000 vuelos, que compusieron el tr¨¢fico a¨¦reo de Estados Unidos un d¨ªa de agosto de 2010, en una multicolor imagen gr¨¢fica.

La mercantilizaci¨®n y difusi¨®n a escala planetaria de la vida privada, generada por la llegada de las redes sociales, se ha convertido en un caldo de cultivo para proyectos de todo tipo, del robo de un mill¨®n de perfiles personales de Facebook a mano de Paolo Cirio y Alessandro Ludovico, hasta la denuncia de la falacia de los an¨¢lisis inform¨¢ticos de los consumidores de Jonathan Harris, pasando por la huella digital de pel¨ªculas c¨¦lebres como V¨¦rtigo o Tibur¨®n, generada por un software creado por Brendan Dawes. La lectura at¨ªpica de los datos proporcionados por la naturaleza se plasma en proyectos que reflexionan sobre la emergencia ecol¨®gica y proponen nuevas soluciones. Martin Wattemberg ha creado un software que representa el movimiento de los vientos y se actualiza cada hora, estableciendo cierto paralelismo con los estados emocionales, mientras que David Bowen ha reconstruido en el CCCB una parcela de agua del oc¨¦ano Pac¨ªfico gracias a los impulsos recogidos por una boya flotante y enviados a tres mallas suspendidas que reproducen en tiempo real los movimientos de las corrientes y las olas.

Curiosamente mientras las grandes superficies comerciales analizan ya desde hace a?os el comportamiento de sus clientes, los profesionales de la cultura todav¨ªa utilizan poco estas herramientas y saben mucho menos de lo que podr¨ªan acerca del comportamiento y los gustos de su p¨²blico. Por ello a lo largo de toda la muestra han sido colocados sensores ocultos que recogen y estudian las reacciones de los visitantes de cara a la pr¨®xima presentaci¨®n de la exposici¨®n en Madrid, en las salas de Fundaci¨®n Telef¨®nica, el pr¨®ximo oto?o. Con Big Bang Data, el CCCB inaugura la Estaci¨®n Beta, un nuevo espacio laboratorio integrado en las muestras, que acoger¨¢ un intenso calendario de talleres, debates y eventos relacionados.