Carolyn Carlson en di¨¢logo con Rothko

Quiz¨¢s ser¨ªa mas adecuado decir Gran Dama de la Danza Global, pues Carolyn Carlson (Oakland, 1943) desde hace d¨¦cadas est¨¢ instalada en Europa y su estela, influencia y trabajo creador se ve en todo el orbe, sus disc¨ªpulos pueblan teatros, compa?¨ªas, conservatorios y agrupaciones. Ella ha dirigido la Bienal de la Danza en Venecia y el Cullberg Ballet en Estocolmo, ha estado vinculada a la Opera de Par¨ªs y al Teatro de La Ville. Infatigable y generadora de ideas, a la vez siempre se ha caracterizado por nuclear a su alrededor a personalidades fuertes y singulares en el baile y en la m¨²sica, en el dise?o y en lo teatral.?Dialogue con Rothko es un solo intimista y potente que la vuelve a situar en los debatidos ejes de la abstracci¨®n en el baile. Motivada por la estela e impronta de la pintura, la artista-bailarina juega a dibujar su propio lienzo corporal. Para esta pieza, con la que se abre el mi¨¦rcoles el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid, ella misma ha redactado los textos y se apoya en una puesta en escena de Yoshi O?da con la m¨²sica original y el violonchelo en directo de Jean-Paul Dessy.

Todos conocen la biograf¨ªa del pintor de los planos feroces: Marcus Rothkowitz, conocido como Mark Rothko naci¨® en 1903 en Letonia. A los diez a?os, emigr¨® a los Estados Unidos, donde se convirti¨® en profesor de arte en 1929. Su carrera art¨ªstica comenz¨® en los a?os 50 con la ayuda de algunos coleccionistas de arte entusiasmados por su ya entonces personal y peculiar trabajo. En los a?os 60, incluso a contracorriente del mercado del arte, varios museos americanos y brit¨¢nicos adquirieron algunas de sus obras. Rothko se suicid¨® en Nueva York en 1970. En esta nueva creaci¨®n coreogr¨¢fica, Carolyn Carlson se inspira en el trabajo pict¨®rico de Rothko para ofrecer un solo refinado y po¨¦tico. El espect¨¢culo, originado en 2011, recrea el libro hom¨®nimo de Carlson donde relata las claves de sus afinidades con este artista; seg¨²n su propio relato, el primer encuentro de Carolyn Carlson con el trabajo de Mark Rothko fue revelador, como ¡°una inmersi¨®n en la plenitud del momento presente. Una pintura que envuelve, que aspira al infinito de la meditaci¨®n. Sus cuadros son la expresi¨®n m¨¢s intensa de una sencillez que conduce a lo esencial. No es necesario ning¨²n tipo de interpretaci¨®n¡±. Carlson ha escrito: ¡°Para Rothko, sus pinturas no eran s¨®lo una ejecuci¨®n de formas o colores, sino que le serv¨ªan para la comunicaci¨®n de las emociones humanas b¨¢sicas, tocando al espectador con una espiritualidad superior¡±.

En cuanto a la concepci¨®n del espect¨¢culo y a la estrecha colaboraci¨®n con el violonchelista y compositor que la acompa?a, la bailarina californiana recuenta: ¡°Jean-Paul Dessy y yo compartimos la idea com¨²n de abarcar el arte como un acto sagrado. Hoy en d¨ªa, somos bombardeados con miles de im¨¢genes que pretenden distraernos de la naturaleza esencial de ser, mientras que nosotros nos esforzamos por volver al aura de misterio de lo desconocido, en el retorno a la sabidur¨ªa de la filosof¨ªa a trav¨¦s de la po¨¦tica de los sue?os y las visiones¡±. Finalmente Carolyn ofrece su arte sin respuestas concretas, sino como una propuesta abierta: ¡°Los artistas inquietos no saben por qu¨¦ escriben, pintan, bailan, componen m¨²sica¡­ Es una capacidad asombrosa de la naturaleza humana, el arte es impulsado por fuerzas internas. En este espect¨¢culo, dejamos que el alma hable directamente a trav¨¦s de un lenguaje visual que llega a lo m¨¢s rec¨®ndito de la psique humana, inspirado en Rothko, quien deseaba que los espectadores tuvieran su propia interpretaci¨®n de cada obra, que la entendieran a su manera. Por eso, ¡®Dialogue with Rothko¡¯ es un misterio por descubrir¡±.