H¨¦roes griegos en miniatura

En este libro, Arturo P¨¦rez-Reverte (Cartagena, 1951) habla de batallas, honor y guerreros que defienden unos ideales m¨¢s altos que sus vidas. A sus lectores habituales la tem¨¢tica puede resultarles familiar. Pero el p¨²blico a cuyo encuentro va El peque?o hoplita (ma?ana con EL PA?S por 6,95 euros) no sabe nada del escritor, ni de sus libros, ni de esos 300 soldados griegos que lucharon hasta la muerte en el desfiladero de las Term¨®pilas. Porque tiene en torno a ocho a?os.

¡°Qu¨¦ bien estar¨ªa que un ni?o pudiera leer al mismo autor de los seis a?os a los 60¡±. Eso es lo que pens¨® P¨¦rez-Reverte cuando comenz¨® a coordinar en 2010 la colecci¨®n Mi primer¡­, una serie de ocho libros publicados por Alfaguara y firmados por algunos de los autores m¨¢s le¨ªdos en espa?ol: Mario Vargas Llosa, Javier Mar¨ªas, Almudena Grandes, Juan Mars¨¦, Eduardo Mendoza, Luis Mateo D¨ªez, Enrique Vila-Matas y el propio P¨¦rez-Reverte. ¡°Todos los autores me dijeron lo mismo, que al no haber hecho nunca literatura infantil, les ofrec¨ªa un reto. Lo que ped¨ªan todos es que no fueran cuentos distintos a su narrativa. Todos tienen su sello, su marca de f¨¢brica¡±.

El cuento narra la aventura de un ni?o en la batalla de las Term¨®pilas

Quiz¨¢ por eso P¨¦rez-Reverte ha elegido hablar de los hoplitas, unos hombres ¡°duros y orgullosos¡±. ¡°Quer¨ªa contarle a un ni?o peque?o una historia de mayores¡±, explica P¨¦rez-Reverte. La mayor dificultad para realizarlo, seg¨²n el autor: la s¨ªntesis. Una de las consignas era usar un lenguaje sencillo, frases cortas y, como mucho, un folio y medio de extensi¨®n.

Eso no ha impedido que el autor condense no solo un imaginario de h¨¦roes cl¨¢sicos, tan familiar a los adultos, sino todo un c¨®digo ¨¦tico impl¨ªcito, seg¨²n el escritor, en el relato de las Term¨®pilas: ¡°La defensa de la cultura occidental, la solidaridad entre compa?eros, la obediencia a las leyes justas, el amor filial a los padres, la dignidad de los hombres que quieren ser libres¡­¡±. Todo, acompa?ando al peque?o hoplita, un aprendiz de soldado que se convierte en testigo del sacrificio de los guerreros.

P¨¦rez-Reverte considera que la guerra y la muerte son temas totalmente v¨¢lidos para las narraciones infantiles. ¡°Otra de las consignas para la colecci¨®n es que los libros no ten¨ªan por qu¨¦ ser pol¨ªticamente correctos. Creo que escamotear a un ni?o los valores importantes, que a veces incluyen el valor, el sufrimiento y la muerte, supone dejarle indefenso cuando eso le golpea en la vida. Cosa que ocurre tarde o temprano¡±, explica el escritor cartagenero.

El libro, ilustrado por Fernando Vicente (dibujante en t¨ªtulos como Momo o Peter Pan), deja abierta una puerta, ¡°una trampa¡±, para los padres. El final reza: ¡°Un hombre y un ni?o. Esperando¡±. ¡°La pregunta que har¨¢ el lector es: ?Esperando qu¨¦? Que vuelvan a atacar las Term¨®pilas, claro. Lo que buscaba era que un padre le ense?e a su hijo que morir por actos nobles no es raro, sino algo que ha pasado a lo largo de la historia¡±.