Suspendida la corrida en Las Ventas por la cogida de los tres toreros
Por primera vez en 35 a?os, un festejo de San Isidro queda suspendido tras resultar heridos los diestros David Mora, Jim¨¦nez Fortes y Antonio Nazar¨¦
A las ocho de la tarde, cuando acababa de ser arrastrado el segundo toro de la tarde, la megafon¨ªa de la plaza anunci¨® que la corrida quedaba suspendida al encontrarse heridos los tres toreros del cartel. Era el mazazo final a una hora escasa de festejo dominado el dramatismo, la sangre y la conmoci¨®n producida por el realismo de un espect¨¢culo cruento que ayer alcanz¨® su c¨¦nit con los tres toreros en la enfermer¨ªa tras espeluznantes cogidas que sobrecogieron a los tendidos y convirti¨® la corrida en un sobresalto permanente.
La peor parte, sin duda, se la llev¨® David Mora. Al toque de clarines y timbales que anunciaban la salida del primero de la tarde, el diestro se dirigi¨® con paso firme hacia la puerta de chiqueros, donde esperaba el torilero. Se detuvo en los medios, hinc¨® las rodillas en la arena y esper¨® al toro. Sali¨® Desl¨ªo, tal era su nombre, deslumbrado, con la mirada incierta, hasta que atisb¨® al torero y hacia ¨¦l se dirigi¨® mientras Mora iniciaba una larga cambiada. Pero no se vaci¨® la embestida, sino que el animal atropell¨® al torero de forma violenta, y a¨²n tuvo tiempo de volver sobre su presa, a la que prendi¨® y volte¨® de forma terror¨ªfica; lo zarande¨®, le dio una vuelta de campana, boca arriba, primero, y boca abajo, despu¨¦s, y lleg¨® a hacer presa hasta tres veces, hasta que el cuerpo del torero qued¨® desmadejado sobre el ruedo, chorreando la sangre por su pierna izquierda y a la espera milagrosa de la llegada de las asistencias.
El parte m¨¦dico no deja lugar a dudas sobre la gravedad del percance: ¡°Dos heridas, una en el tercio medio de la cara anterior del muslo izquierdo con una trayectoria ascendente de 30 cent¨ªmetros, que produce arrancamiento de la vena femoral y colaterales, con destrozos en el m¨²sculo cu¨¢driceps; otra en la axila izquierda con trayectoria ascendente de 10 cent¨ªmetros que contusiona el paquete v¨¢sculo nervioso y alcanza al h¨²mero. Se le transfunden dos unidades de hemat¨ªes y gelafundina. Pron¨®stico: muy grave¡±.
La voltereta fue horrorosa, impresionante, escalofriante, de esas invisibles para el ojo humano, pero evidentes para la raz¨®n. La cornada era de caballo. Momentos despu¨¦s, cuando F¨¦lix Rodr¨ªguez, un hombre de su cuadrilla, se dispuso a colocar banderillas, apareci¨® con la taleguilla totalmente manchada de sangre que, sin duda, pertenec¨ªa a David Mora.
Se rompi¨® la tarde. Se bloquea Internet. La plaza queda conmocionada. No hay noticias, pero una manifiesta ansiedad recorre los tendidos. La faena de Nazar¨¦ a ese toro pasa desapercibida, a pesar de la buena intenci¨®n del sevillano, que est¨¢ aseado con un toro muy serio y cuajado, de escaso recorrido y mucha soser¨ªa.
La corrida qued¨® en un mano a mano. Sali¨® el segundo, primero de Jim¨¦nez Fortes, y cuando permanec¨ªa en la plaza el murmullo de la preocupaci¨®n, el malague?o resulta volteado al recibirlo a la ver¨®nica. Cae al suelo, pero parece que no hay herida. El animal, otro toro bien plantado, mansea en el caballo, y Nazar¨¦ realiza un quite por chicuelinas, que resulta elegante por su templanza y lentitud; cuando intenta rematar con una media, el toro le hace un regate, lo engancha por la pierna izquierda y lo hiere. El parte m¨¦dico indica que sufre ¡°traumatismo en la rodilla derecha, con probable lesi¨®n de ligamentos¡±. Pas¨® a la enfermer¨ªa de la que ya no sali¨®.
Pero el sobresalto a¨²n no hab¨ªa terminado. Jim¨¦nez Fortes brinda a Manuel Ben¨ªtez El Cordob¨¦s, e inicia la faena por bajo a un toro de embestida dura y ¨¢spera. En la primera tanda con la mano derecha, al t¨¦rmino de un pase, el torero resbala, cae y queda a merced de su oponente que lo busca con sa?a. La angustia que se vive en la plaza alcanza su punto m¨¢ximo. Pero a¨²n quedaba la sorpresa final: Jim¨¦nez Fortes entra a matar y el toro lo engancha por el pecho y lo zarandeado con inusitada violencia en unos instantes que parecieron eternos. Sali¨® por su pie el torero, con la taleguilla destrozada, y una visible cojera. Pas¨® a la enfermer¨ªa y se suspendi¨® la corrida. Su parte m¨¦dico es menos grave: ¡°Sufre dos heridas; una en la cara externa del tercio superior derecho, con dos trayectorias: una, hacia arriba ya hacia adentro de 10 cms, que alcanza el f¨¦mur, y otra, de 10 cms, que causa destrozos en el m¨²sculo vasto externo. La otra cornada, de 10 centim¨¦tros, alcanza la pala il¨ªaca¡±. Y qued¨® en el ambiente la enorme tensi¨®n de una tarde dram¨¢tica y sangrienta.
Babelia
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