Sof¨ªa Loren, brillo sin tiempo
Cannes ovaciona a la actriz italiana, presenta un corto y ofrece una clase magistral La int¨¦rprete, a punto de cumplir 80 a?os, es una de las novias eternas del festival
El paso de las estrellas de Hollywood se nota f¨¢cilmente. Y en Cannes tampoco es complicado intuir d¨®nde Ryan Gosling est¨¢ proyectando su ¨®pera prima o Nicole Kidman est¨¢ desfilando por la alfombra roja debido al tama?o de colas y gritos. Pero en el firmamento del cine hay una mujer que, a sus 79 a?os, sigue produciendo las mismas o mayores emociones que sus j¨®venes colegas. Un mito sin tiempo por el que cientos de aficionados esperaron un buen rato con la esperanza de poder asistir a su clase magistral sobre cine. Los que consiguieron una butaca se volvieron a levantar poco despu¨¦s, al o¨ªr el nombre de la profesora que acud¨ªa a explicar la magia del s¨¦ptimo arte:?Sof¨ªa Loren.
Fue una ovaci¨®n aut¨¦ntica para una actriz que acudi¨® risue?a e ¨ªntegramente vestida de blanco: camisa, americana brillante, pantal¨®n y zapatos. La pen¨²ltima muestra de afecto, de hecho, hab¨ªa sido justo la noche anterior, durante una cena en su honor en la que se cuenta que todos, desde los Dardenne hasta Jane Campion, tambi¨¦n la recibieron en pie para rendirle pleites¨ªa.
Loren ha presentado Voz humana, corto que ella protagoniza y su hijo, Edoardo Ponti, dirige
Tal vez los que han tachado la edici¨®n de este a?o como el Cannes del d¨¦j¨¤ vu se froten las manos. Pero los espectadores tambi¨¦n. El d¨ªa de las leyendas del festival ¡ªtambi¨¦n se proyectaba el filme de Godard¡ª se vivi¨® como un acontecimiento hecho de colas, emoci¨®n y agradecimiento. Y desde luego ver a Sof¨ªa Loren pasando justo al lado de enormes carteles con la cara de Marcello Mastroianni, imagen de esta edici¨®n de Cannes, habr¨¢ tocado esa fibra de la nostalgia de muchos cin¨¦filos. Ella misma se emocion¨® al rememorar al compa?ero de tantas obras maestras.
¡°Cuando era peque?a, con mi madre y mi hermana no ten¨ªamos mucho dinero, ni siquiera para comer. Recuerdo mis comienzos en Roma como una de las ¨¦pocas m¨¢s tristes de mi vida. No conoc¨ªa a nadie. Ah¨ª estaba mi padre, en realidad, por alg¨²n lado, pero no lo ve¨ªamos mucho¡±, record¨® la int¨¦rprete, que en Cannes tambi¨¦n ha presentado el cortometraje Voz humana, que ella protagoniza y su hijo, Edoardo Ponti, dirige. M¨¢s en general la charla se convirti¨® a trav¨¦s de la proyecci¨®n de varios fragmentos de su carrera en un viaje por la leyenda de Loren. ¡°?Qu¨¦ mona!¡±, se le escap¨® a la actriz al ver su versi¨®n de 18 a?os en la pantalla en La trata de blancas, de Luigi Comencini.
Entre franc¨¦s, italiano y napolitano, Loren subray¨® que nunca curs¨® ninguna escuela de actuaci¨®n y evoc¨® el primer filme de su carrera que ella considera importante: El oro de N¨¢poles: ¡°De Sica me dijo que hab¨ªa un papel de pizzaiola que se llamaba como yo y era para m¨ª. Le respond¨ª: ¡®Muy bien, pero tras las audiciones nunca me cogen. Soy t¨ªmida, y luego siempre me dicen que si tengo la nariz demasiado grande o la boca larga¡±. De Sica s¨ª la fich¨®, y fue el pistoletazo de salida de una carrera extraordinaria, en la que director y actriz se reencontraron 13 veces m¨¢s.
Nunca tuvimos una sola pelea. Nos entend¨ªamos enseguida¡±, dice Loren sobre De Sica
Tambi¨¦n Hollywood se interes¨® por ella, pese a que ¡°no sol¨ªan contratar a artistas italianas¡±, record¨® ayer Loren. Sin embargo, ella era distinta y el cineasta Stanley Kramer la quiso para Orgullo y pasi¨®n, de la que ayer se proyect¨® ese fragmento en el que la actriz baila flamenco. ¡°Qu¨¦ verg¨¹enza¡±, se sonroj¨® ella.
En este particular viaje a trav¨¦s de la nostalgia hubo otra parada en la etapa quiz¨¢s m¨¢s conocida: Dos mujeres. Loren desvel¨® que De Sica le ofreci¨® primero el papel a Anna Magnani pero que esta lo rechaz¨® y le pregunt¨®: ¡°?Por qu¨¦ no se lo pides a Sof¨ªa?¡±. Una buena idea, como vinieron a demostrar ¡°21 premios¡±, incluido el Oscar a la mejor actriz. Aunque Loren, por el miedo previo a perder, no acudi¨® a la gala. Una vez m¨¢s, en todo caso, una colaboraci¨®n triunfal con De Sica: ¡°Nunca tuvimos una sola pelea. Nos entend¨ªamos enseguida¡±.
Babelia
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