?Es la hora de invertir en historietas!
La pasi¨®n que despierta el arte original de las aventuras de Tint¨ªn es bien conocida, pero aquellos coleccionistas que aprecian la obra de Herg¨¦ saben tambi¨¦n del f¨¦rreo control que la sociedad heredera de sus derechos ejerce sobre toda su producci¨®n, lo que provoca que los dibujos originales del joven reportero que lleguen al mercado sean tan escasos como candidatos a cifras astron¨®micas. Baste recordar que el anterior r¨¦cord de venta de un original de c¨®mic anterior a estos 2,6 millones de euros lo ostentaba tambi¨¦n una portada de Tint¨ªn en Am¨¦rica, que lleg¨® los 1,3 millones de euros.
Sin embargo, la verdadera noticia no es esa, sino la incre¨ªble escalada de los precios de los originales de historieta vendidos en Par¨ªs. Se podr¨ªa elucubrar alrededor de la importancia que se le da en Francia a la bande dessin¨¦e y el c¨®mic adulto, pero la tendencia es universal y no conoce etiquetas, como demuestra que hace apenas un par de semanas un original de Herb Trimpe entintado por Jack Abel para el n¨²mero 180 de Incredible Hulk, donde aparec¨ªa por primera vez el personaje de Lobezno, alcanzara algo m¨¢s del medio mill¨®n de euros en una subasta. Un suculento e inesperado nicho de mercado que ha hecho que casas consagradas como Sotheby¡¯s o Christie¡¯s organizaran tambi¨¦n subastas dedicadas al noveno arte con espectaculares resultados, uni¨¦ndose a la apretada disputa que ya manten¨ªan empresas como Arcturial y Heritage con otras como ComicLink o BanqueDessin¨¦e.
Las razones de este inesperado atractivo de la historieta parecen a priori complejas: es cierto que, en algunos casos de personajes carism¨¢ticos puede haber fuertes componentes emotivas, pero la generalizaci¨®n del inter¨¦s (que ha multiplicado los precios por 10 en apenas unos a?os) no puede responder solo a eso , sino a la consolidaci¨®n de la consideraci¨®n del c¨®mic como un arte al mismo nivel que cualquier otro. Al ocupar una plaza en los cat¨¢logos de las grandes casas de subastas, el c¨®mic ha saltado del reducto de los aficionados coleccionistas al de los grandes especuladores del arte, que han descubierto en los originales de historieta un impresionante mercado virgen, tremendamente atractivo para la inversi¨®n y en constante revalorizaci¨®n.
Un cambio que quiz¨¢s puede influir hasta en los autores, que hab¨ªan abrazado las bondades de las t¨¦cnicas digitales y que ahora pueden volver al l¨¢piz, tinta y papel ante la perspectiva de unos ingresos que pueden ser muy superiores a los obtenidos por las ventas de una obra.
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