La infanta Elena inaugura la 73? Feria del Libro de Madrid
La cita acoge hasta el 15 de junio a 502 expositores en el Retiro
La Feria del Libro de Madrid convierte al Retiro en un ecosistema ¨²nico. Un espacio donde pueden convivir obras anarquistas con el cat¨¢logo de las paulinas ¨Co la caseta del BOE con la de c¨®mic de vanguardia- sin que parezca una extravagancia. Los libros, sean del tipo que sean, no se pelean entre s¨ª, como s¨ª han hecho esta ma?ana el sol y los nubarrones. Con ese tiempo titubeante (hablar del tiempo es tan cl¨¢sico de la Feria como las firmas), la infanta Elena ha inaugurado esta ma?ana la 73? edici¨®n de una de las citas culturales m¨¢s populares del sector editorial espa?ol, a la que acuden 502 expositores.
Y, a diferencia de su madre, la Reina, o los Pr¨ªncipes en los dos a?os anteriores, realiz¨® su visita de dos horas sin sobresaltos inc¨®modos ni protestas contra la monarqu¨ªa. De la calma ambiental se benefici¨® igualmente el ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, Jos¨¦ Ignacio Wert, otra v¨ªctima de la serieman¨ªa, que esta ma?ana confes¨® su debilidad por Mad men y Breaking bad ante la caseta de Errata naturae, la editorial que desde 2009 est¨¢ alimentando el af¨¢n de los seguidores de series con la publicaci¨®n de estudios espec¨ªficos.
Como es habitual los libreros y editores agasajaron con decenas de t¨ªtulos a do?a Elena, pero ella tambi¨¦n mostr¨® algunas preferencias. Entre otros, pidi¨® expresamente Yo fui a EGB, la obra ilustrada de Javier Ikaz y Jorge D¨ªaz que est¨¢ arrasando gracias a la nostalgia de toda una generaci¨®n; un libro para aprender a cocinar pan en casa de Xabier Barriga (la infanta confes¨® su afici¨®n a preparar bizcochos y tartas) y El hombre que arreglaba bicicletas, de ?ngel Gil Cheza, al que llegaba recomendada. En el expositor de Babelia, do?a Elena salud¨® al director de EL PA?S, Antonio Ca?o, que le explic¨® el nacimiento del nuevo portal de la revista cultural del peri¨®dico (babelia.com) como espacio de conexi¨®n con el universo de hispanohablantes. Durante la Feria, Babelia ha organizado un concurso de microrrelatos (500 caracteres m¨¢ximo) y debates sobre la Primera Guerra Mundial, el poder de la literatura para transformar el mundo y la prescripci¨®n cultural en la era digital, tres asuntos abordados por el suplemento en sucesivos n¨²meros.
Y ?c¨®mo llegan los ¨¢nimos de los libreros a la cita? Altos. ¡°Se trata de una ocasi¨®n ¨²nica para encontrar libros que no se encuentran. La gente viene con ganas de descubrir, y tambi¨¦n suelen esperar a esta fecha para comprar¡±, se?ala Valeria Bergalli, editora de Min¨²scula. Tanto ella como Miguel L¨¢zaro, el editor de Cabaret Voltaire, con el que comparte expositor, consideran que la distribuci¨®n espacial de las casetas en la feria influye m¨¢s sobre las ventas que la propia crisis. Sus grandes promesas para esta cita son Piedras en el vientre, de Jon Bauer, y La sal, de Jean-Baptiste del Amo.
Las cifras del sector editorial caen desde 2008, pero la Feria proporciona algunos remansos. ¡°Cada a?o hemos ido facturando m¨¢s¡±, afirma Lourdes Montero, en la caseta de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real. Sus 122 t¨ªtulos de historia medieval o rom¨¢nico viven ajenos a un ciclo econ¨®mico, que se ha comido la facturaci¨®n editorial a dentelladas.
La fauna de los libros se apropia del Retiro hasta el pr¨®ximo domingo 15 de junio. Junto a ellos una colecci¨®n de animales menos metaf¨®ricos y m¨¢s reales puede verse en la exposici¨®n de fotograf¨ªas de Steve Bloom, Salvajes, que ha sido capaz de captar emociones humanas entre osos, tigres, delfines o b¨²falos.
Babelia
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