Cuando arranc¨® la segunda temporada de Hannibal ya se pudo comprobar que la serie volv¨ªa a por todas y sin cortarse un pelo. Desde el mismo arranque, un flashforward que nos trasladaba a una sangrienta lucha para la que hay que esperar hasta el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la temporada, se ve¨ªa que la serie iba a ir in crescendo partiendo desde un punto muy alto. Y as¨ª ha sido. La atm¨®sfera oscura que caracteriza a esta creaci¨®n de Bryan Fuller ha llegado a su cumbre, por el momento, con el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la temporada, una despedida que ha dejado a sus seguidores con los ojos como platos y sin respiraci¨®n. Y que sigue fiel al sello personal¨ªsimo de una de las series que m¨¢s claro tiene lo que es y a d¨®nde va. Otra de esas series que no son aptas para todos los gustos... ni para todos los est¨®magos.
Lapalabra enfermiza se queda corta en esta ficci¨®n que cuida al mil¨ªmetro la puesta en acci¨®n. Nada es casualidad. Ni esas escenas del crimen tratadas como verdaderas obras de arte, ni esa banda sonora a base de tambores y sonidos inquietantes o piezas de m¨²sica cl¨¢sica que acompa?an a Hannibal en la cocina. Ni esos platos cocinados y presentados con milim¨¦trico cuidado y que juega con lo que sabe el espectador y lo que intuyen los protagonistas.
En la segunda temporada partimos de un cambio de roles entre Will (grande Hugh Dancy) y Hannibal (m¨¢s grande a¨²n Mads Mikkelsen). El primero, encarcelado por unos cr¨ªmenes que no recuerda haber cometido. El segundo, como asesor del FBI, el mejor lugar para seguir manejando los hilos de la historia y para hacer que el resto de personajes sigan movi¨¦ndose al ritmo que ¨¦l marca. Cuando llegamos al final de la temporada cuesta acordarse de ese punto de arranque despu¨¦s de todo lo que se ha dejado atr¨¢s y del juego del gato y el rat¨®n que se establece, en el que, aunque todos piensan que interpretan el papel del gato, todos tienen parte de rat¨®n.
Hannibalno eslugar para remilgos. Ni para autocensuras. Lo que en un momento se insin¨²a, en el minuto siguiente puede estar mostr¨¢ndose sin concesiones. Mientras, los espectadores nos quedamos con los ojos pegados a la pantalla con unamuecaa medio camino entre la sonrisa c¨®mplice y la repugnancia m¨¢s absoluta. Y pensar que todo esto se emite en Estados Unidos en una cadena en abierto...
Tampoco se corta en jugar con la obra y los personajes en los que se inspira. Ha sido una temporada llena de referencias a El silencio de los corderos y a sus secuelas y precuelas, unos referentes que utiliza de forma maleable y sin que sean necesariamente un cors¨¦ al que adaptarse a la fuerza. As¨ª, esta temporada ha contado con varios actores invitados, unos nuevos, otros de regreso, que han a?adido brillo al resultado: Michael Pitt (cuesta reconocerle como el psic¨®pata Mason Verger), Gillian Anderson (la doctora Bedelia Du Maurier), Ra¨²l Esparza (el doctor Chilton)... Personajes con los que han jugado y que han a?adido fichas al tablero en el que Will y Hannibal juegan su particular partida.
Aunque Bryan Fuller asegura tener planes para siete temporadas, el final de lasegunda entrega habr¨ªa funcionado perfectamente como final de serie. Un final que habr¨ªa dejado a sus seguidores con la cara desencajada, pero un final dign¨ªsimo. Ahora queda por delante al menos otra temporada m¨¢s (est¨¢ renovada ¡ªde nuevo, casi milagrosamente¡ª para una tercera entrega) en la que se tendr¨¢ que resolver esa especie de cliffhanger extremo con el que la serie se ha despedido. Las cartas sobre la mesa. Borr¨®n y cuenta nueva.
La digesti¨®n va a ser pesada. Nadie dijo que fuera a ser f¨¢cil. Ni quer¨ªamos que lo fuera.
Bravo, Hannibal.
En Espa?a, Hannibal puede verse en el canal AXN.
Comentarios
Se diga lo que se diga, creo que est¨¢ serie hace m¨¢s ruidos que otra cosa, porque parece que empieza muy fuerte, pero las historias y la trama no aportan nada nuevo, al menos desde mi punto de vista.http://ow.ly/xvwoS
En casa nos tiene enganchados. Esperamos con ansia la tercera temporada. Me parece admirable lo bien que se complementa con las pel¨ªculas. Los detalles, tanto de gui¨®n como de composici¨®n nunca son casuales y dan que pensar... una serie enorme que tiene un interesante contrapunto en Cargo. En Hannibal todos son inteligentes, en Fargo no.
Buen¨ªsima serie, me encanta su tenebrosa fotograf¨ªa. Recuerdo que al principio nos aburr¨ªa algo y en imdb.com no pasaba del 8. Al ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta segunda temporada los espectadores le dan de media un 9.9. Se rumorea que puede durar 8 temporadas.[Fotos antiguas de Madrid: http://www.facebook.com/madridfotosantiguas ]
El tono en que est¨¢ escrito el art¨ªculo me resulta igual de repulsivo que el tono de estas nuevas series. Algo se ha perdido, de inocencia y de sencillez, desde la forma cl¨¢sica de hacer cine. Pero s¨®lo con el tiempo, como suele suceder (una mayor¨ªa) se dar¨¢ cuenta de eso, y se pondr¨¢ en su lugar adecuado
Uy, que casi me desvela el final. Me quedan dos cap¨ªtulos para terminar la temporada segunda y estoy deseando de verlos. Para m¨ª Will es mejor que Hannibal, ya que el primero tiene que hacer de loco y el segundo ya lo est¨¢. A veces me hace gracia ver cocinar, lo hace con sus mejores galas y no se mancha un ¨¢pice.A esperar a la tercera.
En mi opini¨®n es una de las tres mejores series que hay ahora mismo en emisi¨®n. Bryan Fuller cuida cada detalle milim¨¦tricamente, desde la m¨²sica, la fotograf¨ªa o la simbolog¨ªa entre los casos y la psicolog¨ªa de los personajes. Es una gozada y, como apunt¨¢is, consigue lo incre¨ªble: que lo horroroso se convierta en arte.Por lo que he le¨ªdo parece que Fuller ahora tiene un plan para desarrollar "Hannibal" en 6 temporadas y maneja una opci¨®n B por si NBC da marcha atr¨¢s en su arriesgada decisi¨®n de mantener una joyita, aunque malsana, televisiva como ¨¦sta en abierto. ?Que dure, que dure!
Una de las pocas series que pretender, y consiguen, ser realmente perturbadoras. Una extensiva colecci¨®n de recursos narrativos al servicio de una historia que los creadores saben abberrante. La serie empez¨® mal enfocada, para mi gusto, y la supieron enderezar a la mitad de la primera temporada centr¨¢ndose en su historia. Desde luego, hay que verla para ver lo que se cuece en el mundillo televisivo: en una joya que brilla con otro color.
Estoy seguro de que Hannibal es una gran serie. Pero confieso que no la he visto. Me pierdo, sin remedio, entre las series de psic¨®patas, psicokillers, soci¨®patas y dem¨¢s tarados asesinos. A este paso, si te f¨ªas de las series de TV, la normalidad psiqui¨¢trica va a convertirse en excepci¨®n, y la psicopat¨ªa en rasgo com¨²n. Parecen m¨¢s ellos que nosotros. Un cacao. ?C¨®mo sabes, con total seguridad, que qui¨¦n te recomienda una gran serie sobre psicokillers te est¨¢ separando el grano de la paja?http://cinedietario.blogspot.com.es/
Hannibal se ha despedido por el momento en avi¨®n, como ya vimos en una de las adaptaciones cinematogr¨¢ficas, pero esta vez con dos manos enteras. Su despedida vuelve a iniciar la trama que los productores se encargaron de construir a base de lecturas y de gui?os a las pel¨ªculas que cosecharon relativos ¨¦xitos hace unos a?os; se renueva su aventura dejando a los espectadores asombrados ante tal despliegue de sangre, maldad y destrucci¨®n.Es una serie cuidada hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle que, posiblemente sin estar a la altura de otras muchas, alza su voz para reivindicar un lugar en la palestra. Todo est¨¢ pensado: la banda sonora, cada escena de asesinato ¨Cuna suerte de poemas visuales¨C, los platos cocinados que juegan con nuestros sentidos y nos interpelan, la excelsa vestimenta de nuestro can¨ªbal, los fin¨ªsimos di¨¢logos que, m¨¢s all¨¢ de arrancar gritos violentos, susurran insinuaciones. Todo es simb¨®lico y todo tiene su funci¨®n: desde los dibujos de Hannibal, hasta los persistentes ciervos que pueblan cada uno de los cap¨ªtulos. Es una serie eminentemente experiencial, que nos reclama a cada momento para hacernos parte de ella y que nos aleja ¨Cno muy lejos¨C cuando nos vemos obligados a contemplar escenas terror¨ªficas. Confieso que me ha pasado en muchas ocasiones con esta serie lo mismo que me ha ocurrido con ciertos cuentos de Borges; el barroquismo, la lentitud y la complejidad de la trama hacen que la atenci¨®n pueda desviarse y, sobre todo, que la frontera entre lo real y lo irreal se disipe.Will Graham evoluciona en esta segunda temporada de una forma magistral, en una progresiva liberaci¨®n de la influencia de Hannibal; y su personaje me recuerda, en cierto modo, a Goliadkin, aquel funcionario de Dostoyevski que ve desdoblada su personalidad ante la alienaci¨®n que sufre. El detective, por un lado se deleita junto a Hannibal en una artima?a policial de la que nunca conocemos con certeza su veracidad, y por otro, desea acabar con Hannibal, destrozarlo con sus manos. Graham extrae de ese desdoblamiento personal lo mejor de ¨¦l para acabar en una situaci¨®n a¨²n indeterminada. La influencia de un hombre con sus di¨¢logos y su penetraci¨®n psicol¨®gica se revisten de un gran contenido simb¨®lico que seduce los ojos del espectador, con mucha m¨¢s delicadez que las pel¨ªculas del mismo Hannibal. Veremos si contin¨²a la serie y volvemos a asistir a tan placenteros banquetes.http://imaginarseasisifofeliz.wordpress.com/2014/06/30/hannibal/
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Redactora de la secci¨®n de Televisi¨®n. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PA?S, donde trabaj¨® en Participaci¨®n y Redes Sociales. Desde su fundaci¨®n, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica por la UNED.