La cuarta pared
La pintura de Paula Rego est¨¢ pegada a ese muro invisible que tambi¨¦n nos afecta
De la misma manera que hay un g¨¦nero literario ¡ªel g¨®tico femenino¡ª para definir las novelas de Jane Austen, las hermanas Br?nte o George Eliot, existe un equivalente visual para la pintura de Paula Rego, paradigma inquietante pero eficaz de artista femenina, con su particular ¨¦nfasis en la conciencia inevitable de su propio g¨¦nero y en los peligros e insidias existentes fuera del mundo ficticio, que la pintora de origen portugu¨¦s (1935) representa con trazo en¨¦rgico en escenas de limitaci¨®n y reclusi¨®n. Afincada en Londres desde los 16 a?os y con medio siglo de pintura a sus espaldas, Rego se ha obstinado en demostrar la incomodidad y repulsi¨®n que siente hacia su herencia cultural a trav¨¦s de un an¨¢lisis visual de la econom¨ªa de la explotaci¨®n sexual que asigna a las mujeres un lugar estrecho en el patriarcado.
Rego utiliza las convenciones tem¨¢ticas del g¨®tico ingl¨¦s y las lleva al l¨ªmite, pues cree que las mujeres han estado reprimidas y recluidas emocionalmente m¨¢s por la mala educaci¨®n que por las paredes, y m¨¢s por la dependencia econ¨®mica que por cualquier admonici¨®n b¨ªblica. La suya es una batalla en pos de la autocreaci¨®n que le implica en un proceso de revisi¨®n de los mitos cl¨¢sicos, las canciones de cuna y los cuentos de hadas de su infancia. Rego utiliza el travestismo metaf¨®rico ¡ªen las figuras de animales imposibles¡ª para caminar m¨¢s libremente por los ¨¢mbitos narrativos. Desde una perspectiva psicohist¨®rica, su trabajo entabla una guerra heroica con sus precursores, pues es profundamente teatral (Hogarth), de un expresionismo mordaz (Daumier) y heredero de la Espa?a negra (Ribera, Goya, Guti¨¦rrez Solana); pero al contrario de lo que querr¨ªa Harold Bloom, no solo encaja formalmente en la historia de la pintura abrumadoramente masculina (Freud, Balthus, Auerbach, Gorky), tambi¨¦n la revisa, aportando una nueva direcci¨®n cr¨ªtica.
Desde los noventa, la obra de Rego ha gozado de una mayor visibilidad en museos y colecciones p¨²blicas europeas (las retrospectivas de la Tate Liverpool, el Centro Cultural de Bel¨¦m, ambas en 1997, y en el Reina Sof¨ªa, en 2007). El museo Casa das Historias de Paula Rego exhibe desde su creaci¨®n, en 2009, una parte importante de su obra y de la de su marido, el tambi¨¦n pintor ingl¨¦s, ya fallecido, Victor Willing. Es precisamente esta instituci¨®n, la que ha cedido el n¨²cleo de la muestra que ahora exhibe el MAC de A Coru?a, al que se suman una docena de dibujos prestados por la Fundaci¨®n Calouste Gulbenkian y algunos m¨¢s propiedad de la artista, entre los que sobresale la serie poco conocida de Las ?peras sobre el repertorio verdiano.
La retrospectiva re¨²ne medio centenar de bocetos, estudios, pasteles y acr¨ªlicos sobre papel (destacan sus dr¨¢sticas y grotescas Chica con un feto y Madre) y el retablo tridimensional Oratorio, un teatrillo con los mu?ecos que la artista utiliza de modelos para representar sus dramas dom¨¦sticos. Son personajes que surgen como de una pesadilla, sin atisbar ning¨²n paisaje, s¨®lo una prosaica pared. La pintura de Paula Rego est¨¢ pegada a ese muro invisible que tambi¨¦n nos afecta, y puede que hoy el verdadero mal sue?o para la mujer sea la trivialidad ins¨ªpida del mundo real. La cuarta pared.
Paula Rego. F¨¢bulas Reales. Museo de Arte Contempor¨¢neo Gas Natural Fenosa. Avenida de Arteixo, 171. A Coru?a. Hasta el 14 de septiembre
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