Segundo asalto en El Retiro
La Feria del Libro vivi¨® este s¨¢bado una afluencia similar a la del pasado fin de semana
Falta todav¨ªa m¨¢s de una semana para que la 73? edici¨®n de la Feria del Libro vuelva a dejar al parque del Retiro entre p¨¢jaros, florecillas y picnics familiares, pero los libreros y editores ya han empezado a mirar nerviosamente la hoja de cuentas. De la misma manera que ayer miraban nerviosamente al cielo de Madrid, rogando a los dioses de la palabra que se guardaran su ira en forma de probable lluvia para otra ocasi¨®n. Aliviados por el buen tiempo y esperanzados por el constante fluir de lectores en potencia, los responsables de las 364 casetas de la mayor cita del mundo editorial espa?ol se arremangan las camisas para levantar un sector que ingres¨® en 2012 420 millones de euros menos que en 2010.
Ana Bravo, en la caseta de la editorial SM, no se mostraba especialmente entusiasma. El fin de semana ha amanecido algo m¨¢s animado que el pasado (ya con buena afluencia) y las miles de cabecitas que recorren arriba y abajo los paseos parecen atestiguarlo. Pero tampoco es para tirar cohetes: poco se diferencia esta de la pasada edici¨®n de la feria, asegura. Mucho paseante, pero no tanto comprador. Aunque lo peor, cuenta, es entre semana, cuando pocos curiosos vuelven a casa cargados de bolsas.
Si ?ngela se va hoy del parque con un libro bajo el brazo es por pura casualidad. Se ha topado con la firma de libros de Almudena Grandes y ha corrido a hacerse con Las tres bodas de Manolita. "Pero es para regalo", advierte protegi¨¦ndose del sol que pega fuerte contra la fila de una veintena de pacientes lectores. Grandes parece ser la autora con m¨¢s poder de convocatoria en esta ronda de garabatos, besos y palabras de admiraci¨®n. Aunque en torno a ella, recuerdan por megafon¨ªa machaconamente, est¨¢ la escritora francesa Anna Gavalda o el cantautor Luis Eduardo Aute (entre los 900 autores que dejar¨¢n su estampa en la feria). La madrile?a es la que amontona a m¨¢s gente frente a su caseta. ?ngela entre ellos, que quiz¨¢ solo compre este t¨ªtulo: "Es que ¨²ltimamente los saco de la biblioteca".
En la caseta de la librer¨ªa Gaztambide, bajo la que se cobija Grandes, se frotan las manos con la autora. Ellos han elegido tirar de firmas y autores conocidos para levantar las ventas. Por aqu¨ª pasaron hoy tambi¨¦n Julia Navarro y Blue Jeans (seud¨®nimo de Francisco de Paula), escritores de best sellers como Dime qui¨¦n soy o Canciones para Paula. Carmen Gonz¨¢lez, una de las responsables del puesto, asegura que la cosa solo va "un pel¨ªn mejor" que el ¨²ltimo fin de semana.
Lo peor, cuentan los libreros, es entre semana, cuando pocos curiosos vuelven a casa con bolsas
De Gaztambide, donde el mayor ¨¦xito es la ciencia ficci¨®n de Divergente, al espacio de la editorial de poes¨ªa Visor, donde triunfa Juan Gelman, solo hay unos metros y centenares de curiosos. "El 80% del p¨²blico de la feria no suele pasarse por las librer¨ªas", asegura Jos¨¦ Luis Garc¨ªa, uno de los gerentes de la caseta. Quiz¨¢ por eso esta cita sea tan relevante, al menos econ¨®micamente, incluso para los puestos que se contentan con vender varias decenas de libros. Mar¨ªa, de la librer¨ªa La Marabunta, una cooperativa especializada en tem¨¢tica pol¨ªtica, admite que estos d¨ªas recaudar¨¢n un buen pellizco de sus ingresos totales. En parte porque el p¨²blico es "m¨¢s general". Aqu¨ª los t¨ªtulos que triunfan son Cuando las pel¨ªculas votan, editado por Pablo Iglesias, l¨ªder de Podemos, o La Transici¨®n contada a nuestros padres, de Juan Carlos Monedero, tambi¨¦n portavoz de la formaci¨®n. Eso, y, de nuevo, Almudena Grandes, el hit.
En torno a las dos de la tarde, la actividad empieza a desplazarse desde las casetas a los m¨¢rgenes del parque. Rub¨¦n y Elisa se han refugiado a la sombra junto a sus cuatro hijos y recuperan el resuello antes de continuar la jornada. En las bolsas, dos libros por ni?o y uno por adulto, el bot¨ªn de su excursi¨®n anual a las casetas del Retiro. Un poco m¨¢s lejos, un centenar de adolescentes han formado un enjambre de bocadillos, papel de aluminio y tortilla de patatas. Vienen solos, aunque muchos no pasan de los 15 a?os, convocados por sus blogueros favoritos. Soraya se ha gastado la paga en el segundo t¨ªtulo de una saga juvenil. Y no ser¨¢ el ¨²ltimo: quedan casetas por recorrer de aqu¨ª a las nueve de la noche, y sorteos, y juegos en un d¨ªa que para ella y sus compa?eras, a las que acaba de conocer, es una fiesta.
?Y aquel caballero que camina solo hacia la salida del parque, huyendo del rumor constante de la feria? En la bolsa, un libro. El de Almudena Grandes. ?Solo uno? "Qu¨¦ le vamos a hacer. Hace que no voy a una librer¨ªa...", y Jos¨¦ Antonio busca la fecha exacta mirando al cielo. "Mira, ni me acuerdo. Qu¨¦ pena, ?verdad?".
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