Tres obras fundamentales de Chillida

El 'peine de Pili'

El primer Peine del Viento que realiz¨® Eduardo Chillida fue en 1952, el que est¨¢ en el Museo Reina Sof¨ªa, de Madrid. El ¨²ltimo lo cre¨® en 1999. Fue una de sus ¨²ltimas esculturas porque al a?o siguiente cay¨® enfermo y dej¨® de trabajar. En total hay 24 peines del viento repartidos por el mundo. Fue una obra que siempre le obsesion¨® y a la que volv¨ªa una y otra vez. Sin duda, el m¨¢s simb¨®lico y conocido peine es el instalado en el mar de San Sebasti¨¢n, el que hace el n¨²mero XV, esas tres piezas aferradas a las rocas de la costa embravecida del Cant¨¢brico. Pero, en la calma del Chillida-Leku, en los montes de Hernani, descansa otro peine muy especial, aquel que el escultor realiz¨® a petici¨®n de su mujer, Pilar Belzunce. ¡°Mi madre quer¨ªa un peine y le pidi¨® a mi padre que le hiciera uno¡±, explica Ignacio Chillida, uno de los hijos de la pareja y comisario de la muestra que se inaugura en la ciudad donostiarra. Hace el n¨²mero XVII y es conocido en la familia como el peine de la ama (madre en euskera) o el peine de Pili. Esta escultura, de dos toneladas y medio de peso y que data de 1990, ocupar¨¢ un lugar principal en la muestra que se inaugura el pr¨®ximo jueves, en claro homenaje a Pilar Belzunce.

El temblor, en bronce

Ikaraundi es una obra muy significativa en la colecci¨®n y la obra de Chillida. Es una de tantas que el escultor no quiso vender en su d¨ªa y se qued¨® con ella. Data de 1957 y supone el comienzo del trabajo de Chillida en hierro, tras sus inicios con el yeso. La que se ver¨¢ en la exposici¨®n es una de las cuatro copias en bronce que se realizaron de la original en hierro, que est¨¢ en Suiza. Es, seg¨²n su hijo Ignacio, la ¨²nica obra de la que el artista consinti¨® hacer copias. En aquella ¨¦poca, trabajaba para la poderosa y prestigiosa Galerie Maeght y, despu¨¦s de su primera gran exposici¨®n, le aconsejaron realizar copias. No muy convencido, Chillida accedi¨® a ello, no sin reparos. Cuando vio el resultado, espantado, puso como condici¨®n a la galer¨ªa no volver a hacer nunca copias. Ikaraundi(temblor) supone tambi¨¦n el inicio del camino de los l¨ªmites y los espacios tan caracter¨ªsticos de la obra de Chillida.

Lo profundo es el aire

Aunque data de1996, Elogio de la arquitectura XV viene de lejos, de esa obsesi¨®n por los huecos y los grandes espacios, como la catedral de Santa Sof¨ªa, en Estambul. Es un tema recurrente en toda la obra de Chillida, mucho antes de que jam¨¢s hubiera pensado en hacer ese vac¨ªo de la monta?a de Tindaya, y que est¨¢ presente en todos los collages, especialmente los de los a?os sesenta. El significado viene de su amistad con Jorge Guill¨¦n que siempre dec¨ªa que ¡°lo profundo es el aire¡±. La idea en esta obra, una de las m¨¢s densas de la colecci¨®n, es similar a la de Tindaya. ¡°Fue una utop¨ªa, como casi todo en el nacimiento de una historia, pero muy simple¡±, explica Ignacio Chillida. ¡°El que todos los hombres que se pasean por el interior de ese espacio son iguales, muy poquita cosa¡±.