Robert Lebeck, el fot¨®grafo del instante
El fot¨®grafo alem¨¢n que retrat¨® gran parte de la segunda mitad del siglo XX, desde la guerra del Congo hasta los hombres y mujeres m¨¢s famosos de Hollywood
Un jovenc¨ªsimo Elvis Presley en la cima de su popularidad es llamado a filas en 1958. La histeria se desata entre sus fans, que temen pasar meses sin nuevas canciones de su ¨ªdolo. Una imagen de ¨¦l vestido de uniforme, rodeado de soldados y con la mirada fija en el objetivo se convierte en s¨ªmbolo de una ¨¦poca. Al otro lado del objetivo estaba Robert Lebeck, fot¨®grafo alem¨¢n que retrat¨® gran parte de la segunda mitad del siglo XX, desde la guerra del Congo hasta los hombres y mujeres m¨¢s famosos de Hollywood. Lebeck muri¨® en Berl¨ªn el pasado 14 de junio a los 85 a?os.
¡°Lo m¨ªo son fotos de toda una ¨¦poca. La Alemania de los a?os cincuenta, la Latinoam¨¦rica que vi en los sesenta, el ?frica que se libera del colonialismo y la Espa?a de Franco¡±, dijo en 2009, cuando la sala de exposiciones berlinesa Martin Gropius Bau present¨® una retrospectiva de su obra con 400 im¨¢genes tomadas entre 1955 y 2005.
El hombre al que la revista Stern, de la que fue su fot¨®grafo estrella, denomin¨® ¡°ladr¨®n encantador del instante¡± no se limit¨® a retratar a personajes tan famosos como Maria Callas, Willy Wilder o Romy Schneider. ?l inmortalizaba momentos. Como Alfred Hitchcock detr¨¢s de una puerta o Willy Brandt en el momento de su dimisi¨®n como canciller alem¨¢n. ¡°Nunca he acosado a los famosos ni lo har¨ªa nunca. La mayor parte de las veces solo tuve una suerte extraordinaria¡±, asegur¨® en una entrevista al semanario Die Zeit.
Una de sus fotograf¨ªas m¨¢s famosas la tom¨® en la antigua L¨¦opoldville, actual Kinshasa, en 1960. Durante las fiestas para conmemorar la independencia del Congo belga, Balduino de B¨¦lgica desfilaba por las calles de la ciudad en un descapotable. Lebeck tuvo la habilidad para captar el momento en el que un antiguo combatiente se atrevi¨® a coger del coche el sable que simbolizaba el poder real. Para muchos, esta imagen, que se convirti¨® en un icono de la derrota del poder colonial en ?frica, marc¨® el inicio de la independencia del pa¨ªs que hab¨ªa sido un terreno privado de Leopoldo II. ¡°Dispar¨¦ a toda velocidad. No estaba seguro, si hab¨ªa conseguido la imagen o no¡±, declar¨® a?os m¨¢s tarde.
Lebeck no retrat¨® solo a personajes famosos y momentos estelares. Tambi¨¦n se fij¨® en el d¨ªa a d¨ªa de la gente normal. Como las bailarinas del Teatro Bolsh¨®i de Mosc¨² que esperan para ensayar; o el ni?o refugiado que mira por la ventana de su residencia temporal de Hamburgo.
Nacido en Berl¨ªn en 1929, siendo un adolescente particip¨® como soldado en la II Guerra Mundial y cay¨® prisionero a manos del Ej¨¦rcito Rojo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. M¨¢s tarde vivir¨ªa unos a?os en Estados Unidos. Fue ah¨ª donde descubri¨® los fotorreportajes en revistas como Look o Life. ¡°Las semanas que pasaron tras el fin de la guerra no solo fueron las m¨¢s intensas y emocionantes de mi vida. Tambi¨¦n la mejor formaci¨®n que pude tener para convertirme en fotoperiodista¡±, asegur¨®. Ya de vuelta en Alemania, en 1952, a los cuatro meses de empezar su carrera como fot¨®grafo, apareci¨® la primera fotograf¨ªa en la portada de un peri¨®dico. Era una imagen del canciller Konrad Adenauer. Empezaba entonces una carrera que se alargar¨ªa m¨¢s de medio siglo.
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Babelia
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