Barcelona cumple una d¨¦cada como capital del videojuego con el Gamelab

Hay unos 40 madrugadores haciendo cola frente a la Filmoteca de Catalu?a. Los une un deseo, aprender de sus maestros, y una meta, llegar a vender su sue?o, un sue?o con forma de videojuego. Porque Barcelona vuelve a ser desde hoy y hasta el pr¨®ximo viernes el ¨¢gora para la industria cultural m¨¢s exitosa -al menos por recaudaci¨®n- gracias al Gamelab, la feria internacional del medio que cumple una d¨¦cada. Durante tres d¨ªas, figuras como los creadores de Monkey Island y Shenmue o el m¨¢ximo responsable del ¨¦xito de PlayStation compartir¨¢n su saber con los creadores del ma?ana.

Sobre ellos, el futuro de la industria, se ha centrado la presentaci¨®n a tres bandas de Iv¨¢n Lobo (director del Gamelab), Jordi Sellas (director general de creaci¨®n de empresas culturales de la Generalitat de Catalu?a) y Gonzalo Su¨¢rez (creador de videojuegos). Con la ausencia del secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, que no ha podido asistir, el tr¨ªo ha recordado al m¨¢s de un centenar de asistentes, creadores en su mayor¨ªa, que este es un evento para "aprender" y "dejarse ver". Su¨¢rez ha dicho que el problema de Espa?a es el de siempre: "Un talento sin parang¨®n y una nula capacidad de venderse". Por eso, ha bromeado con que la mucha "energ¨ªa sexual" que se almacena haciendo juegos se gaste estos d¨ªas en ese networking m¨¢gico que abra la puerta a subir de nivel en la industria y que convierta los 120 euros que cuesta un pase en una ganga.

Gamelab quiere apagar sus diez primeras velas por todo alto con una edici¨®n llena de grandes nombres. Por ejemplo, el de Shuhei Yoshida, presidente de Sony Computer Entertainment y uno de los m¨¢ximos responsables de PlayStation. Yoshida recibir¨¢ el Premio de Honor de la Academia y participar¨¢ en un encuentro abierto al p¨²blico el jueves 26 de junio a las 11.00 en la Sala Chom¨®n de la filmoteca. Sobre la mesa, el rival temible de las consolas, el ordenador que se ha convertido en l¨ªder del mercado tras una remontada espectacular en el ¨²ltimo lustro.

Otros dos grandes invitados reflejan el peculiar y dulce momento de madurez art¨ªstica que vive el sector, una industria cultural que ronda los 70.000 millones de euros, el doble de la taquilla de cine mundial en un a?o. Tim Schafer, estrella de Lucasfilm con t¨ªtulos como Monkey Island que decidi¨® ir por libre con su estudio Double Fine en el 2000, y Peter Molyneux, uno de los primeros creadores del medio que consigui¨® el reconocimiento art¨ªstico con Populous (1989) y la saga Fable de Xbox y que ha decidido mont¨¢rselo por su cuenta con 22Cans. Ambos dar¨¢n conferencias sobre el presente y futuro del videojuego y ambos coinciden en haber fundado sus nuevas carreras diletantes con dos crowfunding de infarto: 2,4 millones de euros para Schafer y m¨¢s de 656.000 euros para Molyneux.

Parte de la culpa del ¨¦xito de los actuales videojuegos, y de su creciente esp¨ªritu art¨ªstico, la tiene otro de los invitados: Yu Suzuki, creador de ¨¦xitos incontestables de las recreativas de Sega ¡ªpor ejemplo el m¨ªtico Outrun (1986) con su pareja a lomos de un Ferrari rojo¡ª y de una obra maestra que marc¨® el camino para la saga m¨¢s exitosa de la historia del medio (Grand theft auto): los dos cap¨ªtulos de los siete que Suzuki ten¨ªa proyectados de su epopeya japonesa Shenmue (1999). En esta obra el jugador se met¨ªa en la piel de Ryo Hazuki, un aprendiz de artes marciales que ve¨ªa en su ni?ez c¨®mo su padre era asesinado por el letal Lan Di. A partir de ah¨ª, el usuario afronta todas las facetas de la vida: buscar trabajo, ligar o jugar a videojuegos dentro de un videojuego. Todo ello con una historia oper¨ªstica que lleg¨® a los cines japoneses fundiendo las intros (fragmentos no jugables) en un largometraje.

La nueva ola indie del videojuego estar¨¢ muy presente en el Gamelab. Y especialmente en sus premios, algo as¨ª como los Goya del videojuego, que entrega la Academia Espa?ola de las Artes Interactivas. Los galardones enfrentar¨¢n a un David y un Goliat. Gods will be watching con cuatro nominaciones como p¨²gil de los indie games y Castlevania lords of shadow 2, que acumula siete nominaciones a las nueve categor¨ªas principales, como defensor de las superproducciones.

El David del combate es un estudio (Deconstructeam) liderado por Jordi de Paco (Santa Coloma de Gramanet, 1987). Lo que desea, que el premio le traiga suerte para dejar el sal¨®n de su casa desde el que han programado este juego, junto con tres artistas y un m¨²sico. Su obra plantea un futuro apocal¨ªptico y obliga a dilemas ¨¦ticos al l¨ªmite: "Uno de los escenarios plantear¨¢ sobrevivir 20 d¨ªas atado a una silla de tortura. Queremos estirar al m¨¢ximo las cuerdas morales del jugador".

Del otro lado del cuadril¨¢tero, una superproducci¨®n en toda regla: Castlevania lords of shadow 2, tercer juego de la franquicia de Konami dedicada a Dr¨¢cula y a la familia de cazavampiros Belmont con la firma espa?ola en su creaci¨®n de Mercury Steam. Esta vez, la cr¨ªtica ha sido muy dura con su juego, pero Enric ?lvarez, director del estudio, ve estas siete nominaciones como una "reivindicaci¨®n" de su trabajo.

Tres d¨ªas aguardan de videojuegos en la ciudad condal. En las consolas, en la nube, en el ordenador y las tabletas y sobre todo en el smartphone, la plataforma de moda para jugar en cualquier parte. Pero sin que importe d¨®nde se juega, el esp¨ªritu actual del medio es claro. Lograr que su aspiraci¨®n de arte y de parte esencial de la industria cultural sea irreversible. Iv¨¢n Lobo, presidente del Gamelab, lo resume en una frase: "El medio est¨¢ madurando a pasos agigantados". Y en Barcelona pueden sentirse el temblor de las pisadas del tit¨¢n.