¡°El encierro puede morir de ¨¦xito. La televisi¨®n lo ha cambiado¡±

Veintid¨®s a?os despu¨¦s, el 7 de julio de 2010, Javier Solano volvi¨® a enrollar el peri¨®dico para ponerse delante de los toros en San Ferm¨ªn. Corredor desde los 15 a los 30, su labor como comentarista de los encierros en TVE le hab¨ªa separado de las calles durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, pero unas diferencias con la cadena sobre el estilo de la retransmisi¨®n le alej¨® en 2010 de las pantallas y el periodista navarro aprovech¨® la coyuntura para saltar de nuevo al otro lado del vallado. "Todos me dec¨ªan que no lo hiciera, que ten¨ªa 52 a?os y ya no estaba para eso. Y, efectivamente, comprob¨¦ que mi tiempo hab¨ªa pasado. Apenas aguant¨¦ 30-40 metros. Mi hijo, tambi¨¦n corredor, me dio consejos sobre d¨®nde colocarme, qu¨¦ evitar, pero nada, la carrera me pas¨® por encima como un AVE. Fue como estar en la niebla, no vi a los animales hasta que los tuve encima", reconoce.

Las calles de Pamplona le perdieron, pero los micr¨®fonos le recuperaron tres a?os m¨¢s tarde. Solano hizo en 2013 el camino de vuelta a las narraciones de los encierros con su estilo sobrio, "serio pero no aburrido" ¡ªpuntualiza¡ª, para explicar con el detalle de siempre qu¨¦ pasa y por qu¨¦ en una carrera en la que "flota el fantasma de la tragedia" en cada zancada (en la historia hay documentados 16 muertos). "La gente se est¨¢ jugando la vida, no sabr¨ªa hacer un programa ligero", explica. En 2010, disconforme con el tono trivial que, a su juicio, hab¨ªan tomado las retransmisiones de los ¨²ltimos a?os dej¨® de ser la voz de los encierros. Fueron tres a?os de ausencia en los que aficionados y corredores reclamaron su vuelta. "A m¨ª jam¨¢s se me ocurrir¨ªa narrar hockey o waterpolo", subraya. ?Hubo gente, entonces, que s¨ª hizo esto con el encierro? "En la pregunta est¨¢ la respuesta. De mis labios no saldr¨¢", zanja.

Este a?o cumplir¨¢ 24 como la voz de los encierros. Su estreno fue en 1988 y lleg¨® de la manera m¨¢s casual. "Entr¨¦ en TVE a trabajar y me preguntaron qu¨¦ me gustaba. Como les dije que era corredor de los encierros, me pusieron a narrarlo. Si hubiera dicho que me gustaba la cocina, a lo mejor estar¨ªa en un programa de gastronom¨ªa", cuenta entre risas. Ya en ese a?o de debut tuvo que contar una de las carreras m¨¢s ca¨®ticas y peligrosas que se recuerdan, con seis corneados y uno de los toros de Cebada Gago, Doloroso II, deshaciendo el camino hacia los corrales, algo casi in¨¦dito.

Explicaci¨®n causa del tap¨®n

Javier Solano llega cada ma?ana de Sanfermines al set de TVE con las manos de los bolsillos y el ¨²nico apoyo de una chuleta con los nombres de los toreros de cada tarde. "Llevo todo en mi cabeza. Por ejemplo, el a?o pasado, cuando se form¨® el mont¨®n en la entrada a la plaza de toros, inmediatamente recit¨¦ de memoria cu¨¢ntos se hab¨ªan producido en la historia, el n¨²mero de muertos que hab¨ªan causado, en qu¨¦ a?os... Eso es lo que da valor a una retransmisi¨®n", reivindica. En m¨¢s de 200 encierros narrados asegura que solo una vez, en 2007, se perdi¨® y no sab¨ªa d¨®nde estaba cada toro. "La realizaci¨®n fue confusa", se excusa. "Nunca tomo notas porque me dejar¨ªa detalles y siempre estoy contando los animales: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis; uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... para ver si alguno se queda rezagado", explica.

El resto del a?o trabaja en el centro territorial de TVE en Navarra como redactor de informativos, pero su condici¨®n de narrador de los encierros est¨¢ claro que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo profesional. Adem¨¢s de la multitud de charlas que da por toda Espa?a, en febrero agarra la maleta y se marcha en sus d¨ªas libres con unos amigos a conocer los toros que meses despu¨¦s van a correr por las calles de Pamplona. "Este a?o hay un colorado de Fuente Ymbro con una cabeza que impresiona. Caben tres personas entre pit¨®n y pit¨®n", cuenta entusiasmado.

J.Solano, la voz de los encierros

Su conocimiento y control sobre lo que ocurre en la calle es tal que la narraci¨®n no le altera en exceso. Le angustia m¨¢s, a veces, lo que tiene que ver y comentar porque delante de los toros tiene a familiares, amigos y vecinos: "Mi hijo peque?o, de 26 a?os, sigue corriendo, y alguna ma?ana est¨¢n en el recorrido ¨¦l, un sobrino y un hermano. Trato de mantener la serenidad cuando un familiar o persona cercana pasa un momento de apuro. A veces se logra y otras no", admite. El encierro es una cuesti¨®n familiar para los Solano. Su hermano y ¨¦l se estrenaron con 14 y 15 a?os, respectivamente, a pesar de que estaba prohibido por ser menores de edad, y aquella carrera coincidi¨® con la ¨²ltima de su padre. Su ejemplo, en cualquier caso, no es una excepci¨®n en Pamplona, una ciudad marcada y proyectada por el encierro.

No es muy optimista sobre el futuro del acto central de los Sanfermines. "Estoy convencido de que puede morir de ¨¦xito. Alguna ma?ana habr¨¢ cuatro muertos y el alcalde de Pamplona empezar¨¢ a recibir llamadas del presidente del Gobierno de turno, de Europa, y al final lo prohibir¨¢n. El encierro ha cambiado m¨¢s en 30 a?os que en siglos, y hay que admitir que ha sido por la influencia de la televisi¨®n. O se toman medidas para limitar el n¨²mero de participantes o desaparecer¨¢", advierte Solano. Pase lo que pase, ¨¦l lo seguir¨¢ contando.