Con la c¨¢mara en el coche patrulla

El reloj del coche policial marca las 0.30. La noche en Parla empieza a despertar. En el furg¨®n, cuatro polic¨ªas, un c¨¢mara y dos periodistas patrullan las calles del municipio madrile?o. Hasta ahora, la jornada no ha tenido ning¨²n sobresalto, pero eso est¨¢ a punto de cambiar. Un BMW negro cambia de sentido repentinamente al ver que la polic¨ªa sigue sus pasos. Lo hace de manera sutil, pero algo lo delata. El conductor del Grupo de Operaci¨®n y Respuesta (GOR) da un volantazo y acelera. ¡°He tenido un p¨¢lpito¡±, explica a sus compa?eros.

La segunda temporada de Polic¨ªas en acci¨®n llega a La Sexta ma?ana, a las 22.30, despu¨¦s de cinco intensos meses de grabaci¨®n, jornadas de diez de la noche a seis de la ma?ana, en fines de semana que empiezan los mi¨¦rcoles y acaban los domingos de madrugada. ¡°La mitad de las noches no pasa nada¡±, explica Silvia, una de las cinco redactoras que conforman el equipo de producci¨®n, mientras observa las calles de Parla a trav¨¦s de la ventanilla tintada de la furgoneta. ¡°Esperemos que hoy no sea as¨ª¡±, apostilla sujetando unas gafas con una c¨¢mara integrada para que los polic¨ªas graben los momentos iniciales de las intervenciones.

¡°Vivimos momentos de peligro extremo¡±, cuenta el director del programa

Antes de comenzar la patrulla, un agente se enfunda un arn¨¦s enganchado a una GoPro, c¨¢mara que, por su peque?o tama?o, facilita la grabaci¨®n de las operaciones sin demasiadas interferencias. ¡°Pasa un rato hasta que la gente se da cuenta de que la llevamos. Se ponen m¨¢s nerviosos cuando perciben que les estamos grabando¡±, aclara uno de los cuatro polic¨ªas subiendo al veh¨ªculo.

¡ªTengan cuidado ah¨ª fuera ¡ªadvierte el comisario jefe Jes¨²s Mar¨ªa G¨®mez.

La frase, como ¨¦l mismo explica con una sonrisa, es la c¨¦lebre despedida del sargento Esterhaus en cada cap¨ªtulo de Canci¨®n triste de Hill Street. Las bromas contin¨²an durante todo el trayecto. ¡°Tenemos que hacer una foto, que es es la ¨²ltima noche que ven¨ªs¡±, observa uno de los agentes con un brote de nostalgia. ¡°Vale, y nos la mandas por WhatsApp¡±, responde la redactora. ¡°Han sido muchos d¨ªas juntos¡±, explica. Este programa ha supuesto para sus integrantes un redescubrimiento de la labor que realizan ambos colectivos. O, al menos, esa es la visi¨®n que traslada el comisario: ¡°A veces existe cierta desconfianza entre periodistas y polic¨ªas, pero creo que este programa ha cambiado completamente nuestra forma de ver el trabajo de los otros¡±.

¡°Antes pensaba que era una labor mucho m¨¢s fr¨ªa y mec¨¢nica, pero no es as¨ª¡±, coincide Alfredo P¨¦rez, director del programa. ¡°Creo que mostramos una imagen de los polic¨ªas mucho m¨¢s humana. Detr¨¢s del uniforme hay personas que sienten y act¨²an tambi¨¦n en funci¨®n de sus emociones. No ejecutan la ley como robots¡±. Un caso que sirve como ejemplo fue el de una chica de unos 20 a?os que se escap¨® de casa y ocup¨® una vivienda. En lugar de detenerla, cuenta, hablaron con ella y la acompa?aron a su casa. ¡°Su funci¨®n muchas veces se parece m¨¢s a la de un psic¨®logo que a la de un polic¨ªa¡±, valora. ¡°Sacan las pistolas y las porras solo cuando es necesario¡±.

Las 13 entregas de la segunda temporada muestran desde situaciones de delincuencia m¨¢s cotidianas hasta la liberaci¨®n de tres chicas chinas v¨ªctimas de una red de trata. Esta intervenci¨®n, que se muestra en el primer programa, es el resultado de meses de investigaci¨®n previa, pero el equipo del docushow solo graba la culminaci¨®n del proceso. ¡°Vivimos momentos de peligro extremo para nosotros, como cuando entramos en casa de un delincuente que estaba armado y hab¨ªa amenazado con matar al polic¨ªa que lo detuviera¡±, comenta el director. ¡°Pero normalmente acompa?amos a patrullas de Seguridad Ciudadana porque son los m¨¢s cercanos a los ciudadanos¡±. El guion no existe esas noches. El equipo de producci¨®n se mete en el coche patrulla y espera a que suene la radio.

¡ª?C¨®mo se presenta la noche? ¡ªpregunta la redactora.

¡ªSi tenemos la misma suerte que los d¨ªas que ven¨ªs, seguro que surge algo¡ª responde un agente.

El conductor acelera sin previo aviso. ¡°No me ha gustado el tipo con el que estaban hablando¡±, aclara el polic¨ªa. La furgoneta alcanza al veh¨ªculo y logra detenerlo. Dos agentes salen disparados en busca del tipo que, ¡°presuntamente¡±, como se encargan de puntualizar, intentaba vender droga. Otros dos cachean a los ocupantes del BMW, pero solo encuentran una bolsa de pl¨¢stico vac¨ªa, y el fugitivo consigue escapar. Aunque los polic¨ªas matizan: ¡°De momento. Ya lo atraparemos¡±.