¡°Alguna raz¨®n tendr¨¢n los que dicen que se aburren con el cine espa?ol¡±
El actor Karra Elejalde, instalado en Molins de Rei desde hace 15 a?os, reflexiona sobre el estado del cine y la pol¨ªtica en Espa?a
Karra Elejalde (Vitoria, 1960) es un tipo explosivo y con cierta fama de gru?¨®n. Puede que tambi¨¦n con algo de Koldo, ese personaje que tan bien ha clavado en Ocho apellidos vascos y para el que se inspir¨® en su padre y alg¨²n otro familiar, cuenta ¨¦l. El d¨ªa de la entrevista incluso trae una gorra de marinero parecida. Pero de cerca, al contrario que la pel¨ªcula, rompe con sus propios t¨®picos: es cari?oso, simp¨¢tico y eso s¨ª, bastante excesivo. Y adem¨¢s, desde hace a?os ni siquiera vive en el Pa¨ªs Vasco. La cita es en el bar de la plaza del Ayuntamiento. Pero el de un pueblo a 540 kil¨®metros de su Vitoria natal.
Pregunta. ?Qu¨¦ hace un vasco de pura cepa viviendo en Molins de Rei [a unos 20 kil¨®metros de Barcelona]?
Respuesta. Me enamor¨¦ de la actriz Silvia Bel [ahora est¨¢ separado] y tuve una hija. Llevo aqu¨ª ya 15 a?os. Si vivo en el Pa¨ªs Vasco, no hay manera de disfrutarla.
P. Y para compensar la morri?a, tiene aqu¨ª un equipo de sokatira...
R. Bueno, aqu¨ª lo llaman tira corda. Hay un equipo, que es el de la tasca, que son nueve animales de bellota, y un d¨ªa les dije que lo hac¨ªan fatal. Les expliqu¨¦ un poco c¨®mo lo ver¨ªa y me pidieron que fuera el entrenador. Lo fui tres a?os o as¨ª, solo en las fiestas populares. Siempre gan¨¢bamos un jam¨®n, aunque con ellos luego no llegaba a nada si quer¨ªas comer algo.
P. Y ya que sabe de esto, ?qui¨¦n ganar¨¢ a la sokatira en la que andan Espa?a y Catalu?a?
DNI urgente
Karra Elejalde (Vitoria, 1960) explot¨® en el cine con Juanma Bajo Ulloa y Julio Medem. En 2010 gan¨® el Goya por Tambi¨¦n la lluvia, de Iciar Bollain. Este a?o protagoniz¨® el bombazo Ocho apellidos vascos.
R. Ahora el pa?uelo se mueve de un lado a otro, estamos en pleno pulso. Soy un marxista itinerando hacia la acracia. Nunca he sido fervorosamente nacionalista, aunque no est¨¦ en colisi¨®n. La gente tiene derecho a decidir qu¨¦ quiere ser. Nunca me gusta lo mismo que a los dem¨¢s, pero no hay mayor acto democr¨¢tico que preguntar a la gente qu¨¦ quiere ser.
P. ?Usted qu¨¦ votar¨ªa?
R. Como vasco me gustar¨ªa saber de qu¨¦ me servir¨ªa ser independiente si despu¨¦s he de hacer la revoluci¨®n contra el PNV. Por eso yo dir¨ªa ¡°s¨ª¡± a la autodeterminaci¨®n... y me abstendr¨ªa en cuanto a la independencia.
P. ?Se rompe Espa?a?
R. Pero, ?qu¨¦ es Espa?a? Es una gran ensalada con at¨²n, queso de cabra¡ Y en realidad no me importa si se rompe o no. Lo que me interesa es que en esta piel de toro tan variada, diversa y com¨²n hagan lo que quieran en cada lugar. No reivindico la independencia, pero si jugamos a la democracia no establezcamos leyes para impedir preguntar a la gente lo que quiere.
P. Despu¨¦s de 15 a?os viviendo aqu¨ª, ?c¨®mo dir¨ªa que son los catalanes?
R. No se puede. Lo digo cuando hablo de los t¨®picos de Ocho apellidos vascos. Hay vascos que comen comida macrobi¨®tica, catalanes generosos¡
P. Como una pel¨ªcula de t¨®picos, ?no? Ya sabe, el t¨ªpico chiste tonto, con perd¨®n, sobre vascos y andaluces. ?Por qu¨¦ tanto ¨¦xito?
¡°El dinero de las pel¨ªculas se lo llevan siempre los ¡®corbatez¡±
R. La catarsis se da cuando alguien se ve en una situaci¨®n en la que podr¨ªa estar ¨¦l mismo. Con un canario o una t¨ªa de Vigo se hubiera planteado igual. Por eso todo el mundo se ve identificado. Ya veremos qu¨¦ escribe Borja Cobeaga [coguionista del filme junto a Diego Sanjos¨¦] para la secuela de esto.
P. ?Le gusta Pablo Iglesias?
R. Es un t¨ªo pintoresco, cojonudo. Mira, yo odio el bipartidismo, que es el enemigo de la clase obrera. A Iglesias enseguida lo han tildado de etarra o de no s¨¦ qu¨¦. Molesta a ambos partidos. Pero yo tengo m¨¢s confianza en ¨¦l que en el resto.
P. ?No cree que el sector del cine en Espa?a se ha politizado mucho en los ¨²ltimos a?os?
R. Nos extra?a que el PP venda el manolodelbombismo y la marca Espa?a, y luego venga el se?or Montoro y diga que el cine y la cultura son penosos. Es algo tremendo el castigo al que nos tienen sometidos.
P. Ya, pero el cine espa?ol ?se lo est¨¢n cargando ellos o tambi¨¦n los que lo hacen?
R. Ni unos ni otros. Es la situaci¨®n. Aqu¨ª no podemos hacer La jungla de cristal. Pero cuando hemos hecho Airbag o Lo imposible con un poco de presupuesto, han funcionado. No tenemos producci¨®n ni presupuesto. Somos una industria enferma¡
P. Pues la subvenci¨®n tampoco parece la soluci¨®n.
R. Tengo mis dudas, s¨ª. Al amparo de alguna subvenci¨®n enfermiza hay mucho listo que tambi¨¦n se lo hace. Subvenciones sistem¨¢ticas no. Y quiz¨¢ tampoco somos tan talentosos como en otros pa¨ªses: no sabemos seducir al espectador, atraer su mirada. No quiero ocultar la posible culpa que podamos tener. Alguna raz¨®n tendr¨¢ la gente que dice que se aburre con el cine espa?ol.
P. Le habr¨¢n dado algo de esos 50 millones que ha recaudado Ocho apellidos vascos...
La monarqu¨ªa no ha hecho ning¨²n mal, pero es algo antediluviano¡±
R. Pues no. El dinero de las pelis se lo llevan siempre los Corb¨¢tez. Vas, ruedas, te levantas a las seis y acabas a las once de la noche. Luego estrenan y para ellos. Ya me ha pasado en otras como Airbag o A?o Mariano.
P. En aquellos rodajes ten¨ªa pinta de que se debieron de correr ustedes buenas juergas.
R. Mi ¨¦poca m¨¢s ca?era fue 10 o 12 a?os antes. Cuando la movida de Galicia con Siniestro Total y Os Resentidos yo estaba muy involucrado con el mundo del rock radical vasco.
P. ?Mucha mala vida?
R. Era el momento de estar metido en todos los belenes. Fue nuestro Mayo del 68 particular. Fue la ¨¦poca m¨¢s loca.
P. Y hoy en d¨ªa, ?legalizar¨ªa las drogas?
R. Totalmente. Estoy a favor de darle a la gente la autor¨ªa sobre su cuerpo y sobre su mente. Si ma?ana se pone de moda que las tortillas de chinchetas molan porque tienen mucho hierro, no puede ser que vayan a las ferreter¨ªas y proh¨ªban las chinchetas. Ya somos mayorcitos. Informaci¨®n y que cada uno decida.
P. Pues se habr¨¢ hecho socio de alguna asociaci¨®n cann¨¢bica.
R. S¨ª, de una de aqu¨ª cerca. Me parece genial: regularizar y normalizar.
P. ?Estamos perdiendo el lado gamberro? ?Tambi¨¦n en el cine?
R. Hemos involucionado y los que rigen nuestro destino se han vuelto unos carcas. Hasta los del PSOE parecen curillas.
P. ?Y eso por qu¨¦?
R. Tengo ganas de decirte: esa no me la s¨¦. No s¨¦ cu¨¢l es la raz¨®n, pero hoy en d¨ªa encuentras muchas reticencias si la pel¨ªcula se excede en algo.
Hemos involucionado y los que rigen nuestro destino se han vuelto unos carcas"
P. ?Qu¨¦ g¨¦nero ser¨ªa el proceso de sucesi¨®n mon¨¢rquico si fuera una pel¨ªcula?
R. El astrac¨¢n, el esperpento... No escuch¨¦ el discurso de Felipe VI. Pero tenemos un parlamento. Es como si me dices que quieres una ensalada sopicaldosa. ?Qu¨¦ es eso de una monarqu¨ªa parlamentaria?
P. ?Y qu¨¦ har¨ªa?
R. Yo soy republicano, pero no me molestan. Gastan unos durillos en el Brib¨®n, cuatro cacer¨ªas y, bueno, en sanidad s¨ª que nos ha salido caro su Majestad. La verdad es que no han hecho ning¨²n mal, pero es algo antediluviano.
P. ?Tan mal est¨¢ todo?
R. Es todo una gran mentira. El problema es que la pol¨ªtica solo gestiona las necesidades del pueblo basadas en lo econ¨®mico. Sin embargo, olvida que cuando hay amor no te importa nada. ?No solo es la econom¨ªa!
P.Usted, ?qu¨¦ tal va de amor?
R. A veces en Alemania, ya me entiendes, alemanitas. Cuando se va a lo pirata hay temporadas mejores y otras en las que hay mucha Alemania. Y f¨ªjate, antes me las hac¨ªa pensando en futuribles y ahora lo hago pensando en el pasado.
P. ?Alemanias nost¨¢lgicas?
R. S¨ª, m¨¢s bien retrospectivas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.