Verdades y mentiras de Chavela Vargas
Tyto Alba rastrea la relaci¨®n de la artista con Frida Kahlo y Diego Rivera en ¡®La casa azul'
Un gato llamado Leoncio Stinky arrastra su pereza sobre las mesas de trabajo de Tyto Alba (Badalona, 1975). La luz, que entra a raudales por los dos balcones que miran al mercado Galvany, no ayuda a disipar la indolencia del felino. Por espacios interiores, m¨¢s escondidos del sol, pulula otra gata llamada Maus. Y no, no es en honor de Art Spiegelman. Si Tyto Alba tuviera que homenajear a un ilustrador sobre el cuerpo de un minino es probable que eligiese a Saul Steinberg, el caricaturista rumano que accedi¨® a Estados Unidos gracias a The New Yorker (¨¦l ilustrar¨ªa 90 portadas de la revista), al que descubri¨® mientras estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios y que, como ocurre con los talentos sin tacha, sigue sin decepcionarle tantos a?os despu¨¦s.
La luminosidad tambi¨¦n ha entrado en el c¨®mic de Alba. La casa azul brilla, como brilla la dolorida pintura de Frida Kahlo, su protagonista. La locura sobrevuela el libro aunque nada tiene que ver con las tinieblas del sanatorio mental del ¨¢lbum El hijo (2009), el trabajo que evidenci¨® que ten¨ªa mucho que transmitir aunque ¨¦l ahora encuentre fallos de principiante. Chavela Vargas vaga entre alcoholes y contradicciones.
Ella es el hilo que conduce a la casa, aunque ni el propio dibujante pueda dilucidar d¨®nde empieza la mentira. "Mientras investigaba para el c¨®mic me fui dando cuenta de que se contradec¨ªa todo el tiempo, que unos d¨ªas dec¨ªa unas cosas y otros d¨ªas, otras. En las entrevistas de juventud ella cuenta que estuvo una semana con Diego Rivera y Frida Kahlo y que no conoci¨® a Trotski. En las que dio de mayor asegura que s¨ª le conoci¨® y que se qued¨® a vivir a?os en la casa. Chavela dice que Frida fue su gran amor pero no hay cartas ni pruebas, solo una foto dudosa de ambas. Adem¨¢s, la secretaria de Diego Rivera dice que Chavela fue una gran mentirosa y que nunca conoci¨® a Frida". La historieta, que no es un bioc¨®mic, arranca cuando un personaje, trasunto del dibujante, se encuentra a una Chavela derrotada, an¨®nima y proclive a la confidencia en la cantina La Invencible. "La biograf¨ªa al uso me parec¨ªa lo m¨¢s f¨¢cil, creo que es m¨¢s original jugar con ellos".
No tengo ning¨²n inter¨¦s en el c¨®mic americano. Puedo hablar de eso porque podr¨ªa decir hasta el nombre del entintador de Spiderman
Las memorias de Chavela fueron el cable que conect¨® con el poder evocador que la vivienda de Coyoac¨¢n, donde naci¨® y muri¨® Frida Kahlo, hab¨ªa despertado en el dibujante. "No soy muy fan de la pintura de Frida Kahlo, tampoco me atrae mucho la de Diego Rivera, pero su casa me interes¨®", cuenta frente a su ordenador. Tyto Alba pas¨® en M¨¦xico un a?o. Lleg¨® de vacaciones, le gust¨® y se qued¨®, como hacen los esp¨ªritus libres. All¨ª gan¨® autoestima ¡ªen cierto modo La casa azul es un gui?o nost¨¢lgico y agradecido al pa¨ªs¡ª y all¨ª se edit¨® en 1999 su primera historieta gr¨¢fica, en una modesta publicaci¨®n en blanco y negro, Black River Together, que montaron unos cuantos locos del c¨®mic, entre los que se encontraban Matt Maden y Jessica Abel, que se consagrar¨ªan m¨¢s tarde en EE UU como creadores y te¨®ricos del medio. Forzando un poco se podr¨ªa decir que se fue siendo pintor y regres¨® siendo dibujante. Vuelta al origen.
El Tyto ni?o dibujaba c¨®mics de superh¨¦roes. El Tyto joven se despidi¨® de ellos al descubrir "el arte de verdad" en la escuela de formaci¨®n, donde los profesores supl¨ªan la carencia de medios ¡ªy de Internet¡ª con libros que se llevaban de casa. Al finalizar los estudios comenz¨® a trabajar de ilustrador y a exponer unos cuadros de expresionismo abstracto que se vend¨ªan razonablemente. "Los galeristas me animaban para que siguiese, pero tienes que hacer mucha vida social para vender un cuadro para que luego alguien se lo quede en su casa. No tengo tan claro eso de que creas para ti, yo creo que existe una necesidad de comunicarse. Es m¨¢s interesante saber que hay mil personas disfrutando de un c¨®mic que has hecho que saber que una persona ha comprado uno de tus cuadros". "Un c¨®mic es m¨¢s friki y tambi¨¦n m¨¢s humilde, te sientes menos artista que pintando", reflexiona.
Frikis o no, los c¨®mics de Tyto Alba son oscuros, dolientes y singulares. El primero en el que se le puede enjuiciar como creador total ¡ªse encarg¨® del dibujo y del guion¡ª fue Dos esp¨ªritus (2013), un w¨¦stern que recrea con acuarelas los c¨®digos del g¨¦nero y que narra la aventura de un personaje at¨ªpico: Weskoboug, un indio travestido (berdache) y maltratado en un burdel de un pueblo del Oeste sometido a un sheriff tirano. "Lo hice un invierno, ten¨ªa ganas de hacer algo con la nieve, igual estaba m¨¢s melanc¨®lico. Es verdad que mis aventuras al final tienen un nexo de uni¨®n: los personajes siempre lo pasan mal. Ahora me apetec¨ªa algo m¨¢s alegre, m¨¢s franc¨¦s, pero que tampoco fuese algo comercial que no me gustara. Y al final tampoco es una historia tan alegre porque la historia de Frida es la de alguien que sufre".
Como Weskoboug, como Jordi Magraner (degollado en Pakist¨¢n despu¨¦s de pasar a?os rastreando al yeti), como Mat¨ªas (el boxeador que tras la guerra busca a su madre, huida de un manicomio de los Pirineos). Historias de antih¨¦roes. "No tengo ning¨²n inter¨¦s en el c¨®mic americano. Puedo hablar de eso porque podr¨ªa decir hasta el nombre del entintador de Spiderman. Cuando dices que no te gustan los superh¨¦roes enseguida te llaman gafapasta, por otro lado, me parecen chorradas algunas cosas de humor adolescente. Me siento un poco en medio. Pero ahora hay un gran momento de creatividad y variedad en Espa?a". Se detiene fugazmente para llegar al punto de no retorno: "Coincide con que la gente no puede comprar". Pero Tyto Alba ah¨ª sigue, sacando un ¨¢lbum tras otro, empe?ado en satisfacer su deseo y pagando facturas con un poco de aqu¨ª o de all¨¢ (animaci¨®n, ilustraci¨®n, venta de derechos al cine). En Espa?a a¨²n no se puede vivir del c¨®mic.
La casa azul se publica en septiembre en Astiberri.
Obras completas
Santo Cristo (2009). Gl¨¦nat. Coguionista junto a Mario Torrecillas de una obra de tintes autobiogr¨¢ficos.
El hijo (2009). Gl¨¦nat. Alba ilustra un guion de M. Torrecillas sobre una historia de posguerra.
Sudd (2011). Gl¨¦nat. Primera adaptaci¨®n al c¨®mic de una novela de Gabi Mart¨ªnez.
Solo para gigantes (2012). Astiberri. Ilustra otro libro de Gabi Mart¨ªnez sobre Jordi Magraner, asesinado en Pakist¨¢n.
Dos esp¨ªritus (2013). Astiberri. Por primera vez Tyto Alba se responsabiliza del dibujo (acuarelas) y del guion.
Babelia
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