Un harakiri medi¨¢tico consentido

Francisco Rivera Pantoja, bautizado por la llamada prensa del coraz¨®n como Paquirr¨ªn, accedi¨® mediante un cuantioso contrato a que las c¨¢maras de Telecinco le acompa?aran durante varios d¨ªas o semanas -no qued¨® claro- para demostrar que no es un vago, que trabaja, es m¨¢s, que su vida es bastante dura de avi¨®n en avi¨®n haciendo bolos por Espa?a con su m¨²sica. Durante cuatro horas en As¨ª es Kiko Rivera las c¨¢maras se asomaron a la vida profesional del hijo de Francisco Rivera e Isabel Pantoja ya que exigi¨® que la personal -sus novias, su hijo, los problemas de su madre, lo de su hermana- quedaran al margen esta vez. El formato elegido fue una mezcla de la tertulia de S¨¢lvame con apuntes de Hormigas blancas.

El espect¨¢culo comenz¨® antes. Con la machacona promoci¨®n del programa. ¡°?C¨®mo te gustan las mujeres, Kiko?¡± ¡°Que al menos tengan dos piernas¡±. Con frases como esta e im¨¢genes del dj levant¨¢ndose vestido en la cama de un hotel a las doce de la noche -antes de pinchar- los espectadores pudieron hacerse una idea de lo que se trataba este especial de La F¨¢brica de la Tele, la productora que mueve todo este tipo de programas de Telecinco. A Kiko no le gust¨® de antemano lo que se vendi¨® a modo de avance y mont¨® en c¨®lera en las redes sociales. Lo cont¨® el presentador Jordi Gonz¨¢lez, elegido para oficiar este harakiri medi¨¢tico consentido.

El espect¨¢culo comenz¨® con una c¨¢mara a las puertas del domicilio de Paquirr¨ªn a la espera de su reacci¨®n y con un grupo de colaboradores habituales de S¨¢lvame con alguna incorporaci¨®n estrella como el que fuera m¨¢nager del hijo de la tonadillera, dispuesto a pasarle factura por haberle "despedido de muy malas maneras".

En la larga noche -?de verdad daba para cuatro horas y media?- comprobamos que Paquirr¨ªn no sabe cantar pero descubrimos que le da lo mismo. Tambi¨¦n nos enteramos que hay ayuntamientos dispuestos a pagarle 3.500 euros de dinero p¨²blico por gala, que hay salas de fiestas que se quedan vac¨ªas ante el anuncio de su actuaci¨®n, que ¨¦l cobra aunque se trate de una gala ben¨¦fica y que todo su alrededor -amigos, m¨¢nager y la misteriosa chica que le acompa?an- le doran la p¨ªldora y eluden la cr¨ªtica. Las redes sociales se incendiaron. El tema se convirti¨® en uno de los m¨¢s comentados. ?l contribuy¨® a ello insultando a retuiteando un insulto a los tertulianos que se pisaban la palabra en el plat¨®. Ellos estuvieron a la altura, devolvi¨¦ndose con insistencia. Todo muy Telecinco. Televisi¨®n y vida en directo.

Kiko Rivera Pantoja no quiere o¨ªr lo que no le gusta. Si alg¨²n reproche le llega lo achaca a que sus dos sonoros apellidos provocan envidias. Solo admite hacerse el harakiri si es a cambio de un buen pu?ado de euros. 1.772.000 espectadores, 15,6% de la audiencia, sigui¨® el programa frente a los 3.182.000, 22,4%, que optaron por MasterChef. De momento la buena mesa puede con los higadillos.