La zambra gitana muda de piel
El 'reggaeton', la salsa y la rumba se han impuesto entre los j¨®venes flamencos
?Ay! hasta las fiestas gitanas han cambiado de ritmo. El reggaeton, la salsa y la rumba se han impuesto entre los j¨®venes flamencos. Aunque se siguen rompiendo la camisa como expresi¨®n m¨¢xima de alegr¨ªa ¡ªtal y como cantaba Camar¨®n¡ª, se mata un cochino para asarlo a la parrilla, se acompa?a de un buen potaje con bacalao, regado con cerveza fresca, resulta que ahora en las celebraciones de bodas, bautizos o cumplea?os ya no se baila por tangos o buler¨ªas hasta que clarea el alba. Si acaso al final, muy al final, se imponen los mayores, pero hasta esa hora viejuna los j¨®venes toman la pista y eligen. Suena m¨²sica en directo, compuesta ex profeso para el evento, con los nombres de los festejados y las cualidades familiares del homenajeado, o se recurre a un dj contratado para el evento pero con la misma banda sonora. Para el recuerdo queda la grabaci¨®n de la fiesta a elegir en versi¨®n digital o anal¨®gica.
Luna del Alba, la hija peque?a del guitarrista Raimundo Amador, es la consentida de la casa. Su fiesta de 14 cumplea?os se celebr¨® por todo lo alto, en una casa de campo, cerca del barrio sevillano de Bellavista, en una urbanizaci¨®n conocida como ?Hermandad del Sant¨ªsimo!. Pegada a la finca del guitarrista, su vecino de parcela ha levantado una casa dise?ada m¨¢s para el entorno paisajista de los Alpes que el de las marismas del Guadalquivir. Antonia, madre de la homenajeada, controla personalmente el punto de los guisos. Desde bien entrada la ma?ana, bajo un t¨®rrido sol sevillano, ella y su esposo Raimundo supervisan todo el operativo: de la matanza del cochino se encargan unos especialistas y en camiones fueron llegando los barriles de cerveza y las sillas de tijera para los invitados. Las mesas con mantel blanco quedan alineadas frente a la pista de baile, a la espera de los invitados, pegadas a la mesa de sonido y a los bafles tama?o discoteca.
De las furgonetas, aparcadas en el camino de tierra, bajan los invitados; entre los hombres mandan las camisas negras pero las se?oras lucen vistosos trajes ce?idos, de tejidos brillantes, y sin asomo de complejo por el exceso de kilos; las m¨¢s previsoras portan atuendos de repuesto para cambiarse a medida que avance la juerga. Entre las joyas, algo de quincalla y mucho oro en cadenas, anillos y pendientes. Todo muy l¨²cido, pero lo mejor estaba por llegar. Se suelen usar coches de caballos y autom¨®viles antiguos pero Luna del Alba viaja en una limusina rosa fucsia con un traje del mismo tono y tacones de v¨¦rtigo. Llega con sus hermanas mayores y sus 10 sobrinos. Con la barbacoa aromatizando el paisaje, saltan a la pista los ni?os. To?i, la mayor con apenas 10 a?os, baila con una amiga sin parar y a comp¨¢s mientras el cuerpo aguanta. En la pista mandan las mujeres, da igual que la nueva fusi¨®n salsa-flamenca suene como el chunda-chunda de las verbenas populares, ellas lo bailan por tangos o buler¨ªas sin que desentone.
El reggaeton, la salsa y la rumba se han impuesto entre los j¨®venes flamencos
Grab¨¢ndolo todo desde el principio Pedro Molina, conocido como ¡°payo Pedro¡±. ¡°Antes todo se hac¨ªa al ritmo de las palmas y un coro; la novia o la anfitriona sacaba a alguien a bailar y se iban rotando, pero la fiesta cambi¨® cuando hicieron su aparici¨®n el piano y la bater¨ªa¡±, cuenta el fot¨®grafo. Lleva 35 a?os rodando fiestas gitanas y en su archivo guarda m¨¢s de 6.000 bodas. Su ¨¦xito, siendo ¡°castellano¡± o ¡°gach¨®¡±, va asociado a su discreci¨®n y respeto por las costumbres ajenas. Por su c¨¢mara han pasado hasta tres generaciones; apalabr¨® la boda de Farruquito y la del hijo de Camar¨®n pero despu¨¦s no cuajaron. Sin embargo, hace m¨¢s de tres d¨¦cadas film¨® la boda de Rafaelillo, hermano de Raimundo y alma de Pata Negra. ¡°Entonces las bodas duraban tres d¨ªas sin parar, pero la crisis las ha reducido en algunos casos a una jornada¡±. Sabe lo que significa romperse la camisa de alegr¨ªa y sentimiento cuando exhiben el pa?uelo manchado en sangre como prueba de la virginidad de la novia.
Sobre la nueva fusi¨®n flamenca, payo Pedro no quiere opinar. Tampoco Raimundo: ¡°A ver qui¨¦n es el guapo que les dice a los j¨®venes lo que tienen que escuchar¡±. Y con raz¨®n. A saber lo que pensaba su padre, el guitarrista Luis Amador, cuando vio a su hijo tocando por Jimmy Hendrix o subido a un escenario d¨¢ndole al blues con BB King. Como descripci¨®n de los nuevos ritmos quiz¨¢s sean suficientemente elocuentes las palabras del cantaor Manuel Molina: ¡°Suena como si reprodujera amplificado el sonido de una tos¡±. Cosas de mayores.
Para el recuerdo queda la grabaci¨®n de la fiesta en versi¨®n digital o anal¨®gica
En esta rumba con toque latino brillan Los Yumay, una banda de la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas. De ellos se cuenta que son los ¡°innovadores¡±. Su cantante, Horacio Silva, de 37 a?os, dej¨® los estudios a los 16 y despu¨¦s de darle muchas vueltas a varias profesiones encontr¨® una salida como cantante y compositor. Con ello mantiene a su familia desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. ¡°No me puedo quejar¡±, aclara por tel¨¦fono desde el estudio donde ensaya con el grupo. Horacio compone las letras. ¡°A los organizadores de la fiesta los cito en el estudio y me cuentan de qu¨¦ se trata; lo primero son los nombres del anfitri¨®n y luego la historia, con primos y t¨ªos incluidos y, a partir de ah¨ª, ponemos la m¨²sica¡±. Enrique Salazar, el guitara de la banda y responsable de la m¨²sica, a?ade que lo mismo se van hacia el reggaeton que hacia la salsa o el flamenco. Luego lo cuelgan en Internet. ¡°Muchos lo cogen de ah¨ª y lo van pinchando por Espa?a, pero sin pagar derechos de autor¡±. Naturalmente carecen de sello discogr¨¢fico y hasta ahora no han salido del ¨¢mbito gitano. Para buscar algunas de sus composiciones basta clicar en LakelyRecords donde hasta ahora han subido 78 temas. En una de las letras se escucha: ¡°El Curro es un buen gitano, de los que luchan por su casa para que siga adelante y no se mete con nadie, es un flamenquito bueno. La due?a de su jard¨ªn es la Loli¡¡±. Esta ¨²ltima frase sirve como estribillo. Entre los mensajes que dejan los receptores de estos sonidos se lee este firmado por DJ Miguel Te Pone a GoZar: ¡°Bueno primikoooo aki te dejo un comentario pa decirte que suves unos temazosss y todos los que vallas suviendo tu los are yo en remix valeee buenooo primooo nos bemos si llevas msn me gustaria k me lo daras si no es molestia graciasss¡±. Lo suyo, si hay dinero, es que los temas se interpreten en directo. En ese marco se barajan cifras que oscilan entre los 500 euros por todo el paquete hasta "pagar los gastos que vale el estudio y un regalito". La versi¨®n dj resulta m¨¢s econ¨®mica.
En los buenos tiempos se contrataba a artistas como Ni?a Pastori o Parrita, pero la crisis sigue sin tocar fondo. Como la fiesta de Luna del Alba. Los beb¨¦s ya duermen arropados en brazos de sus madres y las bailaoras se han desprendido de sus plataformas. Es el momento de arrancarse por buler¨ªas. A la guitarra Raimundo Amador, Manuel Molina al cante y Carmen, hermana de la homenajeada, rasgando la noche. La tradici¨®n ha vuelto.
M¨²sica hasta el alba
La fusi¨®n de reggaeton, la salsa, la rumba impera en las fiestas flamencas en las que se celebran bodas, bautizoso cumplea?os. La pista es de los m¨¢s j¨®venes y ellos deciden la m¨²sica.
Con suerte, los mayores lograr¨¢n imponerse al alba para bailar por tangos o buler¨ªas, como manda la tradici¨®n.
En la rumba con toque latino brillan Los Yumay, una banda de la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas, cuyo cantante es Horacio Silva. De ellos se cuenta que son los "innovadores" del g¨¦nero.
Para las fiestas se realizan composiciones personalizadas con los nombres de los festejados y luego se mete la m¨²sica. El directo se conjuga con la actuaci¨®n de dj con la misma banda sonora que se ha compuesto para el evento.
Para buscar algunas de las composiciones del grupo Los Yumay basta clicar EnLakelyRecords donde hasta ahora el grupo ha subido 78 temas.
En la pista mandan las mujeres, aunque la nueva fusi¨®n salsa-flamenca suene como el chunda-chunda.
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