¡°Empezamos infringiendo la ley de vagos y maleantes¡±
Cansado y Faemino hablan de sus comienzos, de su relaci¨®n y de su chamana
Leyendas que s¨®lo puede usted ver encima de un escenario, reyes de un estilo ¨²nico en el que a base de geniales par¨¦ntesis incluyen dentro un inagotable chorro donde entra el ingenio hisp¨¢nico y el absurdo vanguardista, Faemino y Cansado llevan con la matraca de ser el mayor d¨²o humor¨ªstico espa?ol m¨¢s de 30 a?os, desde que empezaran voceando en el Rastro para vender o actuando selectivamente en el Retiro. Tirantes rojos para Carlos Faemino, labia azul intensa para Javier Cansado, indumentaria negra para ambos, carcajada incesante para un p¨²blico que logra mantenerlos activos, dale que te pego, sacando pecho e imponiendo ejemplo.
Pregunta. ?Empezaron ustedes infringiendo la ley?
Faemino. La de vagos y maleantes, en la calle, que todav¨ªa estaba vigente, pero no se aplicaba. Exist¨ªa una libertad absoluta, una ¨¦poca libertaria total, porque todos los pol¨ªticos quer¨ªan ganar puntos. Aquello era un sindios.
P. Si concibiesen hoy un gag sobre el derrumbe de la maquinaria de la Transici¨®n, ?c¨®mo ser¨ªa?
Cansado. Antes se hac¨ªa y ahora se habla de hacer. Todo se ha vuelto ret¨®rico y demag¨®gico.
P. Para ret¨®ricos ustedes, que empezaron voceando mercader¨ªa en el Rastro.
Somos realistas surrealistas. Colocamos en la esfera real el absurdo¡± Cansado
C. No vend¨ªamos, se hac¨ªa un corro y los vecinos se quejaban porque no quer¨ªan tumultos. En el rastro siempre se ha voceado.
P. ?Cu¨¢l era la mercanc¨ªa?
C. Relojes solares, encendedores, cintas de casete piratas, por qu¨¦ no decirlo¡ Fotos de artistas de cine, horchata en verano.
F. Nos divert¨ªamos como energ¨²menos. Y optamos ir al Retiro a crear nuestro propio show. All¨ª montamos un espect¨¢culo que nos sirvi¨® hasta de guarder¨ªa de ni?os. Los padres nos los dejaban y se iban a dar una vuelta.
C. Fue tan ins¨®lito que pas¨¢bamos la gorra dos veces. Y adem¨¢s actu¨¢bamos para quienes nos daba la gana. Disolv¨ªamos los corros para que se formaran otros y pasaran por caja. A ¨¦ste tan simp¨¢tico que ves aqu¨ª [Faemino] si no le gustaban los que ven¨ªan, dejaba de actuar y punto.
F. Era un lujo, la libertad absoluta. El artista pod¨ªa mandar al carajo al p¨²blico.
¡°Nos tenemos admiraci¨®n, como un matrimonio largo, sin sexo¡± Faemino
C. Cu¨¢ntas veces lo hubi¨¦ramos hecho despu¨¦s... Luego vinieron los bares de Vallecas, Pac¨ªfico, Carabanchel, Malasa?a...
P. Y la tele. Ah¨ª tambi¨¦n ustedes dijeron: hasta aqu¨ª hemos llegado. ?Es esa otra de las razones por la que siguen juntos?
F. Nuestro secreto es que hemos estado siempre de acuerdo en todo.
P. Tampoco me mientan¡
F. En entender d¨®nde est¨¢ la felicidad a la hora de hacer nuestro trabajo, s¨ª.
DNI urgente
Juan Carlos Arroyo Urbina (Carlos Faemino) y ?ngel Javier Pozuelo G¨®mez (Javier Cansado). Humoristas inseparables. Ambos de Madrid, ambos de 1957.
C. La tensi¨®n que nos produc¨ªa la tele no nos compensaba lo dem¨¢s. Hay gente a la que le enchufas la c¨¢mara y le das vida. A nosotros nos la quitaba.
P. ?Es el contagio mutuo su secreto?
F. Existe una admiraci¨®n, como un matrimonio largo, sin sexo, donde lo bonito comienza tarde. Nuestro negocio vino del ocio, de la amistad, del placer de escucharnos y re¨ªrnos.
P. ?Sabr¨ªan definir su estilo?
C. Somos realistas surrealistas. Colocamos en la esfera real el absurdo. Y al rev¨¦s. Ah¨ª no cabe lo coyuntural, pero s¨ª la calle y la vida. Tampoco nos gusta contradecirnos en el crecimiento del espect¨¢culo; vamos de acuerdo y aumentando. No en oposici¨®n, sino en superposici¨®n. De manera primaria, pura y r¨ªspida.
F. Eso produce un efecto positivo y todo el mundo sale con buen sabor de boca. Aunque el material de trabajo provenga de la pura mierda, la endulzamos.
C. Somos m¨¢s cristianos que nihilistas. Eso es siempre m¨¢s revolucionario. El optimismo. En el caso de Carlos llega a ser hasta repugnante porque si no se cumplen sus deseos, ni le importa.
F. Me gustar¨ªa ser un poco menos optimista porque hay veces que es que me juego la vida: ¡°Vamos por esa calle¡±. ¡°No oye, que hay un francotirador¡±. ¡°?Da igual! ?Te va a dar a ti!¡±
P. Se llevar¨¢ muchos chascos...
F. Lo superas, es radical, parezco bobo, pero tampoco me importa. Con el chasco tampoco aprendes. Cuando pienso que estoy mal se me aparece alguien que est¨¢ peor, como si se me presentara la Virgen y digo: ?d¨®nde est¨¢ el problema?
C. ?Sabes que a m¨ª se me apareci¨® la Virgen en Soria y me habl¨® con gestos? Iba en la bici y me sali¨® primero Freddie Mercury. Pens¨¦: ¡°?Qu¨¦ va a hacer Freddie Mercury en Soria!¡± Y luego la Virgen, que eso ya era m¨¢s probable.
P. ?Dios m¨ªo! ?No discuten?
C. Una vez. Y se nos pas¨®. Cuando vemos que va a ocurrir echamos mano de una figura: el director. Su cometido es aparecer cuando nos enzarzamos. Si uno de los dos se acuerda y lo esgrime, ha ganado la pelea.
P. O sea, que oyen voces.
C. Eso es; el primero que las escucha se queda con la raz¨®n.
P. ?Le exigen a la vida cada vez menos?
F. Las parejas que se han destruido en esto ha sido por la pochez del dinero. Lo nuestro consiste en plantarse. Muy dif¨ªcil. Pero echas la vista atr¨¢s y en nuestra vida todo han sido satisfacciones. Hacemos las cosas si nos apetece y tenemos dos pisos pagados, eso es la leche.
P. ?De d¨®nde ven¨ªan?
F. Yo de trabajar. En un matadero de pollos, con un procurador en tribunales, en una inmobiliaria, una agencia de viajes.
C. Yo, de un barrio, dentro de Carabanchel, que ya es un barrio humilde, sojuzgado por los humildes. La gente de Orcasitas nos miraba mal, era el barrio de Los Amigos, ya ni existe. Mis colegas est¨¢n o muertos o en la c¨¢rcel. Y, sin embargo, mis hermanos y mis primos, todos universitarios. ?Por qu¨¦? ?Porque de ese ambiente con miles de ratas nos inculcaron estudiar? Vengo de una vida en la frontera¡
F. La culpa no es de la sociedad. Somos responsables de lo que labramos.
P. ?Tienen Dios?
F. Yo he vuelto a ser cat¨®lico. Encontrando sus comodidades. Las iglesias son ya patrimonio, ya est¨¢ pagado. Dentro se est¨¢ agradable, esto en cuanto a lo m¨¢s prosaico. Luego tiene otras cosas reconfortantes tambi¨¦n.
C. Yo es que soy el Anticristo. He sabido salir de la catedral de Burgos con todo revuelto. Dice mi chamana que me debieron quemar en otra vida.
P. ?Su chamana¡?
C. S¨ª, chamana, y debo recalcarlo porque el mundo cham¨¢nico es muy machista y ya es hora de denunciarlo.
P. ?Qu¨¦ le hace su chamana?
C. Me da masajes en las pesta?as, me sopla los chakras... Soy muy hipocondriaco. Y muy americano, en sentido estadounidense. All¨ª todo se resuelve as¨ª: ?quieres que hablemos? Mientras que aqu¨ª se reduce a: no me hagas hablar. No cuestiono nada jam¨¢s. Es m¨¢s, he llegado a un punto que, por ejemplo, veo laSexta y est¨¢n Pablo Iglesias y Marhuenda. Si estoy muy relajado, escucho al primero y digo, bien, vale, tiene raz¨®n. Despu¨¦s habla el otro y tambi¨¦n me parece correcto.
P. ?Usted sabe que as¨ª no se puede vivir?
C. Hombre, eres un veleta, pero bueno, si te pones en guardia¡
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