¡®Se?or mayor y revista de chicos¡¯, de Ricardo Cases
Los nuevos talentos de la fotograf¨ªa espa?ola eligen las obras que mejor les representan
A Ricardo Cases (Orihuela, Alicante, 1971) le resulta dif¨ªcil domar las palabras. Le da la sensaci¨®n de que es imposible traducir el universo vasto y equ¨ªvoco de lo fotogr¨¢fico al discurso lineal y concreto del lenguaje. Por eso prefiere no hacerlo. ¡°En esta foto hay un se?or mayor y una revista de chicos. Y un pulso, una tensi¨®n¡±. Punto.
De hecho, se arrepiente de haber escrito un texto para acompa?ar a la serie de la que forma parte la imagen, La ciudad que soy. Ahora, si le dan a elegir, prefiere uno de Paco Mart¨ªnez Soria que tambi¨¦n incluy¨® en la exposici¨®n colectiva Aqu¨ª (Madrid, 2009) en la que figuraba su trabajo. "A Madrid le falta un doble techo, o sea, doble ciudad. La ciudad que se pueda ensanchar, que la ensanchen¡¡±, empieza. El fot¨®grafo lo hace a trav¨¦s de la imaginaci¨®n, por mucho que la urbe, geogr¨¢ficamente, se circunscriba a Madrid. Y ni siquiera, porque hay trampa. La imagen del ¡°se?or mayor y la revista de chicos¡± fue tomada en Barcelona, en el parque de la Ciudadela, en 2008. Pero es un secreto.
Los colores saturados de Cases, sus flashes irreales, la ¨¢cida cr¨ªtica hacia la fauna ib¨¦rica que retrata, se han ido quedando mudos. En el libro (con este hacen cuatro) El porqu¨¦ de las naranjas, que acaba de editar con la firma inglesa Mack y hereda la luz cegadora de su Levante natal, no hay una sola letra, adem¨¢s del t¨ªtulo, que conduzca al lector. Igual suced¨ªa con Paloma al aire, donde el ¨²nico texto era ¡°una relaci¨®n de nombres absurdos¡± (Aplausos, ?xtasis, Coloso, Nucleo...). imposible para el lector saber que esos son los nombres de los palomos. ¡°Si hay algo que me gusta de la fotograf¨ªa, es lo limitada que es la comunicaci¨®n. La capacidad que tiene para sugerir¡±, explica.
Algunos de sus trabajos, sin embargo, parecen expresarse a gritos. Su inter¨¦s por lo local (¡°la dificultad de representar una supuesta identidad¡±) se refleja en La caza del lobo congelado, libro publicado por Fiesta (editorial fundada por el propio autor) y la Universidad de C¨¢diz. En ¨¦l, Cases retrata una monter¨ªa y sus participantes, una suerte de rito antes salvaje y ahora domesticado. Hay sangre, pero tambi¨¦n hay flamantes jeeps y cazadoras reci¨¦n estrenadas. Y ese aire como de collar de perlas y paella barata en Benidorm que impregna todo su trabajo.
Habr¨¢ que dejar hablar a otros. A Luis L¨®pez Navarro, que prologa la recopilaci¨®n de su trabajo (La F¨¢brica, 2012), por ejemplo: ¡°M¨¢s all¨¢ de lo social y lo documental, le interesan las pulsiones sociales y universales que laten la superficie banal, kitsch y poco glamourosa de la Espa?a contempor¨¢nea¡±.
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