Un puzle en el tiempo y el espacio
Por primera vez podemos disfrutar de una visi¨®n ¨ªntegra de la obra de la fot¨®grafa Kati Horna
Reconstruir la trayectoria vital y profesional de Kati Horna se asemeja a la tarea de armar un puzle cuyas piezas se hubieran dispersado en el tiempo y en el espacio. Ella misma contribuy¨®, con tanta constancia como coherencia, a que as¨ª fuera. Difumin¨® el rastro de sus primeros trabajos durante a?os, se mostr¨® esquiva o directamente contraria a la realizaci¨®n de exposiciones, entrevistas o publicaciones, renunci¨® con firmeza al mercado y en general a cualquier actividad que tuviera que ver con la promoci¨®n de su obra. Por el contrario, afirm¨® con rotundidad a lo largo de toda su vida, que su oficio de fot¨®grafa era una misi¨®n, sus fotos un instrumento ¨²til y ella misma una obrera del arte.
Nacida en Hungr¨ªa en 1912 y fallecida en M¨¦xico en el a?o 2000, su itinerario fue semejante al de otros muchos artistas europeos que crecieron y se formaron en contacto con los diferentes movimientos de vanguardia durante el periodo de entreguerras. Sus inquietudes personales, primero, y el avance del fascismo y su compromiso social, despu¨¦s, determinaron sus movimientos: de Hungr¨ªa a Berl¨ªn en 1930, donde comienza su relaci¨®n con el medio fotogr¨¢fico y entabla relaci¨®n con el grupo de Bertolt Brecht y la Bauhaus; breve vuelta a Budapest en 1933, donde estudia durante unos meses con el prestigioso fot¨®grafo J¨®zsef P¨¦csi, adem¨¢s de tomar contacto con las ideas del ¡°activista¡± Lajos Kass¨¢k, y nueva salida de su pa¨ªs natal, ahora con destino a Par¨ªs, dejando atr¨¢s el r¨¦gimen autoritario de Mikl¨®s Horthy. En la capital francesa colabora con la Agence Photo, realiza sus primeros reportajes fotogr¨¢ficos sobre El Mercado de las Pulgas y Los caf¨¦s de Par¨ªs, e inicia tambi¨¦n la elaboraci¨®n de obras m¨¢s personales, l¨ªnea que continuar¨¢ d¨¦cadas despu¨¦s en M¨¦xico, con recursos relacionados con el collage y el fotomontaje, la creaci¨®n de peque?as secuencias narrativas, la colaboraci¨®n con otros artistas, el di¨¢logo con recursos expresivos como la ilustraci¨®n y la escultura, y, especialmente, una po¨¦tica interesada por el objeto encontrado, el simulacro, el fetiche o la fantasmagor¨ªa. Esta incipiente l¨ªnea de trabajo se ve reorientada y en parte modificada por su marcha a Espa?a en 1937, respondiendo a un encargo de la CNT. De fuertes convicciones anarquistas, que mantuvo hasta el final de sus d¨ªas, durante la guerra civil desarrolla una activa labor en diferentes revistas como Tierra y Libertad, Libre-Studio, Mujeres Libres y, sobre todo, en Umbral, donde conoce al que ser¨ªa su futuro marido, el artista Jos¨¦ Horna. Sus im¨¢genes sobre la guerra civil, muy diferentes al grueso de la producci¨®n visual sobre el conflicto, no son las de una fot¨®grafa que registra los acontecimientos, sino las de alguien que forma parte de ellos, colocando en primer plano una clara dial¨¦ctica entre est¨¦tica y pol¨ªtica. Es un periodo en el que intensifica la elaboraci¨®n de fotomontajes a partir de sus propias fotograf¨ªas, algunos de ellos en colaboraci¨®n con el propio Jos¨¦ Horna. A su salida de Espa?a hacia el final de la guerra, y antes de abandonar definitivamente Europa, realiza en Francia una serie de fotograf¨ªas, fotomontajes y alg¨²n collage, de nuevo en colaboraci¨®n con su marido, de fuerte contenido aleg¨®rico y biogr¨¢fico, donde destaca el uso de mu?ecas y m¨¢scaras al que volver¨¢ con frecuencia en las siguientes d¨¦cadas.
A su llegada a M¨¦xico en 1939, donde residir¨¢ hasta el final de su vida, comienza a trabajar asiduamente para diferentes publicaciones, realizando reportajes gr¨¢ficos, trabajos de documentaci¨®n y, de manera destacada, un importante n¨²mero de retratos de los protagonistas de la escena art¨ªstica y cultural mexicana, todos ellos de enorme calidad e inter¨¦s. El matrimonio Horna establece una fuerte relaci¨®n con un denso y activo n¨²cleo de creadores surrealistas, entre los cuales se encuentran Remedios Varo y Leonora Carrington con quienes Kati mantendr¨¢ una estrecha amistad y vinculaci¨®n. Junto a ellas participa en la transgresora e innovadora revista S.nob, donde publica, en una secci¨®n titulada Fetiche, algunos de sus referenciales ¡°cuentos-fant¨¢sticos en secuencia fotogr¨¢fica¡±, como los defini¨® su tambi¨¦n amiga Ida Rodr¨ªguez Prampolini. Trabajos ¡°personales¡±, con t¨ªtulos como Oda a la necrofilia, Impromptu con arpa, Historia de un vampiro, Mujer y m¨¢scara o Una noche en el sanatorio de mu?ecas, que correspond¨ªan a lo que ella misma denominaba como sus ¡°momentos robados¡± a la pr¨¢ctica diaria de su oficio como fot¨®grafa. Su intensa y absorbente labor como docente a partir de los a?os setenta, formando a generaciones de nuevos fot¨®grafos, completa una coherente trayectoria vital y profesional. Dicha trayectoria, as¨ª como los trabajos mencionados m¨¢s arriba, forman precisamente el contenido de la exposici¨®n Kati Horna en el Jeu de Paume de Par¨ªs, despu¨¦s de haber sido inaugurada en M¨¦xico, en el Museo Amparo. La muestra se ha articulado cronol¨®gicamente, siguiendo los pasos y las etapas que componen su itinerario personal: Budapest, Par¨ªs, Espa?a, Par¨ªs de nuevo y M¨¦xico. Paralelamente se ha editado, con el mismo t¨ªtulo y estructura, una amplia y cuidada publicaci¨®n con una generosa selecci¨®n de sus obras y art¨ªculos de P¨¦ter Baki, Jean-Fran?ois Chevrier, Estrella de Diego y Juan Manuel Bonet, entre otros. Exposici¨®n y libro cuya principal e inestimable aportaci¨®n es haber reunido las piezas del puzle y ofrecer, por primera vez, una visi¨®n ¨ªntegra y global sobre Kati Horna.
Kati Horna. Jeu de Paume. Place de la Concorde, 1. Par¨ªs. Hasta el 21 de septiembre.
Kati Horna. Editorial RM, 2013. 320 p¨¢ginas, 49 euros.
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