El nuevo ¡®skyline¡¯ de Fr¨®mista

Una turista hace fotograf¨ªas en Fr¨®mista (al norte de Palencia), en la plaza de la Iglesia de San Mart¨ªn, una joya del rom¨¢nico en el Camino de Santiago que el a?o pasado visitaron 55.000 personas. Pero la se?ora no apunta con su c¨¢mara a la iglesia, sino a la obra de construcci¨®n de dos viviendas a escas¨ªsimos metros del v¨¦rtice derecho del templo. ¡°?Oiga! Pero ?qu¨¦ est¨¢n haciendo aqu¨ª?¡±, pregunta a los obreros. ¡°Pues lo mismo que hab¨ªa, se?ora¡±, responde uno sin ocultar su hartazgo.

La pol¨¦mica en este peque?o pueblo de 840 habitantes ha saltado a las redes sociales, donde se ha acusado de todo tipo de cosas a quienes est¨¢n construyendo junto a la iglesia rom¨¢nica dos viviendas que han calificado como ¡°aberraci¨®n¡±. La respuesta de los propietarios, el Consistorio y la Junta de Castilla y Le¨®n es que el proyecto, en un terreno privado donde ya hab¨ªa un edificio desde hace m¨¢s de un siglo, cumple la norma y tiene el visto bueno de la Comisi¨®n de Patrimonio de Palencia.

Rom¨¢nico pleno

Construida a finales del siglo XI o principios del XII, la iglesia de San Mart¨ªn de Fr¨®mista "es capital para entender el rom¨¢nico pleno espa?ol, el m¨¢s cl¨¢sico", explica Pedro Luis Huerta, especialista de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real. "A pesar de restauraci¨®n, digamos, agresiva, de finales del XIX, la iglesia conserva muy bien su organizaci¨®n arquitect¨®nica y, sobre todo, la escult¨®rica".

Pero la cuesti¨®n es que hoy la obra choca violentamente a la vista, ya sea porque la ¡°gente tiene la memoria muy fr¨¢gil¡±, como dice el alcalde, Fernando D¨ªez Mediavilla; porque los andamios son muy llamativos, por lo feos y aparatosos; o porque, en realidad, una parte del edificio de dos plantas en construcci¨®n, la m¨¢s cercana a la iglesia, est¨¢ colocado sobre el patio de la antigua casa, que ten¨ªa una valla mucho m¨¢s baja y causaba un impacto visual bastante menor (puede compararse entre la fotograf¨ªa tomada el pasado mi¨¦rcoles y otra del a?o pasado). Todo ello, en ¨¦poca ¨¢lgida de visitantes a una iglesia de siglo XI declarada Bien de Inter¨¦s Cultural y que forma parte del Conjunto Hist¨®rico del Camino de Santiago.

El alcalde de Fr¨®mista insiste en que el templo se ve exactamente igual que antes. De camino a la plaza de San Mart¨ªn donde se ubica, se va cruzando con vecinos que le felicitan por alguna intervenci¨®n en la radio sobre el asunto. ¡°Estoy contigo al cien por cien¡±, dice uno. La intrahistoria de la obra de la discordia es la siguiente: dos hermanos a punto de jubilarse quieren volver al pueblo, a la casa donde nacieron. Deciden tirarla y rehacerla y, tras ver rechazados dos proyectos, reciben todos los permisos con el tercero. Dejan parte del solar libre, a la espalda, por si una tercera hermana quiere tambi¨¦n construir. Ella regenta una tienda en el pueblo. De hecho, la entrada constante de gente para preguntarle por la pol¨¦mica es lo que, asegura uno de sus sobrinos, le provoc¨® un infarto que le llev¨® al hospital esta ¨²ltima semana (ya est¨¢ dada de alta).

¡°?Quieren mantener los pueblos a costa de que nos vayamos todos?¡±, dice el alcalde

La propiedad lleva en la familia, al menos, desde finales del siglo XIX, a?ade el sobrino antes de remitirse a un comunicado que, dice, entre otras cosas: ¡°Haciendo uso de su derecho a la propiedad privada, edifican sus dos viviendas sin ocupar un solo metro de suelo p¨²blico, sin excederse en alturas, superficies o vol¨²menes y siendo respetuosos con el entorno¡±.

En los primeros proyectos, la familia asegura que quer¨ªa mantener el patio donde estaba y el edificio, lo mismo, un poco m¨¢s lejos del templo, pero Patrimonio oblig¨® a cambiar la orientaci¨®n y dejar el patio detr¨¢s para mantener la continuidad de la plaza. La Consejer¨ªa de Cultura de Castilla y Le¨®n ha pedido un informe sobre el asunto, pero defiende, en todo caso: ¡°Se trata de una decisi¨®n urban¨ªstica y patrimonial de car¨¢cter t¨¦cnico. Confiamos en que los miembros de la comisi¨®n han analizado cu¨¢l era la mejor soluci¨®n para el conjunto urbano que rodea la iglesia¡±. La nueva construcci¨®n ha de cumplir exigencias sobre ¡°tipolog¨ªa, dise?o de fachada, materiales, alturas...¡±.

El templo, en el Camino de Santiago, fue visitado en 2013 por 55.000 personas

¡°Aqu¨ª no podemos construir como queramos¡±, cuenta el alcalde de Fr¨®mista. En la localidad valoran el turismo ¡ªreciben cada a?o de 70.000 a 80.000 peregrinos, sin contar los turistas que van solo por las iglesias; el pueblo tiene 840 habitantes y 16 bares y restaurantes¡ª, pero se quejan de las servidumbres.

Fr¨®mista tiene tres zonas protegidas alrededor de bienes de inter¨¦s cultural: la iglesia de San Mart¨ªn; la de Santa Mar¨ªa del Castillo (fechada entre los siglos XIV y XV) y toda la calle Francesa, por donde pasaban los peregrinos antiguamente. Para construir o para arreglar una ventana o una puerta, hay que utilizar ciertos materiales que muchas veces son m¨¢s caros o no sirven. ¡°Por ejemplo, pones madera y al poco est¨¢ combada, porque aqu¨ª el problema es el invierno, con el fr¨ªo y el sol. Y las ayudas, que igual cubren el 10%, llevan unos tr¨¢mites que no te merece la pena¡±, se queja el alcalde, del PP, agricultor de profesi¨®n. ¡°?Quieren mantener los pueblos a costa de que nos vayamos todos?¡±.

El catedr¨¢tico de Geograf¨ªa de la Universidad Complutense Miguel ?ngel Troiti?o habla de una ¡°dial¨¦ctica un poco perversa¡± entre el desinter¨¦s y la falta de control en las zonas rurales y una normativa escrita en abstracto y que puede tener consecuencias indeseadas. ¡°Hay que buscar el equilibrio entre la conservaci¨®n y el uso. No es f¨¢cil, pero es necesario¡±, asegura. ¡°Si el entorno est¨¢ descuidado, el bien en s¨ª se acaba perdiendo¡±, a?ade. En una zona que hab¨ªa un edificio de dos plantas, es l¨®gico que se pueda reconstruir un edificio similar, ¡°pero no uno de cuatro, ni tampoco uno de dos alturas sobre el lugar donde hab¨ªa patio¡±.