F¨²tbol
Y hay otro f¨²tbol, claro que s¨ª, distinto al f¨²tbol del Bugatti. El documental 'El peor equipo del mundo' muestra una de esas caras
Cuando acab¨¦ de ver en Canal + la historia del peor equipo del mundo me enfrent¨¦ a las noticias de la realidad del mejor f¨²tbol del mundo. En las portadas de las secciones deportivas, las noticias son el Bugatti de Benzema, los millones del Bar?a por Douglas, la inminente salida de Xabi Alonso del Madrid, los millones que el Manchester United ha dado por Di Mar¨ªa¡
Los mimos que reciben los futbolistas de esta parte del mundo contrasta con lo que es el f¨²tbol desde su origen: el esfuerzo de los aficionados y la pasi¨®n de sus practicantes, para los que jugar es m¨¢s importante que ganar. El f¨²tbol requiere esfuerzo y alegr¨ªa, compa?erismo, y no est¨¢ necesariamente ligado al dinero, sino a la felicidad de juntarse para competir sin que el resultado sea tan importante como para pegarle al ¨¢rbitro o a un colega.
Esa es la sustancia del f¨²tbol. Y el arte de muchos futbolistas, que luego pueden a aspirar a un Bugatti o a la gloria, se ha hecho justamente en los patios de colegio, en los galpones pobres, en los barrios donde jugar constituye la ¨²nica manera de distraer los ruidos de la casa.
Y hay otro f¨²tbol, claro que s¨ª, distinto al f¨²tbol del Bugatti. Ese documental, El peor equipo del mundo, muestra una de esas caras. El peor equipo del mundo fue la selecci¨®n de Samoa Americana; perdi¨® en 2001 ante Australia por 31-0 y se coloc¨® en el ¨²ltimo puesto de la tabla mundial. Desde entonces jam¨¢s marc¨® un gol y siempre sufri¨® goleadas. Su equipo cuenta con emigrantes samoanos, futbolistas retirados, j¨®venes inexpertos e incluso un esforzado transexual cuya presencia s¨®lo llama la atenci¨®n a los extranjeros, pues la transexualidad es habitual en su cultura.
En la clasificatoria del Mundial 2014 la Samoa Americana cont¨® con el concurso de un peculiar entrenador holand¨¦s, Thomas Roggen, que les inculc¨® la idea de que ganar no lo es todo, lo importante es saber que puedes ganar. Con esa filosof¨ªa los condujo a una victoria y a un empate, y estuvieron a punto de clasificarse para Brasil. ¡°El peor equipo del mundo¡± est¨¢ ahora diecisiete puntos por encima del fondo de la tabla. Es imposible, viendo el documental, no sentir que esos jugadores tristes que recuperaron la alegr¨ªa creyendo que al fin podr¨ªan vengarse de Australia representan la emoci¨®n que est¨¢ en el origen de la pasi¨®n por el f¨²tbol, ahora marcado por el glamour y el Bugatti.
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