Un tesoro vuelve a Colombia
Casi 700 piezas incautadas en Madrid en 2003 regresan al fin a Bogot¨¢
Es como si un museo completo regresara a Colombia despu¨¦s de un tortuoso y oscuro viaje que dur¨® m¨¢s de una d¨¦cada. Un museo que cuenta nada menos que diez siglos de historia precolombina. Y en el medio est¨¢ Espa?a, adonde estas piezas llegaron de manera ilegal, pero que la polic¨ªa pudo recuperar en un operativo contra el blanqueo de capitales y el tr¨¢fico de drogas, custodiar y finalmente devolver a su lugar de origen. ¡°Un triunfo contra el tr¨¢fico il¨ªcito de bienes culturales como nunca antes se ha visto¡±, dice Fabi¨¢n Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropolog¨ªa e Historia (ICANH).
Para Colombia se trata de la noticia cultural del a?o, que empez¨® a hacerse realidad el pasado 24 de junio, cuando Espa?a, luego de un proceso de repatriaci¨®n que dur¨® m¨¢s de dos a?os, devolvi¨® 691 piezas arqueol¨®gicas en un acto oficial en el Museo de Am¨¦rica en Madrid, donde estaban resguardadas por orden judicial con sumo cuidado. Ese d¨ªa se firmaron las actas de entrega y comenz¨® entonces el dif¨ªcil proceso de embalarlas y trasladarlas a Bogot¨¢, adonde llegaron hace dos semanas en 26 cajas de madera que hoy est¨¢n en una bodega del Archivo General de la Naci¨®n, a la espera de lo que seguramente ser¨¢ una gran exposici¨®n.
¡°Este lote de piezas es el m¨¢s grande que se ha recuperado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Nunca antes se hab¨ªa repatriado un museo completo¡±, a?ade Sanabria. Las piezas son en su mayor¨ªa cer¨¢micas que en un 80% no superan los 12 cent¨ªmetros de alto, a excepci¨®n de unas obras funerarias y unos cuantos tiestos. Todas provienen de diversas culturas precolombinas como las de Tumaco, Tayrona, Calima y Quimbaya. Su edad abarca desde el 1600 a.C. hasta el siglo VII.
La polic¨ªa espa?ola pudo recuperar el conjunto en una operaci¨®n antidroga
¡°Este museo en miniatura cuenta especialmente, como m¨ªnimo, diez siglos de historia¡±, asegura el director del ICANH. Hay silbatos, ocarinas, figuras humanas, m¨¢scaras y rostros, ollas, cuencos y canasteros (figuras humanas o zoomorfas con un recipiente en la espalda), vasijas, tabloides, tunjos en metal (objetos que se introduc¨ªan en las sepulturas), alcarrazas (recipientes para el agua), pintaderas (instrumentos para adornar el pan) y sellos empleados por los pueblos ind¨ªgenas para pintar su cuerpo y estampar tejidos. Tambi¨¦n una curiosa colecci¨®n de copas. La lista es nutrida y una peque?a muestra, para abrir boca, ser¨¢ presentada a la prensa colombiana ma?ana lunes.
Este es el final feliz de la historia, pero el comienzo se remonta a 2003, cuando la polic¨ªa espa?ola, en plena Operaci¨®n Florencia, que desde 2000 investigaba a una organizaci¨®n dedicada al blanqueo de dinero y al narcotr¨¢fico, entr¨® en un domicilio de Madrid en el que se encontr¨® lo que hoy es un tesoro para Colombia. Seg¨²n la fiscal¨ªa colombiana, el ciudadano hispanocolombiano Juan Carlos Escrucer¨ªa adquiri¨® las piezas en 1990 y las sac¨® de Colombia en una mudanza en 2001, cuando los controles aduaneros no eran tan estrictos como los de ahora.
Desde el mismo momento en que se recuperaron, las piezas quedaron en custodia del Museo de Am¨¦rica, que ten¨ªa indicios de que pod¨ªan ser colombianas. En 2005, la Polic¨ªa Nacional se lo comunic¨® a las autoridades de ese pa¨ªs y en 2011, despu¨¦s de que la Audiencia Nacional decidi¨® devolverlas a quien las hab¨ªa sacado de Colombia, finalmente, las retuvo y cambi¨® su decisi¨®n cuando las autoridades de los dos pa¨ªses intervinieron, seg¨²n la polic¨ªa espa?ola. Fue entonces cuando se le pidi¨® a un experto del ICANH que las evaluara. ¡°De las 894 piezas, se certific¨® que 691 pertenec¨ªan al patrimonio cultural colombiano¡±, dice su director.
A partir de entonces, a instancias de las autoridades espa?olas, la fiscal¨ªa de Colombia comenz¨® el proceso para que regresara este museo arqueol¨®gico de un valor que se calcula podr¨ªa rondar los cinco millones de euros. ¡°Fue a trav¨¦s de una carta de rogatoria que pedimos a las autoridades espa?olas en febrero de 2012 que colaboraran para repatriar las piezas, basados en un tratado de cooperaci¨®n judicial que existe entre los dos pa¨ªses¡±, explica Carlos Ricardo Gait¨¢n, coordinador del Grupo de Protecci¨®n de la Propiedad Intelectual y los Bienes Culturales de la fiscal¨ªa colombiana.
Hasta 2012, Juan Carlos Escrucer¨ªa no ten¨ªa ning¨²n tipo de antecedentes judiciales en Colombia, pero en Espa?a hab¨ªa sido condenado en 2011 a dos a?os de prisi¨®n y una multa de 300.000 euros por blanqueo de capitales que pag¨®. Ahora est¨¢ en libertad condicional hasta 2016. En Colombia, para pedir la repatriaci¨®n de las piezas arqueol¨®gicas, se le abri¨® una investigaci¨®n por el delito de receptaci¨®n, que significa poseer piezas de forma ilegal y haber traficado con ellas. Ello es as¨ª porque en este pa¨ªs no existen actualmente delitos espec¨ªficos contra el patrimonio. ¡°Por eso se est¨¢ trabajando en una reforma¡±, agrega el fiscal Gait¨¢n.
Este museo en miniatura cuenta 10 siglos de historia
El 19 de marzo de 2014, el juzgado de la Audiencia Nacional en Madrid que lleva este caso de blanqueo de capitales dio por fin v¨ªa libre al pedido de repatriaci¨®n de las piezas, una noticia que ha venido celebrando Colombia y que la prensa del pa¨ªs ha calificado como ¡°un emocionante acto de devoluci¨®n¡±.
En su momento, el embajador de Colombia en Espa?a, Fernando Carrillo, dijo que el regreso de este gran tesoro era una gran victoria. Ahora se prepara una exposici¨®n que mostrar¨¢ por primera vez estas riquezas, recuperadas gracias a la lucha contra el tr¨¢fico il¨ªcito de piezas arqueol¨®gicas. Para Sanabria, se trata a fin de cuentas, de dejar claro que ¡°el patrimonio no es de nadie, sino de todos¡±, precisamente en un pa¨ªs donde el saqueo ha hecho mucho da?o.
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