La serena madurez de Delpozo
Josep Font entrega en Nueva York su mejor colecci¨®n para la firma
¡°Cada colecci¨®n es un paso m¨¢s en un camino que acaba de empezar. Solo llevamos cinco colecciones¡±, dice Josep Font antes de su cuarto desfile de Delpozo en Nueva York. El dise?ador atempera la euforia que transmiten los datos de su aventura estadounidense. En dos a?os, la colecci¨®n se vende en los mejores escaparates del mundo (Net-a-porter, Barneys, Lafayette¡), ha abierto tienda en Madrid y Miami y ha recibido la aprobaci¨®n de Hollywood y de Anna Wintour. Con la poca voz que le ha dejado una inoportuna afon¨ªa, Font quita hierro al ¨¦xito: ¡°No tenemos tiempo ni de pensar en ello¡±.
Como mejor aleja el dise?ador los peligros de los cantos de sirena es con colecciones como la de primavera/verano 2015, que present¨® en la pen¨²ltima jornada de la semana de la moda neoyorquina. Un ejercicio lleno de magia y poes¨ªa que consolida su propuesta para la casa. El mejor que ha firmado hasta la fecha, fresco como una ma?ana de verano pero con siluetas s¨®lidamente construidas. Inspirado por la teor¨ªa del color de Josef Albers, el land art de Nils-Udo y la vida marina retratada por Leopold y Rudolph Blashka, Font entrega vestidos de una gran ligereza que sin embargo cargan con el peso de m¨²ltiples referencias. En los delicados bordados se combinan elementos acu¨¢ticos (como caracolas y conchas) con pl¨¢sticos transparentes. Font escribe as¨ª una de las m¨¢s sutiles e interesantes narraciones sobre la uni¨®n entre la naturaleza y lo artificial (ll¨¢menle tecnol¨®gico) que se han visto estos d¨ªas. Esa idea recorre toda la colecci¨®n, con c¨¢?amo y encajes que se abrazan a cuellos de PVC.
¡°La innovaci¨®n, el modelaje y los acabados¡± son para Font los puntales de una firma que ha tenido que encontrar una nueva identidad tras la muerte del fundador en 2011. El trabajo del taller madrile?o brilla a un nivel extraordinario en los bordados, en patrones que evocan las formas de las conchas y caracolas y en interiores virtuosos que mantienen bajo control el volumen de una silueta c¨®nica. Vestidos en un tul r¨ªgido, tejido en un telar del siglo XIX, decorado con flores en material hologr¨¢fico exhiben una belleza que desarma. Font (Santa Perp¨¨tua de la Mogoda, 1964) recalca que lo extraordinario de estos trajes no est¨¢ re?ido con su viabilidad comercial. La colecci¨®n, insiste, es mucho m¨¢s amplia con una secci¨®n de punto de la que apenas se apunta un jersey de espalda transparente. ¡°Todo est¨¢ hecho para que se pueda llevar¡±, insiste. ¡°El nuestro es un producto nicho que ofrece un nuevo lujo a gente que est¨¢ saturada de las marcas que ya conocemos y busca una artesan¨ªa diferente¡±.
No solo Font se sumerge en el mar: el agua es una imagen se repite en los ¨²ltimos d¨ªas de desfiles. Narciso Rodriguez (Nueva York, 1961) se inspira en los reflejos que la luz forma sobre ella para los serpenteantes bordados que recorren sus atl¨¦ticos dise?os en blanco y negro. El color de la lava y el verde bosque sirven como terrenal contrapunto a esa evocaci¨®n acu¨¢tica. Y mucho m¨¢s lejos va Carmen March en su cuarta colecci¨®n para Pedro del Hierro Madrid, la tercera que presenta en Nueva York. El contacto con la prensa extranjera hizo que March (Palma de Mallorca, 1974) mirara de otra forma el clich¨¦ del verano espa?ol. ¡°Es un t¨®pico del que renegamos pero es una delicia¡±, explica. Quiso rendir homenaje a las primeras clientas de la casa, fundada en 1976, y termin¨® ante las fotograf¨ªas que Slim Aarons tom¨® en piscinas de Marbella y Sotogrande en la ¨¦poca. ¡°Siempre aparece gente dormida o con el cuerpo mojado. A partir de ellas, abrac¨¦ todas las convenciones: los volantes, los trajes de corto¡ Pero sobre todo me qued¨¦ con la importancia del agua y la luz del mediod¨ªa¡±.
El agua ha dejado su rastro en todos los materiales, del lam¨¦ a la piel, que han sido tratados y lavados para conseguir texturas l¨ªquidas. Y tambi¨¦n en los cortes, que simulan el efecto de ropa h¨²meda que se pega y se retuerce sobre el cuerpo. Todo es circular, curvado, con movimiento. Hasta las joyas, realizadas por Helena Rohner, parecen derretirse al sol sobre la piel en una imagen que evoca a Dal¨ª y a Elsa Peretti. El resultado es sensual y tambi¨¦n festivo, con volantes en peque?os cuadros y trajes de corto con flores doradas. Las cestas de piscina de aquellas fotograf¨ªas se han convertido en chaquetas y las vajillas, en estampados.
Al igual que Font, March present¨® su primera colecci¨®n para la firma en Madrid y salt¨® a Nueva York para buscar el mercado internacional. Pedro del Hierro est¨¢ a la venta desde hace pocas semanas en la tienda online Net-a-porter y aspira a llegar a otros comercios multimarca. ¡°En esta ciudad hay m¨¢s hueco que en Par¨ªs o en Mil¨¢n¡±, analiza la dise?adora. ¡°Les encanta lo nuevo y te dan oportunidades. En Europa, las cabeceras importantes no mandan a nadie si no te conocen. Aqu¨ª s¨ª, pero les interesa que hagas negocio. Si en unas temporadas no despegas, ya no te prestan atenci¨®n¡±.
Tan propio del verano como el agua es el optimismo. Una idea com¨²n para dos colecciones diametralmente opuestas. ?scar de la Renta y el equipo formado por Katie Hillier y Luella Bartley (responsable de la colecci¨®n Marc by Marc Jacobs) hablan de muy distinta manera de alegr¨ªa, vitalidad e idealismo. El primero con una colecci¨®n exquisita de cuadros, flores y colores para mujeres que aman la belleza en su acepci¨®n m¨¢s cl¨¢sica. Las segundas a trav¨¦s de una l¨ªnea llena de l¨¢tex, inspirada en la cultura rave brit¨¢nica, para quienes se identifican con una visi¨®n menos convencional de lo bello.
Babelia
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