El dedo en muchas llagas

Si el activismo testifica la insuficiencia del actual orden pol¨ªtico y econ¨®mico, el pensamiento cr¨ªtico debe indagar alternativas a una praxis pol¨ªtica peligrosamente reducida a administraci¨®n. Esas dos claves, reflexi¨®n y activismo, definen esta muestra, Lo que ha de venir ha llegado: la abre un v¨ªdeo de Mathias Poledna sobre la Fundaci¨®n Feltrinelli y la cierran carteles del 15-M que un v¨ªdeo de Cecilia Barriga une a las protestas de Nueva York y Santiago de Chile.

La reflexi¨®n se centra en el valor econ¨®mico y el territorio. Lingotes de compost, iguales a los de las reservas de oro, son la contribuci¨®n de Claire Pentecost, que tambi¨¦n presenta billetes imposibles de intercambiar, por ser ¨²nicos, pero que poseen un valor, el de las figuras dibujadas, gentes que vieron en la tierra la fuente decisiva de la riqueza. Stevanos Tsiopoulos, por su parte, ofrece un amplio archivo de formas de intercambio que evitan el dinero.

Le Corbusier y sus propuestas (evocadas por Dionisio Gonz¨¢lez y Alain Tanner) para Chandigarh, la ciudad dise?ada para sustituir a Lahore como capital de Punjab, son un aspecto de la reflexi¨®n sobre el territorio. Tambi¨¦n lo es la obra arquitect¨®nica de Philip Johnson: el estadounidense centra las escuetas obras de David Diao y un excelente v¨ªdeo de Sarah Morris que compara su Casa de Cristal con la Farnsworth House de Mies van der Rohe. Son trabajos que contrastan afanes y limitaciones del movimiento moderno y quedan enmarcados por los dibujos de Yona Friedman, que unen territorio, cultura, regi¨®n y ciudad.

Pensamiento y activismo se acercan en la obra de Peter Coffin Micronaciones, naciones conceptuales y estados soberanos independientes de todo el mundo. Banderas, uniformes, monedas y manifiestos llenan el antiguo templo cartujo, mostrando el reiterado af¨¢n de hacerse un lugar. Exigencias de minor¨ªas ¨¦tnicas (los mapuches frente a Chile y Argentina) o sociales (okupas de Christiania) y vindicaci¨®n de espacios olvidados (islotes, plataformas militares abandonadas en el mar) se unen a propuestas conceptuales que ironizan sobre disputas territoriales (la isla de Perejil, por ejemplo) o reivindican valores que olvida el Estado al restringir derechos o sacrificar todo a la eficacia. Otras propuestas unen arte y cr¨ªtica como las de Yoko Ono (Nutop¨ªa) o Zush (Estado Mental Evrugo).

Una de las sombras de la utop¨ªa es convertirse en mera huida del mundo. El tema sobrevuela el v¨ªdeo de Tellervo Kalleinen y Oliver Kochta-Kalleinen, reportaje y a la vez ficci¨®n sobre tres comunidades que desde los setenta viven de modo autosuficiente en zonas rurales de Australia. El respeto de los autores no llega a ocultar los l¨ªmites de tal opci¨®n. De modo an¨¢logo, Anna Moreno sugiere que el arte pol¨ªtico quiz¨¢ busque en el museo simplemente refugio y no una plataforma adecuada.

La muestra pone el dedo en muchas llagas. Lo hace tambi¨¦n Hito Steyerl al apuntar que hoy, cuando proliferan las im¨¢genes, tambi¨¦n aumentan los desaparecidos: unos porque perdieron la identidad (trabajadores sin derechos, presos sin nombre, familias sin hogar), otros porque se ocultan en el anonimato del mercado o andan camuflados en inacabables procesos, buscando la prescripci¨®n. Casi una propuesta para una nueva exposici¨®n.

Lo que ha de venir ya ha llegado. Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo. Avenida de los Descubrimientos, s/n, y Am¨¦rico Vespucio, 2. Isla de la Cartuja. Sevilla. Hasta el 21 de septiembre.